Un curioso guiño de los K al Gobierno con la ley de DNU revive rumores de una negociación secreta

El debate sobre la reforma de la ley que regula los DNU en el Senado generó una situación por lo menos curiosa, en la que el kirchnerismo adelantó que apoyaría la modificación que hizo la Cámara de Diputados a ese proyecto, que es más benévola con el gobierno de Javier Milei, un giro que reavivó los rumores sobre una supuesta negociación subterránea en torno a la ampliación de la Corte Suprema.

Esa es la sospecha que quedó flotando entre los bloques de la oposición más dialoguista, que paradójicamente en este debate quedaron más enfrentados al oficialismo que Unión por la Patria. En esa bancada, que responde mayoritariamente a Cristina Kirchner, lo negaron tajantemente. "No hay nada de la Corte por ahora", respondieron ante la consulta de iProfesional.

La situación se dio en la Comisión de Asuntos Constitucionales que preside la cordobesa Alejandra Vigo (Provincias Unidas) y que se reunió para emitir dictamen sobre el proyecto que modifica la ley de los DNU y restringe las chances de Milei de gobernar a través de decretos de necesidad y urgencia, como hizo durante el primer año y medio de gestión.

El proyecto nació del Senado. A principios de septiembre, la oposición juntó una impresionante mayoría de 56 votos y aprobó la iniciativa que establece que para que un DNU quede vigente necesitará de la aprobación de las dos Cámaras del Congreso -hoy alcanza con solo una- y además en un plazo máximo de 90 días, que actualmente no existe.

Pero cuando el tema se trató en la Cámara de Diputados, la oposición no alcanzó la mayoría absoluta para aprobar el artículo que fija ese plazo límite de 90 días, por lo que el proyecto se vio modificado por la fuerza al eliminarse ese artículo y tuvo que volver al Senado. Es en ese contexto que se produjo el curioso guiño del kirchnerismo.

El guiño K al Gobierno en el Senado: ¿qué pasó con la reforma de los DNU?

Cuando un proyecto sufre una modificación en la Cámara revisora (en este caso sería Diputados) debe volver a la de origen, donde los legisladores tienen dos opciones: insistir con la versión original o aceptar el texto con los cambios, para darle sanción definitiva en forma de ley.

Al tratar el tema en la Comisión de Asuntos Constitucionales, la senadora kirchnerista Florencia López anunció que acompañarían la firma del dictamen en disidencia, pero aclaró que Unión por la Patria prefiere el proyecto, como llegó de la Cámara de Diputados, es decir, sin el plazo de 90 días.

Los opositores dialoguistas -incluida Vigo- se sorprendieron. López explicó que para Unión por la Patria "insistir sobre el mismo texto" sin tener en cuenta la modificación que hizo la Cámara de Diputados puede llevar a que la ley "dure poco", en referencia al previsible veto del Presidente.

Fuentes de Unión por la Patria deslizaron a iProfesional que fue una orden del jefe del bloque, José Mayans, y que el objetivo de aceptar el cambio que hizo Diputados fue no demorar la firma del dictamen para poder votar en el recinto la próxima semana. "En ese caso, si el Ejecutivo veta la ley, con la composición actual, podríamos insistir", explicaron.

Un proyecto más benévolo con Milei y la especulación que revive: ¿se negocia sobre la Corte?

Sin embargo, para la insistencia frente a un veto presidencial se necesitan dos tercios en el Senado y también en Diputados, pero allí la oposición hoy no podría juntar ese número, según indican fuentes parlamentarias.

Más allá de eso, lo concreto es que sin el plazo de 90 días la ley es algo más benévola con el gobierno de Milei de lo que se pretendía con el proyecto original, especialmente ahora que el oficialismo se encamina a tener más votos propios en las dos Cámaras por su triunfo en las elecciones del 26 de octubre.

Todo esto reavivó las sospechas sobre una negociación subterránea en curso entre el gobierno de Javier Milei y el kirchnerismo del Senado para avanzar eventualmente con la ampliación de la Corte Suprema y acodar la designación de los nuevos jueces, algo que según pudo corroborar este medio ocurrió durante algunos meses pero se interrumpió.

La negociación se cortó, primero, por la insistencia del oficialismo con poner a Manuel García Mansilla y Ariel Lijo en la Corte. Ambos pliegos fueron finalmente rechazados por el Senado. Luego, la campaña electoral dominó la política parlamentaria.

¿Por qué se habla de una negociación secreta por la Corte Suprema?

No obstante, pasadas las elecciones nacionales y confirmado el crecimiento que tendrá La Libertad Avanza en el Congreso y particularmente en el Senado -donde pasará de tener 6 bancas a 20, sin contar a los aliados- la negociación en torno a la Corte Suprema vuelve a ser un tema de la agenda para el mediano plazo.

El encargado de aquel intento de negociación por parte del Gobierno era el asesor Santiago Caputo, que hoy parece con las acciones en baja ante el fortalecimiento de la secretaria general de Presidencia, Karina Milei.

En los últimos días, circuló una versión sobre un supuesto contacto entre Karina Milei y Cristina Kirchner por otras cuestiones, vinculadas a la custodia policial de la expresidenta, pero según ese trascendido habría quedado tendido el puente para negociar sobre la Corte Suprema.

Ocurre que para designar a un juez en el máximo tribunal se necesita una mayoría de dos tercios, 48 votos sobre el total, que el oficialismo no alcanzará jamás sin acuerdos. Por ello, la negociación pasa primero por la ampliación de la Corte (ya hay varios proyectos que proponen llevarla de 5 a 7 o a 9 jueves) y luego los nombramientos.

Más allá de la versión, tras el giro del kirchnerismo en la comisión que trató el proyecto sobre los DNU, senadores de bloques dialoguistas comentaron por lo bajo que "evidentamente hay alguna charla y es con ellos", en alusión al kirchnerismo y con cierto recelo por la posibilidad de que la supuesta negociación no los incluya.

En la bancada de Unión por la Patria lo niegan tajantemente y reiteran los mismos argumentos que dio la senadora López: que la decisión de aprobar los cambios de Diputados tiene que ver con presentar mejores chances de aprobar una ley que, igualmente, ya no dejaría tan fácil el sostenimiento de un DNU.

De cualquier forma, el clima en el Congreso empezó a cambiar tras el triunfo del gobierno de Javier Milei en las elecciones y ya no se presenta tan adverso para el oficialismo. En Diputados lograron contrarrestar una jugada opositora con el Presupuesto 2026 y en el Senado la reforma a los DNU avanza con un texto algo más amigable. En ese contexto, lo que parecía imposible ya no lo parece tanto.