La Bolsa porteña cayó el viernes, en línea con la tendencia de los mercados externos, ante una mayor aversión al riesgo frente a la perspectiva de una posible guerra comercial luego de que el Presidente estadounidense, Donal Trump, dijera que impondrá aranceles a importaciones de acero y aluminio.

El índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires descendió 0,31%, hasta las 31.900 unidades, en un contexto en el que imperaba la cautela y un reducido volumen de negocios.

"Es poco probable que los aranceles a la importación de acero y aluminio anunciadas por los Estados Unidos tengan un gran impacto en las economías emergentes, pero los temores referidos a un crecimiento del proteccionismo igual sacudieron a los mercados", dijo un informe de la consultora Capital Economics.

En este contexto, en el orden local las mayores bajas correspondieron a Banco Macro, que retrocedió 4,4%, seguido por Aluar (-4,2%) y Juan Minetti, con una baja de 3,6 por ciento.

En cuanto a las subas, sobresalió Transener, con un incremento del 10 por ciento.

Cabe recordar que el Merval cerró con pérdidas el jueves ante la toma de coberturas en dólares por parte de bancos y empresas, en momentos en que los activos locales estuvieron afectados por la tendencia negativa de la plaza estadounidense.

Desde Rava, sostienen que "la bolsa porteña atraviesa momentos difíciles, ya que no logra estabilizarse y recuperar los valores obtenidos en el primer mes del año".

Agregan que los "inversores locales van a tener que tener en cuenta muchos factores, tanto internos como externos a la hora de decidir para donde encaminar sus carteras".

Por el lado de las acciones y ADRs de empresas argentinas que cotizan en Wall Street, el clima también fue adverso, con amplio predominio de las bajas, destacándose las de Edenor y Telecom, que retrocedieron en promedio un 4%. 

Incluso, antes de las declaraciones de Trump, varios operadores dijeron que las expectativas de que la fortaleza en la mayor economía del mundo lleve a la Reserva Federal a subir sus tasas de interés más rápido de lo anticipado se reflejaba con una mayor aversión hacia los mercados de riesgo.

Bajo estas condiciones, "creemos que marzo traerá una tónica similar a la observada durante febrero, donde la volatilidad fue el común denominador" dijo Agustín Trella, analista de la firma Balanz Capital.

Debe tenerse en cuenta que el clima externo es claramente adverso, pues los principales Indices a nivel global, aun no logran estabilizarse. Es por esto que los inversores están muy cautelosos a todo tipo de datos que puedan provocar otra gran caída.

Cabe destacar que con la rueda del viernes se alcanza el cuarto día consecutivo de bajas en los principales mercados del mundo. Sólo en el día de hoy el Dax de Francfort y el CAC de París retrocedieron más de un 2,2%, en tanto que el Ibex de Madrid perdió un 2%. Más temprano, el Nikkei de Tokio cayó un 2,3%.

Un contexto similar se vivió al principio en Wall Street, pero sobre el final de la rueda los índices cerraron, en general, en positivo.

"El mundo se encuentra al borde de una guerra comercial cuando Donald Trump anuncia aranceles severos sobre el acero y el aluminio. Olvídese de la curva de rendimiento; así es como comienzan las recesiones", ha indicado Robert Carnell, jefe de investigación de Asia-Pacífico de ING.

Los inversores han pasado de la preocupación de un repunte de la inflación al miedo a que se abra una nueva era de proteccionismo en la economía global. El dólar caía con fuerza y el euro recuperaba los 1,23 dólares. El nerviosismo también se notaba en el índice de volatilidad al repuntar un 12% y tocar máximos de un mes, alcanzando los niveles del desplome de primeros de febrero.

Fue precisamente la perspectiva de un mayor proteccionismo comercial, citado durante mucho tiempo como un riesgo político primario para las acciones de este año, el último catalizador para que la volatilidad regrese a los mercados de manera pronunciada. El índice CBOe Volatility VIX, ha subido más del 50% en lo que va de la semana, lo que eleva su tasa anual a 127%.

Esas preocupaciones llevaron a la primera corrección para el Dow y S&P en aproximadamente dos años, definida como una caída del 10% desde un pico reciente. En los niveles actuales, el Dow está 7,5% por debajo de su récord de enero, mientras que el S&P es del 6,8% y el Nasdaq está 4,3% de máximos históricos.