Los saqueos que se registraron en algunos municipios del conurbano y provincias como Córdoba y Mendoza no solo pusieron en alerta al Gobierno, sino que lo dejaron en un estado de desconcierto que se advierte en distintos sectores del oficialismo, donde coinciden en que se trata de "robos piraña" orquestados, pero nadie sabe por quién.

Luego de que la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, afirmara que los hechos registrados fueron motivados por el espacio del candidato libertario Javier Milei, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, reconoció que no tienen "datos fidedignos que permitan decir 'fulano o mengano son los responsables'".

Fuentes del oficialismo cosultadas por iProfesional insistieron en que no tienen dudas de que los episodios de violencia "están armados" y remarcan que "no son saqueos, son robos piraña". Justifican esa lectura en los videos que muestran robos en banda de ropa, artículos electrónicos y bebidas alcoholicas.

Llamativamente, en Juntos por el Cambio piensan lo mismo. Una fuente del interbloque de diputados de ese espacio consultada por este medio afirmó que, al menos en Mendoza -provincia que gobierna la oposición- llegaron a la conclusión de que "está todo armado" y que no son propiamente "saqueos".

Saqueos: la idea de una "mano negra" se extiende pero hay más dudas que certezas

De esta manera, la teoría del complot se extiende por todo el arco político incluida la alianza opositora, a pesar de que su candidata presidencial, Patricia Bulllrich, aprovechó los episodios de violencia para revitalizar su discurso de campaña sobre el "orden" y apuntó al "desgobierno" por parte del oficialismo.

Sin embargo, nadie tiene siquiera una hipótesis sobre quién puede ser responsable. Este miércoles el diriente piquetero Raúl Castells se adjudicó haber incentivado los "saqueos" en zonas del conurbano como respuesta al fuerte aumento de los precios de alimentos tras la devaluación del lunes posterior a las PASO.

En el oficialismo y también en la oposición creen que fueron hechos "armados" pero prima el desconcierto

"Es muy raro lo de Castells, no me extrañaría que alguien le haya pedido salir a decir eso", deslizó ante este medio una fuente vinculada al oficialismo. Además, en otras terminales de Unión por la Patria sospechan de una posible influencia de la interna que atraviesa al peronismo tras la derrota en las PASO.

"Un intendente sabe lo que pasa en su municipio. Sin embargo, acá nadie sabe qué pasó. Eso es lo raro", deslizó una de las fuentes consultadas. En ese contexto, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, conversó sobre el tema el último martes por la noche con varios jefes comunales del conurbano con el fin de extremar las medidas de seguridad.

En el medio, el sector de Milei regó Twitter con la versión de que los episodios fueron autogenerados por el Gobierno con el supuesto propósito de poner al país en una situación de caos para la transición de diciembre. En definitiva, abundan las acusaciones y rumores pero hay una falta total de certezas.

En medio del desconcierto, el Gobierno apela a los detenidos

En algunos sectores de la dirigencia política, según pudo constatar iProfesional, advierten que "cuando nadie sabe bien de dónde viene la mano, es porque son los servicios", en alusión al mundo subterráneo de la Inteligencia.

No obstante, tanto en el Ministerio de Seguridad de la Nación como en el de la Provincia, a cargo de Sergio Berni, esperan que los arrestos de 94 personas que se dieron en las últimas horas ls permitan saber qué hay detrás de los robos registrados en algunos supermercados y comercios barriales.

Berni afirmó que se produjeron "más de 150 intentos de saqueo" que fueron controlados por las fuerzas de seguridad. Fernández, por su parte, anunció la creación de un comando integrado por las distintas fuerzas para monitorear la situación.

El Gobierno intenta desvincular los episodios de la crisis económica para ahuyentar el fantasma de 2001

Por su parte, Kicillof remarcó que "esto se vino fomentando durante el fin de semana" con "deuncias al 911 que resultaron todas falsas". La teoría de los hechos "orquestados" avanza, pero nadie sabe cuál es la mano que está detrás y esto es lo que desconcierta al Gobierno y también a la oposición.

El último antecedente: lejos de 2001, Cristina Kirchner también tuvo saqueos

Las imágenes de saqueos recuerdan inmediatamente a la crisis que vivió el país en 2001. Sin embargo, el Gobierno apunta a que los episodios registrados en estos días no son motivados por la crisis económica como en aquella época. "No se llevan comida", repiten en el oficialismo para justificar esa visión.

No obstante, en aquel momento a la crisis se le sumó el accionar de grupos cuya pertenencia nunca terminó de descubrirse, que recorrían barrios del conurbano alertando a los comerciantes y pidiéndoles que cerraran las persianas incluso en lugares donde no se registraban desmanes. Es lo que se denomina "operación psicológica".

Pero hay un antecedente todavía más cercano de saqueos en la Argentina. En 2013, durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner, se registraron varios episodios de ese tipo que iniciaron en el sur del país. Hubo una situación de descontrol e incluso muertos.

La explicación de la entonces presidenta en aquel entonces fue similar a la que hoy intenta dar el Gobierno y circula en la oposición: que detrás de esos saqueos había "planificación y ejecución quirúrgica".