El kirchnerismo perdió unos 6 millones de votos desde 2019
En las elecciones primarias que tuvieron lugar el domingo, el kirchnerismo obtuvo unos 6 millones de votos menos que en 2019, cuando el espacio regresó al poder con la fórmula Alberto Fernández - Cristina Fernández de Kirchner.
La vicepresidenta había anticipado, como ya lo habían hecho varias encuestas, que se trataría de una elección dividida en tres tercios, en lugar de dos fuerzas polarizantes y opuestas, como las elecciones presidenciales anteriores.
Asimismo, el núcleo duro de votantes del kirchnerismo venía mostrando reducciones del tradicional 30% que supo obtener en algún momento en las encuestas, mientras crecía el de otra candidata, Patricia Bullrich.
Lo que nadie vio venir fue el triunfo tan claro del candidato de la Libertad Avanza, Javier Milei, quien lejos de posicionarse como el tercero que podría inclinar un ballotage al que no entraba -como mencionaban varias encuestas- terminó siendo el "cisne negro" que hechó por tierra todos los cálculos pre-electorales.
El kirchneismo quiere entrar en el ballotage
De acuerdo a Clarín, el oficialismo perdió el domingo unos 6.700.000 votos respecto al resultado favorable obtenido en las elecciones presidenciales de 2019. Sería más aún si se compara con el resultado conseguido por Cristina Kircher en su última candidatura a presidenta en 2011, cuando se hizo de unos 12 millones de sufragios.
La buena noticia para quien ahora se postula como legisladora de la Provincia de Buenos Aires es que en ese distrito parece asegurado el triunfo del actual gobernador, Axel Kicillof. El kirchnerismo retendría el bastión bonaerense y aseguraría así su propia supervivencia como espacio diferenciado, incluso si se reitera un resultado como el del domingo, que dejaría a la fuerza incluso fuera del ballotage.
La cifra que ronda el 27% en la sumatoria de lo obtenido por Massa y Juan Grabois es una catástrofe, peor que el 34,5% obtenido en las elecciones legislativas de 2020, marcadas fuertemente por el fin de la pandemia y la situación económica. Y su poder territorial en todo el país ha menguado como nunca antes: de las 13 provincias que manejaba hasta ahora, pasará a gobernar en el mejor de los casos, 8 provincias.
No por nada tanto la vicepresidenta como el actual Presidente de la Nación, Alberto Fernández, se mantuvieron todo este tiempo lejos de la campaña.
Según Clarín, el kirchnerismo culminará su mandato duplicando la inflación de los cuatro años de Macri y superando la de este año en más del 120%; triplicando los planes hasta llevarlos a casi un millón y medio; con una pobreza de más del 40%; y un empleo en negro -trabajo precarizado pese a tener a la CGT como "columna vertebral"- de otro 40%.
Hacia la elección de octubre, el principal problema que se le plantea a Unión por la Patria con la candidatura de Massa, es la limitante que tiene para sumar votos. Siempre el kirchnerismo sumó menos apoyos entre las PASO y la elección, y en esta oportunidad podrá cambiar la historia si logra conquistar algunos de los sufragios de quienes no concurrieron a votar -solo votó 69% del padrón- o del 4% que votó en blanco.
No será nada fácil, el propio Kicillof hizo hincapié en que les preocupa "la caída de la participación de un sector que tal vez siempre da lo mismo votar. Es una novedad inquietante para nuestra democracia".