La obligación de un día para otro, hace ya cinco meses, de dejar de trabajar en la oficina para hacerlo desde casa debido a las restricciones impuestas por el coronavirus llevó a las empresas y, particularmente, a los empleados a ejercer una adaptación veloz a las nuevas formas. Esta situación empieza a mostrar los primeros efectos: el 40% de los empleados percibe que ni la empresa en la que trabajan ni los líderes se preocupan de su bienestar físico, ni a las condiciones físicas ni al equipamiento, para realizar ese trabajo a distancia.

Fue una de las conclusiones del Wellness Summit, una conferencia virtual sobre  bienestar en las organizaciones impulsado por Wellcorp, y de la que participó iProfesional. Lógicamente, en el marco de la pandemia, las disertaciones giraron en torno a cómo reinventar el bienestar en la compañía, y algunos datos fueron concluyentes respecto a las falencias que se detectan en distintos niveles.

Hay diversas acciones que se pueden impulsar en la empresa en pos del bienestar del empleado en situación de stress

Si para un 40% la empresa no muestra preocupación por su bienestar, para un 45% el líder no se preocupa de la salud mental de los miembros y tampoco toma decisiones al respecto y mismo porcentaje considera que hay deficiencias a nivel de liderazgo pues hay una inadecuada gestión de las tareas de equipo además de falta de ayuda para hacer mejor el trabajo, de acuerdo a un estudio sobre el que se refirió Lucas Canga, médico experto en neuromanagement aplicado a las organizaciones.

Un último dato: un 36% de los consultados por los especialistas para delinear acciones tendientes a mejorar el bienestar en las compañías señaló que el equipo de trabajo no tiene contacto entre sí. Es decir, que todos teletrabajan desde su casa sin que haya un  líder que coordine las diversas acciones y tareas e impulse el intercambio.

Bienestar en distintos planos

¿Qué efectos produce esto en los empleados y qué se recomienda para revertir este sentimiento? "En primera instancia estructurar planes de bienestar integrales que tengan en cuenta sus distintas dimensiones: el físico, el emocional, y el financiero pues son claves para revertir esta percepción que los empleados suelen tener", dijo a iProfesional, Federico Katsicas, director de negocios corporativos de Wellcorp.

Para el ejecutivo resulta fundamental "planificar una buena comunicación para que los colaboradores sean concientes de la existencia de este tipo de programas".

Katsicas señaló que una de las claves de estos programas de bienestar es que puedan medirse y, a partir de esos resultados, evaluar mejoras en función del progreso. "E intentar medir si ese impacto se refleja de alguna manera primero en la salud o bienestar de sus empleados y también en los resultados de la compañía", amplió. Esto sin dejar de lado que cualquier programa en este sentido necesita de "tiempo" para su maduración.

Los programas de bienestar necesitar tiempo y ser medibles para, luego, implementar mejoras

El ejecutivo señaló que en estos días "los empleados que no están considerados dentro de un programa de esta índole tienen una sensación de descuido y desamparo que pone de manifiesto la falta de empatía por parte de la empresa. Generalmente, la ausencia de los mismos, se correlacionan con niveles de compromiso muy bajos por parte de los empleados, y su consecuente impacto en productividad".

Por esa razón consideró que aquellas organizaciones que brindan la contención que el empleado demanda, especialmente en este contexto donde se registran altos niveles de stress, y que implementan programas de beneficios "tienen un impacto a largo plazo en el nivel de compromiso y eficiencia de los colaboradores. En este sentido, no solamente sirven para tener colaboradores en mejores condiciones de salud, sino para captar mejores talentos", subrayó.