La discusión en torno a la cuestionada Ley de Alquileres vuelve a la Cámara de Diputados a partir de la sesión que impulsó la oposición para este miércoles con el fin de tratar su reforma o su derogación, pero sin garantías concretas de poder avanzar en ninguna de las dos opciones y con el diputado y candidato presidencial Javier Milei en una posición que complica más el escenario.

Entre Juntos por el Cambio, el Interbloque Federal, La Libertad Avanza y diputados de otros espacios más chicos como Provincias Unidas lograron el quórum de 129 presentes asegurado para abrir la sesión. Sin embargo, hasta ahora no hay un acuerdo sobre qué hacer con la ley vigente.

A diferencia del oficialismo, que defiende la normativa actual de contratos de alquiler de 3 años con ajuste anual en base a la combinación de los índices de inflación y de variación salarial, todos los diputados del arco opositor coinciden en que es "una mala ley" que agrava la crisis para propietarios e inquilinos, pero no tienen los votos para derogarla como quieren muchos de ellos.

La alternativa es el dictamen de minoría que firmaron el año pasado, el cual propone volver a los contratos de 2 años que regían antes de 2020 y habilitar que las partes acuerden el plazo del ajuste (que podría ser entre 3 y 12 meses) así como el índice por el cual se determinará el cambio de precio. La oposición está cerca de reunir los votos, pero los números son muy finos.

Milei y sus dos diputadas (Victoria Villarruel y Carolina Píparo) no quieren acompañar la reforma e insisten en una derogación que, por ahora, es imposible. Esto complica la posibilidad de que Juntos por el Cambio alcance la mayoría para aprobar el dictamen y, por si fuera poco, agrega ribetes político-electorales incómodos para la alianza opositora.

Ley de Alquileres: negociaciones sin acuerdo en la oposición y dudas sobre Milei

Durante el martes hubo conversaciones entre los distintos bloques de la oposición para consensuar una postura. Algunos diputados temen que el dictamen haya "quedado viejo" porque desde que se firmó en junio de 2022 la coyuntura económica empeoró.

Juntos por el Cambio intenta aprobar la reforma de la ley pero los números muy justos y hay suspenso

Se abrió entonces una negociación para hacerle retoques a la iniciativa que, además de actualizarla, permitan un acuerdo más amplio para poder construir una mayoría y aprobarla frente al rechazo del oficialismo, pero no hubo acuerdo entre JxC y los bloques más chicos como el Federal y Provincias Unidas, según señalaron a iProfesional fuentes al tanto de esas gestiones.

En la bancada de Juntos por el Cambio "casi todos quieren derogar" la ley actual y esperar. Igual que Milei. Sin embargo, los proyectos que plantean esa vía (el principal es de Hernán Lombardi, del PRO) no tienen dictamen de comisión y, por lo tanto, requieren de una mayoría de dos tercios que la oposición no puede alcanzar si el oficialismo está sentado en su banca, como prevén hacer.

Por esa razón, un sector de Juntos por el Cambio intentó hacer cambios al proyecto con el fin de convencer al sector de Milei y asegurarse así la mayoría para aprobarlo, pero hasta el momento no lograron convencerlos. "Los libertarios son derogadores y seguramente se vayan sin votar ningún dictamen", deslizó una de las fuentes consultadas. "Está todo empantanado", agregó.

El mayor riesgo que ve JxC, potenciado por las elecciones y el "fenómeno Milei"

Si el pedido para votar el proyecto de derogación fracasa, la Cámara baja tendrá que debatir los dos dictámenes que tiene a la vista: primero el del oficialismo, que solo propone incentivos fiscales para la oferta de inmuebles, y luego el de la oposición. En Juntos por el Cambio dan por hecho que el Frente de Todos no tiene los números, pero también dudan sobre los propios.

Sin los votos de Milei, en Juntos por el Cambio creen que el riesgo latente sobre la sesión de este miércoles es que "se caigan los dos" dictámenes en caso de que ninguno alcance la mayoría suficiente para ser aprobado y enviado al Senado.

De darse esa situación, el tema no podría volver a ser tratado hasta el año próximo. "Sería un papelón", reconoció ante iProfesional una fuente opositora. Esto es lo que Juntos por el Cambio intenta evitar a toda costa por estas horas, consciente de que un desenlace así tendría consecuencias en la campaña electoral donde tanto ellos como el oficialismo arrancan por detrás de Milei.

Parte de la oposición busca acercar a Milei y temen una nueva frustración que el libertario pueda capitalizar

"Si se caen los dos dictámenes queda mal todo el mundo salvo Milei, que se va a poner a putear contra la casta y termina ganando en primera vuelta", exageró una de las fuentes consultadas por este medio, para graficar la preocupación política que rodea al debate sobre la Ley de Alquileres a dos meses de las elecciones generales.

¿Qué dice el proyecto que intenta aprobar la oposición?

El dictamen de la oposición y el del oficialismo solo coinciden en la propuesta de otorgar beneficios fiscales a los propietarios que pongan inmuebles para alquilar con destino a vivienda. Sin embargo, el del Frente de Todos se limita a este incentivo para la oferta mientras que deja como está el plazo de los contratos y las condiciones para el ajuste anual.

Ese punto es el más criticado por la inmobiliarias, que advierten sobre la inconveniencia para los propietarios de poner inmuebles en alquiler bajo esos términos cuando la inflación viene en alza permanente y se encamina tras la devaluación a cerrar el año en 200%.

Atento a ese reclamo, el dictamen de la oposición propone contratos de dos años donde el ajuste del valor del alquiler se pueda hacer "con la periodicidad que acuerden las partes, por intervalos de entre tres y doce meses" y en base al IPC (inflación minorista), al índice de precios mayoristas, al de variación salarial (RIPTE) "o una combinación de dichos índices, según las partes acuerden".

El proyecto establece además que no puede exigirse al inquilino o locatario el pago de alquileres anticipados ni depósitos de garantía superiores a un mes y ofrece distintas exenciones impositivas para tratar de alentar la oferta que, por ejemplo en la Capital Federal, se redujo a menos de 500 inmuebles.

En ese sentido, propone exenciones sobre el monotributo para los propietarios que no realicen más de tres actividades o no posean más de tres unidades de explotación y también para el pago del impuesto a los Bienes Personales sobre los bienes ofrecidos en alquiler "para casa-habitación, con contratos debidamente registrados", aunque con un tope a determinar según el valor del contrato.