Este fin de semana se hizo realidad uno de los escenarios más temidos en el corazón de Cambiemos: las encuestas electorales comenzaron a mostrar a un Mauricio Macri derrotado frente a Cristina Kirchner en la instancia de balotaje. Al punto que volvieron con fuerza las versiones en el sentido de que el Presidente podría deponer su candidatura en favor de María Eugenia Vidal.

Es por eso que la reunión de este lunes de Macri con los principales empresarios del sector de la alimentación fue bastante más que un mero sello al acuerdo de precios. Todos lo sabían: para hablar de la logística de los "precios esenciales" se podía manejar con funcionarios de la segunda línea y no era necesaria una reunión cara a cara con el Presidente.

Más bien, tras los controvertidos anuncios de medidas y tras la reacción negativa del mercado financiero, había una necesidad de evaluar el momento político. Los ejecutivos querían ver si Macri acusaba el desgaste de los últimos reveses económicos. Y el Presidente necesitaba dar un mensaje alentador, y lo dio: frente a los industriales se mostró confiado -lejos de su atribulada presencia en el video con una vecina de Colegiales- y pidió "mirar hacia adelante".

Y no solo eso: se mostró optimista sobre su desempeño electoral y -contradiciendo las encuestas que se habían difundido el fin de semana- lanzó números de sondeos propios que lo ubican ganador: 52% versus 48% en un eventual balotaje contra Cristina, notificó a sus selectos interlocutores.

La sorpresa de los empresarios es imaginable: sondeos de las consultoras Isonomía, Aresco y Synopsis coincidieron durante la Semana Santa en señalar el posible triunfo de Cristina como un cambio decisivo en la intención de voto.

De todas ellas, la que más ruido generó fue la de Isonomía, la encuestadora preferida de la Casa Rosada, que ubicó a la ex presidenta ganando la segunda vuelta contra el actual mandatario por amplia diferencia: 9 puntos (45% versus 36%).

Este último dato, que para disgusto del Gobierno se filtró gracias a inversores internacionales, alimentó el sentimiento de desconfianza externo que originó el "jueves negro", con hundimiento de las acciones argentinas en Nueva York y disparada del riesgo país hasta los 854 puntos.

En la carrera hacia las presidenciales de octubre, no era novedad que Cristina vencía a Macri en la primera vuelta: todos los sondeos mostraban ese panorama pero luego, en la definición mano a mano, daban triunfador al Presidente.

Por esta razón, también durante el fin de semana volvió a rumorearse el reflote del "Plan V", que colocaría como candidata presidencial de Cambiemos a María Eugenia Vidal, en caso de que Macri no rinda en las encuestas.

Macri y el ministro Dante Sica, ante empresarios en la reunión de este lunes.

La encuesta "bomba"

La última encuesta electoral de la consultora preferida por Cambiemos, Isonomía, señala que la ex mandataria Cristina Kirchner se impondría por 9 puntos sobre Mauricio Macri en un balotaje.

Isonomía es una de las consultoras que se encuentra entre las líderes en campañas electorales, asesoramiento estratégico, investigación de opinión pública, mercado y asuntos públicos en la Argentina.

Dentro del oficialismo es una encuestadora respetada e incluso realizó trabajos para la Jefatura de Gabinete de la Nación y para el propio Marcos Peña, quien en un año le encargó decenas de investigaciones.

La expresidenta sacaría 45 puntos en segunda vuelta mientras que el Presidente obtiene solo 36, lo que profundiza la diferencia que apenas un punto que Cristina le sacaba hace solo un mes, según un relevamiento de la misma consultora.

La encuesta revela que todavía hay un 17% de votantes indecisos y un 3% que no sabe o no contesta. En tanto, día a día crece la tendencia de voto en favor de Cristina, lo que revela en proyección una mayor diferencia sobre Macri.

Según el análisis de Isonomía, la mayoría de los votantes en primera vuelta de Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey migrarían al voto a Cristina, mientras que lo que votarían por Roberto Lavagna se repartirían en forma pareja.