Metrogas: se demora la venta de la mayor distribuidora de gas argentina
La falta de consenso entre las más altas autoridades del gobierno nacional junto con demoras en la aprobación de estudios realizados sobre la factibilidad de la operación hacen que la privatización de Metrogas se demore cada vez más.
A pesar de la presión ejercida por YPF, su accionista controlante con el 70% del capital, y por una serie de medidas tomadas por el Ministerio de Economía para normalizar los cuadros tarifarios y permitir, de este modo, mejorar la caja de la compañía, la venta de la principal distribuidora de gas de la Argentina recién se concretaría durante el segundo trimestre del año próximo.
Por lo menos así pudo saber iProfesional de altas fuentes oficiales que admiten que la decisión de sacar a la petrolera estatal del capital de Metrogas está tomada, pero reconocen que existen varias trabas burocráticas y vinculadas con el formato de venta de la empresa que impiden acelerar los tiempos.
La más preocupante es la definición sobre la prórroga de la concesión de la compañía para seguir brindando servicios a 2.250.000 clientes en un área que comprende las redes de distribución de Capital Federal y de partidos del Gran Buenos Aires como Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Quilmes, Berazategui, Almirante Brown, Florencio Varela, Esteban Echeverría, Ezeiza, Presidente Perón y San Vicente.
La empresa, que también es considerada como la tercera distribuidora de Sudamérica con una concesión abarca una superficie de 2.150 kilómetros cuadrados, fue fundada en 1992 para participar del proceso de privatización de los servicios públicos que en esa década organizó el gobierno del expresidente Carlos Menem.
Venta de Metrogas: un proceso retrasado
Su licencia vence en diciembre de 2027, pero los accionistas de la empresa ya presentaron los papeles requeridos desde los organismos oficiales para estudiar la nueva prórroga hasta el 2047 y hasta se llevó a cabo una audiencia pública convocada para analizar este reclamo.
Sin embargo, el proceso promete retrasarse más allá de los plazos iniciales que hablaban de una posible venta de la mayoría de su capital accionario para este año o para el primer trimestre del 2026.
En la actualidad, más allá de las acciones que controla YPF, el resto del capital se divide entre accionistas minoritarios como Integra Gas Distribution LLC (de José Luis Manzano); el ANSES (Fondo de Garantía de Sustentabilidad) y una porción que cotiza en la Bolsa de Buenos Aires, en acciones Clase A (controladas por YPF) y Clase B (donde están los minoritarios).
Ahora se asegura que recién luego del primer trimestre del año próximo se podría oficializar el llamado a licitación para reemplazar a YPF como dueño de Metrogas, ya que la prórroga de la licencia recién podría estar firmada por el ministro de Economía, Luis Caputo, durante enero o febrero próximos.
De hecho, el 11 de diciembre pasado, se llevó a cabo una asamblea general extraordinaria de accionistas de Metrogas para tratar un único tema: la consideración de lineamientos para la firma de un acuerdo de prórroga de la licencia.
Privatización: resignación en la empresa
En ese encuentro, las autoridades de la distribuidora recordaron que el 20 de mayo pasado tuvo lugar la audiencia pública convocada por el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) en la que se consideró la solicitud formulada por la sociedad para que se prorrogue su licencia por 20 años desde su vencimiento original, esto es, 28 de diciembre de 2027.
Luego de esa presentación, el ENARGAS propuso a la Secretaría de Energía del Ministerio de Economía de la Nación la renovación de la licencia por el mismo plazo reclamado por los accionistas de la compañía.
Para avalar su pedido, el organismo regulador adjuntó las actuaciones administrativas en las que constan los informes y dictámenes que dan cuenta del cumplimiento, en lo sustancial, de las obligaciones a cargo de la Metrogas.
También se explicó que el artículo 6 del Decreto 1738/92 que reglamentó la Ley 24.076 del marco regulatorio del gas natural, dispone que el Ministerio de Economía suscriba acuerdos de prórroga ad referéndum del Poder Ejecutivo Nacional en los que se incluya la renegociación contractual "necesaria para garantizar la continuidad de la normal prestación de los servicios durante el plazo de prórroga de la licencia".
Tras este apoyo, los ejecutivos de Metrogas han venido manteniendo conversaciones con funcionarios de la Secretaría de Energía para poder alcanzar consenso con relación a los términos del acuerdo de prórroga con la expectativa de ser considerarlos y eventualmente aprobarlos.
Sin embargo y al no encontrarse culminadas las negociaciones, ya que restan algunas aprobaciones y validaciones por parte de distintas reparticiones del gobierno nacional el directorio de Metrogas sugirió pasar a un cuarto intermedio hasta el año próximo.
La decisión se tomó para que se puedan ultimar "los hitos procedimentales pendientes de cumplimiento para la firma del Acuerdo en cuestión o, en su defecto, se permita al menos contar con su texto definitivo".
En este sentido, el representante del accionista YPF mocionó para que la asamblea extraordinaria de accionistas se suspenda por el máximo de tiempo que autoriza la normativa aplicable, reanudándose el 8 de enero de 2026 a las 9:00hs., sin necesidad de nueva convocatoria alguna.
La propuesta fue considerada por el resto de las accionistas que votaron a favor y, por consiguiente, se aprobó por unanimidad la moción de YPF con 498.220.106 votos a favor.
La mayor distribuidora de gas, ante una estrategia más amplia
De todos modos, en el mercado no consideran necesariamente un "retraso" que se demore la venta de la empresa, sino más bien una planificación estratégica que busca maximizar el valor de la compañía y asegurar condiciones atractivas para los inversores.
De hecho, se asegura que la decisión de YPF de desprenderse de Metrogas forma parte de una estrategia más amplia liderada por su presidente, Horacio Marín, enfocada en concentrar recursos en el core busines de YPF: la exploración, producción y comercialización de petróleo y gas, especialmente en Vaca Muerta, además de cumplir con el marco regulatorio que prohíbe la integración vertical de una petrolera con una distribuidora de gas.
La ventana de 2026 se perfila como el momento óptimo para la venta debido a la necesidad de ordenar y consolidar variables clave que mejoren la rentabilidad y la previsibilidad del negocio, en especial la extensión de la concesión.
Esto se debe a que cualquier inversor de peso tanto local como internacional sólo estará dispuesto a pagar un alto precio si el negocio tiene una previsibilidad a largo plazo.
Mientras tanto y luego de años de tarifas congeladas, Metrogas ha mejorado su ecuación financiera gracias a la recomposición tarifaria impulsada por el Gobierno como parte del acuerdo de Revisión Tarifaria Integral - RTI).
Refinanciación ordenada
A partir de este hecho, la empresa ha mejorado sensiblemente sus balances, buscando consolidar esta tendencia y lograr mayor rentabilidad y tener cuentas más prolijas y rentables que transformen a la empresa en un "sujeto de crédito" más robusto, elevando su valor de mercado.
Del mismo modo, Metrogas ha llevado a cabo una refinanciación de parte de su deuda con bancos privados, Enarsa y la propia YPF como otro paso fundamental para mostrar cuentas limpias; presentar una estructura de deuda ordenada y con plazos extendidos para lograr ser más atractiva y menos riesgosa para el futuro comprador.
Es decir, "poner la casa en orden" como un requisito previo que YPF establece para formalizar el proceso de venta que es liderado por el Citi como banco de inversión para orquestar la operación.
En este sentido, José Luis Manzano picó en punta y ya se encuentra preparando una nueva ofensiva para tomar el control de Metrogas.
De hacerlo, sería el tercer intento formal del empresario por adquirir la compañía, un objetivo que ha estado persistentemente en la mira de su grupo inversor durante los últimos años.
Fuentes cercanas a las negociaciones indicaron que esta nueva propuesta busca superar los obstáculos que frustraron las dos anteriores.
Interesados que se apuntan
De todos modos, las conversaciones se encuentran en una etapa inicial, pero la intención de Manzano de consolidar su participación en el sector energético argentino es clara.
El ex ministro del Interior durante el gobierno de Carlos Menem ya tiene un pie adentro de Metrogas si se tiene en cuenta que Integra Gas Distribution posee el 9% de las acciones de la compañía.
Tampoco se descarta un posible interés de ENI, la petrolera italiana con la que YPF acaba de firmar dos acuerdos estratégicos importantes como el proyecto Argentina GNL (Gas Natural Licuado) de Vaca Muerta para convertir a la región en un polo exportador global de este combustible.
En el mercado estiman que el negocio total de la distribuidora estaría por encima de los u$s1.100 millones, con lo cual el valor de la participación de YPF se calcula en alrededor de u$s700 millones.
Ya en el 2018 Manzano participó del proceso que llevó a cabo el ex presidente Mauricio Macri para que YPF se desprenda de la propiedad de Metrogas para cumplir con cuestiones normativas que le impiden a la petrolera ser dueña de una distribuidora de gas.
Ese año, la gestión de Cambiemos le otorgó al Citibank el mandato para la venta y, en ese marco, el banco recibió una serie de ofertas no vinculantes de parte de varias consultoras contratadas por varios interesados.
En ese grupo se destacaron representantes de Compañía General de Combustibles (CGC), la petrolera Eduardo Eurnekian; de Integra; además de Camuzzi, de Alejandro Mcfarlane, y Gas BAN, la distribuidora del grupo español Gas Natural Fenosa.
La intención del directorio de YPF era ceder el control de la distribuidora y, de ese modo, cumplir con la intimación de las por entonces autoridades del ENARGAS para que la petrolera se pusiera en línea con el articulado de la Ley 24.076, que prohíbe que un productor de gas tenga el control de una distribuidora.
Pero la crisis cambiaria que afectó al país durante ese período complicó severamente el financiamiento de la operación, junto a la incertidumbre política y económica que sufrió la Argentina durante el gobierno de Cambiemos.
La transacción quedó en la nada y con el desembarco del kirchnerismo en la Casa Rosada, YPF siguió con su control sobre Metrogas mediante normas con argumentaciones que fueron consideradas "sospechosas" y "flojas de papeles".
Ahora, la salida de la petrolera estatal de la distribuidora de gas volvió a tomar protagonismo ya que el gobierno nacional busca un nuevo perfil para YPF y la obliga a desprenderse de activos considerados "no estratégicos" para el futuro de la empresa.
Si bien fuentes de Metrogas declinaron hacer declaraciones a iProfesional, el estado financiero de la distribuidora viene mejorando al punto que dejó de ser una carga para YPF si se observa que el año pasado le aportó u$s186 millones de Ebitda y este año hará lo mismo con una cifra que seguramente rondará los u$s200 millones.
Los números evidencian que se encuentra en buen estado de salud financiera y que obtiene un nivel de rentabilidad adecuado para una utility, tal como se conocen a las empresas de servicios públicos que proporcionan servicios esenciales como electricidad, agua, gas y telecomunicaciones.