Movilización callejera, visita de Lula y hasta piquetes: la defensa de Cristina, entre el fervor del ala K y la cautela albertista
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El fervor del kirchnerismo se despertó en las últimas 24 horas. La decisión de pedir una condena de 12 años contra Cristina Kirchner y la negación de que amplíe su declaración generó la revitalización de la militancia por salir a las calles a manifestarse.
El kirchnerismo cree que el Tribunal que acusa a la vicepresidenta en la causa de Vialidad "tiene la sentencia escrita" y planifica una defensa contra la proscripción política de la ex presidenta. Desde distintos sectores debaten un plan de acción que implica marchas y cortes en todo el país. "Se está discutiendo la movilización", reconoció a este medio un dirigente de La Cámpora, la agrupación que lidera Máximo Kirchner. Sin embargo, un grupo interno intenta bajar la espuma para evitar una mayor alteración social.
Después de que el fiscal Luciani terminó los alegatos y pidió una elevada condena que incluye la inhibición de por vida de ocupar cargos públicos, todo el arco político del oficialismo se expresó en mensajes de apoyo en las redes sociales. El eslogan "#todosconcristina" se instaló como tendencia en la Argentina.
En el Instituto Patria comparan el caso de lawfare de Cristina con la causa muy parecida que vivió el ex presidente de Brasil, Lula da Silva, por el que estuvo preso 500 días. Un grupo que acompaña a la vicepresidenta planea traer a Lula al país para que cuente cómo fue víctima del lawfare.
El kirchnerismo sale a la calle
En varios espacios del oficialismo creen que la forma de confrontar a la Justicia "es en las calles". Desde el lunes, la militancia y varios referentes del Frente de Todos se hicieron presentes en la puerta de la casa de la ex presidenta en el barrio porteño de Recoleta y en las puertas del Senado. "La gente va y son de distintos espacios políticos dentro del FDT y reacciona naturalmente. No hubo mandato de organización", explicaron sobre la convocatoria espontánea.
El primero en agitar la movida fue el ministro bonaerense, Andrés "cuervo" Larroque, quien lanzó un tuit con la frase "Con Cristina no se jode". También apuntó que la vicepresidenta no se frenará ante "el poder".
¿A quién le hablaba La Cámpora? ¿Era un llamado a la militancia o un mensaje al poder real de la Argentina? "Se refirió al establishment, el círculo rojo, sectores del poder judicial, la oposición política, los medios, el empresariado", analizó una fuente camporista.
El ala dura K y la defensa de Cristina Kirchner
El ala dura reclamó una reacción urgente. Diferentes sectores se proclamaron en "alerta y movilización". El líder piquetero Luis D’Elia llamó "no solo a marchas en plazas y a la casa de Cristina, sino que hay que cortar las grandes rutas, los grandes accesos y las grandes avenidas por tiempo indeterminado". El secretario general de ATE capital, Daniel Catalano, pidió: "Hay que movilizar antes de que condenen a Cristina Kirchner".
La idea de movilizar contra la Justicia no es nueva en el kirchnerismo. Desde hace varios meses, los leales a Cristina organizan actos en diferentes plazas de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires bajo las consignas "No al lawfare mediático y judicial".
En mayo pasado el Frente de Todos encabezó una movilización frente al Palacio de Justicia en un acto contra la Corte Suprema que contó con el apoyo de la CGT, la CTA, organismos de Derechos Humanos y movimientos sociales. Otra de las grandes manifestaciones del oficialismo fue el 1 de febrero frente a los Tribunales con las consignas "fin del lawfare", "basta de impunidad", "democratización de la Justicia" y hasta el pedido de la renuncia de la Corte Suprema.
Posición del Gobierno
En la Casa Rosada, la agenda se paralizó tras el pedido de la pena contra Cristina. Alberto Fernández suspendió los actos que tenía previstos entre lunes y martes. El Presidente incluso retomó el diálogo telefónico con su compañera de fórmula y tendrán un encuentro en los próximos días.
El Gobierno reaccionó con una fuerte defensa, con palabras de aliento a la vicepresidenta, y advirtió sobre una "persecución judicial y mediática". El hecho es que se viven momentos de nerviosismo por la causa de Vialidad ante una posible pena de cárcel contra la ex presidenta. Consideran que "podría alterar la paz social".
En el albertismo miran con cautela los pasos que vaya a dar Cristina en las elecciones del 2023. Un sector cree que hay "una jugada política" para instalarse electoralmente. Las condenas de los procesos judiciales en las causas que enfrenta Cristina podrían hacerse efectivas cuando termine el actual mandato, por lo cual podría presentarse en cualquier lista como candidata.
Hasta este momento, el Frente de Todos no mostró fisuras y se unificó en un solo discurso de apoyo a la vicepresidenta. Esta estrategia podría servir para terminar con las diferencias internas y pelear unidos en las elecciones del año próximo. El Gobierno cree que salió favorecido al denunciar una persecución política. Mientras tanto, el país vive los mismos problemas económicos que aún siguen sin resolución.