Quién es Javier Faroni, el productor teatral en el centro del escándalo por los negocios de la AFA

El nombre de Javier Faroni comenzó a resonar con fuerza en el mundo del fútbol argentino a medida que avanzaron las investigaciones periodísticas sobre el manejo de los ingresos comerciales de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Hasta hace pocos años, su figura estaba asociada casi exclusivamente al ambiente teatral y al espectáculo. Hoy, en cambio, su perfil quedó vinculado a algunos de los negocios más sensibles que rodean a la selección campeona del mundo.

Javier Faroni, de productor teatral a empresario del fútbol

Faroni construyó su carrera como productor teatral, con fuerte presencia en las temporadas de verano de Mar del Plata y en la cartelera porteña. Además, tuvo un recorrido político: fue diputado bonaerense por el Frente Renovador, el espacio liderado por Sergio Massa, y durante el gobierno de Alberto Fernández integró el directorio de Aerolíneas Argentinas.

Su vínculo con el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, no es reciente. En enero de 2023, Tapia sorprendió al público al subir al escenario del teatro donde se presentaba la obra El divorcio, producida por Faroni, con la Copa del Mundo obtenida en Qatar 2022. El episodio fue celebrado como una postal festiva, aunque con el tiempo cobró otro significado: el propio productor había invitado al titular de la AFA, con quien mantenía una relación personal.

Meses después de ese episodio, la AFA anunció un cambio clave: la empresa Deportick se convertía en la nueva ticketera oficial de la selección argentina, encargada de comercializar las entradas para ver en vivo a Lionel Messi y a los campeones del mundo.

Deportick, la ticketera de la Selección

Deportick no es una firma ajena al universo de Faroni. De acuerdo con la investigación periodística de La Nación, se trata de un nombre de fantasía registrado por la empresa Mastea 123 S.A., una sociedad creada en 2018 por el propio Faroni junto a su pareja, Érica Gillette, y su hermana Marcela Viviana Faroni. En 2021, la empresa cambió su razón social, aunque el control siguió en manos del mismo grupo familiar.

Incluso, el dominio web deportick.com.ar figura registrado a nombre de la hermana del productor. Antes de quedarse con el negocio de la selección, la ticketera ya había trabajado con clubes como Tigre y Temperley, y había prestado servicios en eventos puntuales para la Conmebol y la Liga Profesional. Sin embargo, el salto fue significativo: pasó de operar a escala local a manejar uno de los activos más valiosos del fútbol argentino.

Desde la AFA explicaron que la elección de Deportick respondió a una propuesta económica considerada más conveniente que la de otros competidores. Pero la investigación revela que el entramado empresarial va mucho más allá de la venta de entradas.

La empresa en Estados Unidos y los millones en juego

Un año antes del Mundial de Qatar 2022, el comité ejecutivo de la AFA aprobó un contrato con TourProdEnter LLC, una empresa con sede en Florida y administrada por Érica Gillette. Por decisión directa de la conducción de la AFA, la firma fue designada como "Agente Comercial Exclusivo para el exterior".

En los hechos, eso significa que cualquier acuerdo de sponsoreo, patrocinio o explotación comercial de la marca AFA y de sus selecciones fuera del país debía canalizarse a través de esa estructura. Según el boletín oficial del organismo, TourProdEnter también gestiona eventos, logística y promoción internacional.

La investigación periodística reveló que entre 2022 y 2025 la empresa movió más de US$260 millones en cuentas bancarias de Estados Unidos. Al mismo tiempo, en los balances oficiales presentados por la AFA ante la Inspección General de Justicia, TourProdEnter figura como la principal deudora del organismo, con una deuda superior a los $13.000 millones.

Expansión internacional y foco judicial

El nombre de Faroni volvió a aparecer en el radar del fútbol internacional en agosto de 2024, cuando adquirió el 80% del Perugia Calcio, un histórico club italiano que actualmente milita en la Serie C. Su desembarco en Europa, sin antecedentes en la gestión deportiva, sumó otro capítulo a una expansión empresarial tan veloz como llamativa.

En las últimas semanas, incluso, recibió una sanción en Italia por no cumplir con la obligación reglamentaria de conformar un equipo de fútbol femenino, un requisito exigido por las autoridades deportivas.

El recorrido de Javier Faroni expone cómo un productor teatral, con vínculos políticos y personales, logró posicionarse en el corazón del negocio del fútbol argentino. En el actual contexto judicial que rodea a la AFA, su nombre aparece asociado a decisiones comerciales que hoy son analizadas con lupa por la Justicia y los organismos de control.