La devaluación que sufrió la moneda argentina en los últimos años se hizo sentir en todos los sectores de la economía local y llegó, inevitablemente, a los sueldos de todas las categorías.

En el caso de los ejecutivos y directivos de empresas, también hubo en los últimos meses recortes en las remuneraciones variables, atadas al freno en la economía que impuso el aislamiento social, preventivo y obligatorio. 

Una vez más la Argentina se ubicó así entre los países menos atractivos para los ejecutivos, que además de tener que liderar permanentemente en crisis ven sus bolsillos más flacos que los de sus pares de la región y del mundo, medidos en dólares.

Según estimación de consultoras de headhunting relevadas por Ámbito Financiero, los ingresos en los cargos más altos de las corporaciones se llegan a pagar en el exterior entre el 30% y el 60% más que el puesto similar en el país.

Un cargo ejecutivo o directivo en Brasil o Chile se volvió un puesto codiciado entre los ejecutivos locales, aunque también ahora lo son las mismas posiciones en Uruguay, Perú o Colombia, aseguraron las fuentes.

La búsqueda de puestos fuera de las fronteras es una tendencia que crece, sobre todo porque muchas multinacionales en los últimos años concentraron su conducción regional en Brasil en lugar de Argentina, Chile o Miami. Esto le quitó peso también a las posibilidades de directivos regionales con base en Buenos Aires, que encuentran en el país la primera limitante a su desarrollo de carrera. 

Hoy, los directivos de empresas en la Argentina tienen un nivel de ingresos de los más bajos en el comparativo histórico, aseguraron los headhunters. En este punto juega un papel clave la devaluación del peso. Por eso, por más que los niveles de gastos en otros países son mayores, la capacidad de ahorro en el exterior es entre dos o tres veces superior a la que se puede tener en la Argentina.

Un country manager de una multinacional puede tener un ingreso anual de u$s150.000 hasta u$s500.000 al cambio oficial. Es decir que parte de una base de $10 millones por año, calcularon.

A esto hay que sumarle el bono por desempeño, que puede representar 30% o 40% del ingreso anual. Pero está sujeto a los resultados de la compañía que, en un contexto de años de recesión, y con la volatilidad de la Argentina muchas veces es más difícil de lograr que en otros mercados.