Con la vuelta de Cristina Kirchner al recinto, el Senado de la Nación aprobó este jueves -por unanimidad- el proyecto de "ley Lucio". La nueva normativa busca crear el Plan Federal de Capacitación de carácter continuo, permanente y obligatorio, en derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Tras una ola de reclamos para que la cámara alta trate la iniciativa, que había recibido media sanción de Diputados el 9 de noviembre del año pasado, finalmente se convirtió en ley con 65 votos afirmativos.

El Senado aprobó la Ley Lucio

Cabe destacar que el abuelo de Lucio Dupuy -el niño de cinco años brutalmente asesinado que inspiró la creación del proyecto- estuvo presente en el debate, en uno de los palcos de la cámara. Dupuy falleció tras recibir palizas permanentes de parte de su madre y la pareja de la misma en Santa Rosa, La Pampa.

La iniciativa, que recrea el formato de la Ley Micaela aunque en este caso vinculado a la la prevención y detección temprana de la violencia contra las infancias y adolescencias, había estado en el temario de la fallida sesión del 30 de marzo, cuando el oficialismo y la oposición no pudieron ponerse de acuerdo en el orden de tratamiento de los proyectos y se suscitaron álgidas discusiones no resueltas sobre cuestiones reglamentarias.

El proyecto para la capacitación y detección temprana de la violencia en las infancias fue incluido en el temario de las sesiones extraordinarias, "a última hora". Fue oficializado a través del Decreto 45/2023, publicado durante la madrugada del 26 de enero en el Boletín Oficial con la firma del presidente Alberto Fernández y su exjefe de Gabinete, Juan Luis Manzur.

La decisión fue tomada luego de los cuestionamientos que el Presidente recibió una semana antes justamente por el abuelo de Lucio Dupuy, que acusó al mandatario de no cumplir con su promesa de impulsar la normativa. "Cuando el presidente de la Nación vino a General Pico, nos prometió que iba a aprobar la ley en la primera sesión, pero lamentablemente la encajonó", había asegurado Ramón Dupuy.

El abuelo de Lucio Dupuy, Ramón, dándole las gracias a Cristina luego de la aprobación de la Ley Lucio que ayudará a prevenir y detectar el maltrato infantil. Aunque les duela Cristina siempre está donde tiene que estar pic.twitter.com/wUMBKBoaBD — Gonza Carranza ???? (@gonzacarranzaa) April 13, 2023

El kirchnerismo debió negociar con la oposición para reactivar el Senado

Luego del escándalo que se generó a fines de marzo en el Senado cuando la oposición se retiró del recinto y dejó al oficialismo sin quórum, la bancada del Frente de Todos abrió una negociación, forzada por la pérdida de su mayoría, para acordar un temario con la oposición que les permita volver a sesionar el próximo jueves después de cinco meses de inactividad.

Las gestiones empezaron la semana pasada, con un nuevo pedido de sesión especial por parte de Juntos por el Cambio para presionar a la vicepresidenta Cristina Kirchner y volver a exhibir su debilidad numérica en la Cámara cuya agenda hasta ahora manejaba.

"El oficialismo no puede estirar más esta situación", había deslizado una fuente opositora a iProfesional en las horas previas a la reunión de Labor Parlamentaria en la que finalmente hubo acuerdo, luego del intento fallido del Frente de Todos por imponer un temario en la última sesión.

La principal bancada opositora dejó expuesto que cuando se junta con Unidad Federal, el nuevo bloque creado a partir de la ruptura de cuatro senadores con el Frente de Todos, superan al oficialismo en número y alcanzan el quórum para sesionar sin su anuencia. Esto obligó a los conducidos por Cristina Kirchner a buscar un consenso para salir de la parálisis legislativa.

Y es que el Senado no sesiona desde noviembre pasado a pesar de que el Gobierno había convocado a sesiones extraordinarias para enero y febrero y la lista de temas pendientes se hizo cada vez más larga, desde la demorada designación de jueces para cubrir vacantes en la Justicia Federal de Rosario hasta la exención de Ganancias para trabajadores de la salud.

En Juntos por el Cambio vivieron la negociación en sí misma como un triunfo político, dado que lo que buscaban, según afirmaron en las últimas semanas, era que el Frente de Todos reconociera que ya no alcanza los 37 senadores que se necesitan para tener quórum y necesita negociar con la oposición.