Cómo garantizar que un negocio familiar perdure en el tiempo
Se cree comúnmente que los nietos de los fundadores de empresas familiares pierden el impulso emprendedor de sus abuelos debido al confort alcanzado. Sin embargo, la realidad es diferente: muchos descendientes cuentan con formación académica superior y habilidades que podrían potenciar el negocio. El verdadero desafío no es la falta de esfuerzo, sino la ausencia de estrategias jurídicas y de gestión del patrimonio que aseguren la continuidad de la empresa familiar.
Patrimonio familiar: herramientas para su conservación y crecimiento
Durante la etapa inicial de una empresa familiar, la propiedad y el control suelen estar en manos de un pequeño grupo de fundadores estrechamente ligados por lazos familiares. Esta cercanía genera una comunicación fluida y decisiones rápidas, lo que a menudo lleva a minimizar la importancia de establecer planes formales de gestión y sucesión.
Con el tiempo, la familia se expande y el capital se atomiza. Para la tercera generación, el número de herederos aumenta y sus participaciones disminuyen, a veces al 2% o 3%, según explica el abofado Martín Litwak. Esta dispersión, sumada a la diversidad de intereses y ubicaciones geográficas, genera conflictos y ralentiza la toma de decisiones, elevando el riesgo de venta o cierre de la empresa.
Cultura y modelos de preservación patrimonial
El experto detalla que, en Latinoamérica, la visión predominante es que la riqueza se construye y se divide al fallecimiento, lo que reduce el tamaño del patrimonio con cada generación y lo expone a presiones fiscales y sociales.
En países asiáticos como Japón y China, la riqueza familiar se entiende como un recurso que debe trascender generaciones, gestionado y resguardado por la propia familia. Esta perspectiva ha favorecido la longevidad empresarial: de las diez compañías más antiguas a nivel mundial, seis se ubican en estas naciones, reflejando la eficacia de este enfoque patrimonial.
Las herramientas para asegurar la longevidad de una empresa
Existen instrumentos legales y organizativos que aumentan las chances de continuidad de las empresas familiares, conforme explica el abogado. Entre las herramientas más eficaces se encuentran los trusts, que facilitan la gestión y protección del patrimonio familiar, y el protocolo familiar, que define de manera clara la misión, la visión y los criterios para la toma de decisiones dentro de la empresa.
Contar con asesoramiento especializado y establecer un protocolo familiar robusto es fundamental para asegurar que las decisiones reflejen los valores y metas de la familia, más allá del negocio, destacan especialistas en gobernanza familiar.
Adoptar un enfoque de gestión intergeneracional inspirado en modelos asiáticos podría permitir que más empresas latinoamericanas alcancen la longevidad, superando la barrera de la tercera generación y consolidando patrimonios duraderos.