La petrolera Roch debió frenar las actividades de extracción y producción de hidrocarburos que lleva a cabo en la provincia de Tierra del Fuego, afectada por la fuerte caída de la demanda de combustibles que generó la cuarentena obligatoria dispuesta por el Gobierno para combatir la pandemia del Covid-19.

La empresa debió suspender las actividades de producción de petróleo crudo proveniente del yacimiento San Martín, de esa provincia del sur del país. Y lo hizo como consecuencia de la imposibilidad de canalizar las ventas de crudo por cuestiones logísticas derivadas de las medidas adoptadas para combatir el coronavirus.

Según un comunicado de la compañía enviado a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la producción de petróleo del yacimiento San Martín se transporta en camiones y se vende a la compañía estatal chilena Empresa Nacional de Petróleo (ENAP), a través de exportaciones que son entregadas habitualmente en su terminal en San Gregorio, provincia de Magallanes. "Recientemente, ENAP anunció la suspensión hasta nuevo aviso de todas las entregas, debido a un brote de COVID-19 en su terminal", explica el comunicado.

La empresa analizó como alternativa de evacuación de ese petróleo crudo a la Terminal Cruz del Sur operada por YPF. Pero permanece cerrada hasta que finalicen las reparaciones y el mantenimiento en curso.

Y como consecuencia de la capacidad limitada de almacenamiento de petróleo crudo que posee, Roch terminó por decidir suspender su producción del yacimiento San Martín "hasta que dichas restricciones de entrega puedan ser superadas".

En el caso de las ventas de gas, permanecen ininterrumpidas mientras que para el crudo la empresa se encuentra analizando otras alternativas para evacuar su producción, incluyendo la implementación de aprovechamientos de sinergias entre operadores de Tierra del Fuego.

Por otra parte, ante la aparición de cierto contenido de agua en la producción del pozo SM.x1001 durante enero pasado, informa que ha revertido este efecto mediante la realización de un punzado en un nivel superior en la estructura, cuyo resultado fue positivo arrojando producción de petróleo sin contenido de agua.

De todos modos, y como consecuencia de los menores ingresos derivados de una menor demanda y la abrupta caída del precio del petróleo, la compañía postergo planes de expansión.

Por caso la de u$s200 millones que planeaba para el yacimiento San Martín hasta que el contexto mejore. "La Sociedad espera que estos factores extraordinarios, en el contexto de la pandemia por el COVID-19 y la crisis del precio del petróleo crudo, sean transitorios. Si bien este escenario podría generar un impacto negativo en los resultados, que a la fecha no ha podido ser cuantificado, se realizarán los mayores esfuerzos a fin de minimizar las potenciales pérdidas", anticipa la empresa.

La suspensión de las inversiones afectarán al pozo SMx 1001 del yacimiento San Martín que, según datos de la gobernación de Tierra del Fuego, es el de mayor producción petrolera de todo el país con un volumen de 10.000 m3 mensuales.

Se trata de un pozo de petróleo convencional que está emplazado en rocas volcánicas Tobíferas y que es el único que está manteniendo su nivel de producción y tiene perspectivas de seguir manteniéndola.

Según notas periodísticas anteriores, su calidad es excelente al ser petróleo liviano tipo Medanito, algo muy poco habitual en esta zona donde suele encontrarse crudo pesado.

Este descubrimiento había esperanzado a las autoridades de la isla que, en enero pasado, habían comenzado a planificar ambiciosos proyectos a partir del aprovechamiento de las exenciones impositivas de la ley 19.640 para industrializar el recurso y crear unos 4.000 puestos de trabajo.

El objetivo de las autoridades, que por ahora quedó frenado por las consecuencias negativas que está generando la cuarentena obligatoria, era el de convertir a Tierra del Fuego en un gran polo petroquímico que se pueda abastecer de un gas barato a pocos kilómetros de distancia para salir a exportar productos de mayor valor agregado.