SITUACIÓN CRÍTICA

Del decreto de Macri a la motosierra de Milei: radiografía de los recortes que sufrió el Garrahan en los últimos años

Los salarios bajos y el estado de desidia del nosocomio generaron polémica en los últimos pero, ¿desde cuándo data esta situación?
Por Abigail Luna
POLÍTICA - 29 de Mayo, 2025

En los últimos días, el nombre del Hospital Garrahan, emblema de la pediatría de alta complejidad en todo el país, comenzó a resonar por el mal estado en el que se encuentra. Los profesionales de la salud, con sus característicos guardapolvos blancos, salieron a marchar denunciando una situación insostenible debido a que los recursos son insuficientes, los salarios perdieron poder adquisitivo y el funcionamiento del nosocomio está al borde del colapso ante el ajuste: "Estamos en una situación límite de vaciamiento", confesó un médico en una reciente movilización frente al edificio de la calle Combate de los Pozos.

Los trabajadores describen un panorama desolador: renuncias masivas, turnos saturados y una caída en la calidad de atención que pone en riesgo a los miles de niños que atienden anualmente. Pese a ello, el Ministerio de Salud, a cargo de Mario Lugones, sostiene que no hay desfinanciamiento, sino una mala distribución de recursos, con un 66% del presupuesto destinado a personal administrativo y solo un 34% a médicos. Pero, de nuevo, los médicos contraatacaron afirmando que esos sueldos perdieron más del 35% de su valor desde noviembre del 2023.

Esta crisis, que pone en duda la continuidad laboral de muchos médicos, aunque agudizada en los últimos años, viene agigantándose desde hace más de diez. Es decir, no es algo nuevo. El Garrahan lleva más de una década enfrentando recortes presupuestarios, ajustes por inflación y una lucha constante por mantener su excelencia en un contexto económico adverso.

Desde 2014, los números muestran una tendencia preocupante: el presupuesto del hospital, que depende en un 80% de la Nación y un 20% de la Ciudad de Buenos Aires, siempre resultó insuficiente para cubrir las necesidades operativas y salariales. Lo que empujó al mismo a sostenerse parcialmente con ingresos autogestionados, como facturación a obras sociales y donaciones. Pero, ¿cómo se llegó a este punto? ¿Y, cuáles fueron los recortes que marcaron esta trayectoria?

Los primeros golpes de Mauricio Macri, en la Ciudad y en Nación

Al menos desde el año 2014, bajo la gestión del entonces jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, ya pueden encontrarse algunos recortes. En aquel momento, Ciudad Autónoma de Buenos Aires aportaba el 50% del presupuesto del Garrahan, hasta que se recortaron $113 millones, y en 2015 otros $226 millones, sumando un total de $453 millones en menos de dos años.

Para contextualizar, en 2015, con un dólar oficial promedio de $9,25, esos $453 millones equivalían a unos u$s48,9 millones. Hoy, con un dólar paralelo por debajo de los $1.200 en mayo de 2025, esa cifra ajustada por tipo de cambio sería aproximadamente $58.680 millones, una suma astronómica que refleja la magnitud del ajuste en términos reales. Aún así, el hospital solicitó $2.330 millones para 2015, pero recibió solo $1.880 millones, lo que implicó una reducción del 19,3% respecto a lo que habían pedido.

En 2017, con Macri ocupando el cargo de presidente, el Ejecutivo cambió la forma de financiamiento del Garrahan con el Decreto 219/17, donde se redujo al 20% la responsabilidad presupuestaria que asumiría el territorio porteño, mientras que a Nación le correspondería el 80%. Si bien, durante esos años no se reportaron recortes explícitos, la inflación, que osciló entre el 25% y el 53% anual, erosionó drásticamente el valor de sus fondos.

Se dudó en aquel momento si esta quita de responsabilidad al gobierno porteño respondía más a un favor a los propios que en beneficio del Garrahan, pero los planteos quedaron en segundo lugar al pasar el tiempo. Claro que, el hospital mantuvo su operatividad, pero ya desde allí los trabajadores comenzaron a advertir sobre la falta de actualización salarial y la sobrecarga laboral. Con esas complicaciones, el Garrahan logró atender a más 500.000 pacientes al año, de acuerdo a sus balances, pero la calma -con la llegada de la pandemia- sería solo pasajera.

La pandemia y el recorte de Alberto Fernández

En el 2021, en plena pandemia de COVID-19, el presupuesto nacional del Garrahan sufrió un duro revés. Pese a ser uno de los momentos más críticos y cuando más se requería de salud, sus recursos fueron de $17.075 millones, pero con una inflación superior al 50%, el incremento nominal proyectado para 2022 apenas fue de un 0,38%. Esto resultó en un recorte real del 21,9%.

Un año después, la situación se tornó un tanto más preocupante que con el exmandatario del PRO y los profesionales de la salud convocaron a una huelga de dos días, las cuales se realizaron el miércoles 23 y el jueves 24 de noviembre del 2022. "Esto es crítico, hay muchos jóvenes que están renunciando y esto pone en peligro al sistema del hospital tal como lo conocemos", había denunciado la secretaria gremial del hospital, Norma Lezama. Esta misma indicó que el ingreso presupuestario de ese año debía ser 40 mil millones de pesos, pero que solo se asignaron 30 mil millones, y 33 mil millones para el 2023.

Esa denuncia daría pie a la brecha entre lo asignado y lo necesario donde, en 2023, el Balance de Gestión del Garrahan reportó un presupuesto de 63 mil millones de pesos, con 55 mil millones procesados hasta octubre. El Ejecutivo, a cargo en ese momento de Alberto Fernández, aportó 36.400 millones y la Ciudad 7 mil millones, desligándose completamente de los porcentajes dictaminados por ley. El resto faltante, nuevamente, vendría de ingresos autogestionados.

Ya para el 2024, la situación se tornaría más compleja debido a que en Diputados no se logró dar con un acuerdo y el presupuesto del 2023 fue prorrogado. El monto que estimó el nosocomio que debía recibir era de $62.000 millones de pesos, $50.000 millones de Nación y $12.000 millones de Ciudad, pero inicialmente obtuvieron $27.200 millones de la prórroga anterior, los que resultaron altamente insuficientes. La falta de actualización frente a la abrumadora inflación del 211,4% dio, en consecuencia, con un ajuste implícito.

El Garrahan con Javier Milei: ¿pasó la motosierra?

Por último, este año el proyecto de presupuesto nacional asignó $190.500 millones al Hospital Garrahan, con un aporte estimado de $47.625 millones de la Ciudad de Buenos Aires, totalizando unos $238.125 millones, según el Ministerio de Economía. En términos nominales, esto quiere decir que el hospital no sufrió un ajuste este año, sino que experimentó un aumento significativo del 41,15% en comparación con los $168.700 millones del año anterior.

En tanto, en términos reales, es decir, ajustados por inflación, hay un recorte real debido a que no se compensa con la inflación proyectada. Esta, según estimaciones recientes, podría ubicarse en 70% lo que daría con un ajuste real del 16,9%.

Por otro lado, los profesionales aseguran que sus salarios perdieron un 60% su valor y que el recorte que sufrieron este año asciende el 40%, pero esa pérdida inicial data desde el 2023, bajo el mandato de Fernández. Las renuncias, la precariedad operativa y las obras inconclusas se registran desde el 2021, pero podrían comprenderse el reclamo debido a que el presupuesto de este año tampoco logra mitigar tales falencias, exacerbando la crisis.

Por eso, resulta necesario destacar que los ajustes de los gobiernos anteriores, especiales los recortes reales 2019 (18,72%), 2022 (24,84%), y 2023 (19,08%), y la inflación récord de 2023, dejaron al Garrahan en una situación vulnerable, con salarios deteriorados y una estructura operativa debilitada.

La administración libertaria, aunque recortó menos que en 2022 y 2023, también recortó en un 16,9%, lo que da cuenta que las complicaciones que hoy atraviesa el emblemático hospital son, parcialmente, herencia de gestiones previas.

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