La esencia de emprender implica transitar un camino, donde el error nos va a ir dejando aprendizajes. En este sentido los emprendedores solemos cometer errores, pero el punto es no focalizarse tanto en cuántos uno comete sino en qué capacidad de superación y perfeccionamiento tiene sobre cada uno de ellos, capitalizando cada uno de esos aprendizajes.

Creo que en general cuando uno emprende, subestimar es un error general que todos cometemos. Pensamos que crear un producto digital es más sencillo de lo que uno imagina y luego aparecen enormes dificultades: definir bien la propuesta de valor para alcanzar el market fit, armar los equipos que estén a la altura de la calidad del producto que querés lograr, y luego cuando ya tenés el producto, te das cuenta de que escalarlo es un desafío aún más grande.

Otro punto clave para alcanzar el éxito es disfrutar del proceso. Esto es clave, emprender implica fijar visiones de futuro ambiciosas, inspiradoras y alcanzarlas es difícil.

Orientarse a resultados es clave, pero disfrutar del proceso también lo es más, ya que habrá más días difíciles que fáciles y es importante ¨abrazar¨ y disfrutar mucho del proceso.

Gestionar una startup

Soy partidario de que se puede aprender sobre liderar y gestionar una startup tanto desde la experiencia, como desde los libros o el estudio. La combinación y sinergia de las dos es clave.

Una start up tiene mucho de prueba y error y "experiencia es lo que obtienes, cuando no obtienes lo que quieres", con lo cual esto es oro en polvo, aprendizaje puro. Transitando camino y accionando, con la visión de futuro siempre clara, se aprende a través del hacer, capitalizando errores y aprendiendo a potenciar fortalezas.

Liderar una startup tiene mucho de prueba y error

Pero también he leído grandes libros, que me han marcado y potenciado en cuanto a qué implica emprender, cómo hacer una organización exponencial o también sobre habilidades generales de liderazgo.

De la misma forma, es muy valioso aprender de los que ya están donde vos querés estar. Hay que ser abierto, buscar, generar y desarrollar networking, entender mucho de los que ya lograron estar donde vos querés llegar: cómo lo hicieron, cuáles fueron sus competencias, qué factores clave de éxito tuvieron en su empresa y producto y qué cultura manejaron en sus equipos de trabajo.

A su vez, hay que escucharse a uno mismo. Si cuando pensás en la meta que querés lograr tu cuerpo se invade de emociones y se enciende tu espíritu, es por ahí. Hay que entender que el proceso va a ser mucho más duro de lo que uno imagina o proyecta, pero en consecuencia la satisfacción de haberlo logrado va a ser enorme.

Por último, considero que hay una serie de habilidades fundamentales que aprender a la hora de liderar una startup:

• Tolerancia a la frustración: emprender implica superar día a día distintos desafíos y obstáculos que aparecen, y eso requiere mucho de esta competencia.
• Perseverancia y Resiliencia: hay que entender que más allá de que para fundar una startup hay que moverse rápido y es una carrera de tiempo, eso no implica que los buenos resultados y el éxito no lleven un proceso y un tiempo. Con disciplina, constancia e inteligencia en buscar nuevas fórmulas, todo llega.
• Visión de futuro: es clave tener la capacidad de crear futuro, y eso se hace fijando una visión innovadora que pueda no sólo leer los cambios que se vienen, sino también crearlos.

Liderar equipos remotos

Cómo liderar una startup con un equipo distribuido

Son muchos los desafíos de liderar equipos con miembros distribuidos en distintos puntos de Argentina y de otros países de la región.

En primer lugar, hay una cierta barrera idiomática y terminológica que influye mucho en la comunicación y coordinación entre equipos. Si bien hoy la virtualidad y lo remoto es un hecho, a veces la distancia y la posibilidad de no tener ciertas dosis presenciales para cuando se necesite o en momentos clave puede ser un obstáculo según las capacidades de las personas y la propia cultura de la empresa.

Por eso, es clave gestionar y desarrollar una cultura digital, que prevea todos los mecanismos de coordinación, comunicación, reconocimiento, motivación e integración para que los equipos distribuidos y remotos sean exitosos en sus funciones y responsabilidades.

El desafío inicial es el mindset para permitirnos entender que los equipos distribuidos y una empresa que necesita de una cultura digital requieren un ejercicio de planificación, decisión y orientación.

Hay que trabajar por esa cultura deseada, disminuyendo el gap con la actual, ya que esto influirá notablemente en los resultados concretos y observables que logramos.

*Alfredo Terlizzi es Founder & CEO de Workia