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Una nueva encuesta pone en jaque viejas certezas sobre la reforma laboral

Un relevamiento nacional muestra un cambio de percepción sobre el mundo del trabajo y el rol del Estado, con impacto en la agenda política y económica.
Por L.C.
MANAGEMENT - 21 de Diciembre, 2025

Históricamente, la legislación laboral en la Argentina fue considerada un terreno vedado para cualquier intento de modificación profunda. Durante décadas, la idea de avanzar sobre ese marco normativo estuvo asociada a un alto costo político, bajo el supuesto de que la sociedad reaccionaría de manera adversa frente a cualquier iniciativa percibida como una amenaza a los denominados "derechos adquiridos". Ese consenso implícito funcionó como un límite tanto para gobiernos como para el debate público en general.

Sin embargo, una encuesta nacional reciente indica que ese escenario comenzó a modificarse de manera significativa. Según el último informe de DC Consultores, una mayoría amplia de la población considera hoy que una reforma laboral es necesaria y urgente, y percibe que el marco legal vigente representa un freno para el crecimiento económico. El estudio se realizó entre el 6 y el 8 de diciembre de 2025, sobre una muestra de 1.710 casos a nivel nacional.

El relevamiento, titulado "El Estado-Estorbo: el fin de la paciencia social", muestra un cambio en las prioridades sociales. Los resultados sugieren una transición desde un enfoque centrado en la preservación de estructuras tradicionales hacia una mirada más pragmática, vinculada a la producción, el empleo y el desarrollo económico. En ese contexto, la legislación laboral aparece como uno de los ejes principales del debate.

Este giro en la percepción social se da en un escenario económico y laboral atravesado por altos niveles de informalidad, crecimiento del trabajo independiente y expansión de modalidades vinculadas a plataformas digitales. Estos factores influyen en la forma en que amplios sectores evalúan la efectividad del sistema actual.

La urgencia de la reforma laboral según la opinión pública

Ante la pregunta sobre el grado de urgencia de una reforma laboral, el 61,4% de los encuestados respondió que es "muy urgente", al considerar que la legislación vigente frena el desarrollo económico. A ese porcentaje se suma un 10,53% que la califica como "urgente", bajo el argumento de que el esquema actual resulta atrasado. De este modo, más del 71% de la muestra se manifiesta a favor de cambios estructurales en el régimen laboral.

En contraste, el sector que se opone a una reforma aparece reducido en relación con mediciones históricas. Solo el 21,05% considera que la reforma es "nada urgente" y sostiene que el sistema actual es adecuado, aunque con el riesgo de que una modificación implique pérdida de derechos. El resto de los consultados se distribuye entre posiciones intermedias o sin una definición clara.

El estudio también indaga sobre la profundidad de los cambios que la sociedad espera del Congreso Nacional. La opción mayoritaria, con el 45,58%, fue que debería discutirse "todo" el marco laboral. Este dato sugiere una demanda de revisión integral, más que de ajustes puntuales.

Otras respuestas relevantes incluyen el pedido de terminar con la denominada "industria del juicio", con el 19,73%, y la necesidad de incorporar nuevas formas de relaciones laborales, con el 17,01%. En cambio, solo el 8,16% considera que el debate debería centrarse exclusivamente en la protección de derechos, lo que marca un desplazamiento en las prioridades de una parte significativa del electorado.

La crisis de representación sindical

El respaldo social a una reforma laboral se vincula, según el informe, con el deterioro de la imagen de los sindicatos. De acuerdo con los datos relevados, el 80,69% de los encuestados afirma que los sindicatos no representan a los trabajadores y los asocia con intereses propios o con un negocio. Solo el 19,31% considera que estas organizaciones cumplen un rol efectivo de defensa laboral.

Más allá de la cuestión representativa, la encuesta también evalúa la importancia de los sindicatos en la vida cotidiana de los trabajadores. Para el 59,18% de los consultados, estas organizaciones no tienen relevancia en su experiencia laboral actual. Este dato adquiere mayor peso en un contexto donde crece la cantidad de monotributistas, trabajadores independientes, freelancers y empleados de plataformas digitales.

La transformación del mercado de trabajo plantea desafíos para un modelo sindical que fue diseñado en torno al empleo asalariado formal y a relaciones laborales estables. En ese marco, una parte de la población percibe una desconexión entre las estructuras gremiales tradicionales y las dinámicas laborales actuales.

Este distanciamiento impacta directamente en la capacidad de los sindicatos para influir en el debate público y en la discusión legislativa. La pérdida de legitimidad social aparece como uno de los factores que explican el menor rechazo a una eventual reforma laboral.

El rol del Estado y su vínculo con el debate laboral

El informe de DC Consultores enmarca la discusión sobre la reforma laboral dentro de una evaluación más amplia del rol del Estado. Para el 65,97% de los encuestados, el Estado argentino, sin reformas, funciona como un obstáculo, caracterizado principalmente por la burocracia. Esta percepción contrasta con una visión minoritaria que lo concibe como protector (6,25%) o como garante de justicia social (10,42%).

Esta mirada crítica sobre el Estado se vincula con demandas de simplificación normativa, reducción de trámites y mayor previsibilidad para la actividad económica. En ese sentido, la legislación laboral es percibida como parte de un entramado regulatorio que requiere revisión.

El estudio también analiza cómo este clima de opinión se proyecta en el plano político. En un escenario electoral hipotético para 2027, la opción "Javier Milei (reelección)" obtiene un 52,08% de intención de voto en primera vuelta. Según la consultora, existe una correlación directa entre quienes demandan desregulación y cambios estructurales y quienes respaldan la continuidad del actual rumbo de gobierno.

En contraposición, el peronismo y el kirchnerismo, representados en la encuesta por Axel Kicillof, concentran un 18,75% de intención de voto. El informe señala que ese espacio mantiene un núcleo de apoyo definido, pero con dificultades para ampliar su base electoral en sectores vinculados a la producción y al trabajo independiente.

Un cambio de paradigma en discusión

Los resultados del relevamiento muestran un cambio en la percepción social respecto de un tema históricamente sensible. La idea de que la legislación laboral no debe ser modificada parece haber perdido centralidad frente a una demanda mayoritaria de actualización y revisión. Este giro no implica un consenso sobre el contenido específico de una eventual reforma, pero sí sobre la necesidad de debatirla.

La encuesta no evalúa propuestas concretas ni modelos alternativos, pero refleja una disposición social distinta a la registrada en décadas anteriores. La combinación de transformaciones en el mercado de trabajo, desgaste de las organizaciones sindicales y una visión crítica del rol del Estado conforma el contexto en el que se inscribe este debate.

En ese marco, la discusión sobre la reforma laboral deja de ser un tabú político para convertirse en un tema central de la agenda pública. El desafío para el sistema político será canalizar esa demanda social en un debate legislativo que contemple las distintas realidades del mundo del trabajo y las tensiones entre protección, productividad y crecimiento económico.

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