VIDEO | Arde la interna en el gremio de Moyano: batalla campal entre dos facciones de Camioneros
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Mientras la Justicia avanza en una investigación por un presunto desfalco de unos u$s10 millones dentro del sindicato de Camioneros, la organización que conduce Hugo Moyano atraviesa uno de los momentos más turbulentos de su historia.
La crisis no solo se refleja en los tribunales, sino también en la administración diaria del gremio, donde se multiplican las tensiones, los retrasos salariales y las acusaciones cruzadas entre facciones internas.
En los últimos días, empleados del sindicato, de su mutual y de la obra social comenzaron a cobrar sus haberes en cuotas, un hecho inédito para una organización que históricamente fue una de las más poderosas del movimiento obrero argentino. A esto se suman los crecientes reclamos por el deterioro financiero de la obra social, que presenta un déficit preocupante.
El descontento escaló al punto de que aparecieron carteles en el sanatorio que el gremio posee en San Justo con mensajes críticos hacia Liliana Zulet, esposa de Hugo Moyano y figura con fuerte influencia en la toma de decisiones dentro del sindicato.
Batalla campal en un torneo de fútbol de Camioneros refleja las internas
La tensión se trasladó también al plano físico. Durante un torneo de fútbol entre trabajadores de la rama de Agua y Gaseosas, disputado en la cancha de Argentino de Merlo, se desató una pelea a golpes entre grupos enfrentados.
En las imágenes difundidas, según publicó Clarín se observa la participación de facciones que responden a Pablo Moyano y otras alineadas con su hermano menor, Jerónimo Moyano. Según testigos, entre los agresores habría integrantes de barras bravas tanto de River como del club local.
El torneo estaba organizado por Juan David Alcaraz y por Jerónimo Moyano, quien en los últimos tiempos ganó protagonismo en la mesa chica del gremio, junto a su hermano abogado "Huguito" y al dirigente cegetista Octavio Argüello.
El conflicto interno se agudizó después de que Hugo Moyano desplazara a dos hombres de su máxima confianza: el secretario Administrativo, Claudio Balazic, y el tesorero, Paulo Villegas. Ambos están involucrados en la causa que investiga la Justicia de Mar del Plata por supuestos sobreprecios en las obras del hotel sindical "15 de Diciembre".
La investigación comenzó a partir de una denuncia de Héctor "Yoyo" Maldonado, histórico colaborador de Moyano. Se espera que la pericia contable esté lista antes de fin de mes.
En medio de ese contexto, el sindicato fue escenario de una campaña anónima de panfletos contra Marcelo "Feucho" Aparicio, actual secretario Gremial y figura con fuerte llegada a las bases. Los volantes lo acusaban de corrupción, aunque hasta el momento no existe ninguna evidencia que lo vincule al presunto fraude.
Aparicio, apodado "El Feo" por haber perdido un ojo durante una protesta, es un dirigente de peso en la rama de Recolección, considerada el núcleo más combativo del gremio. Su entorno interpreta las acusaciones como una maniobra interna para desplazarlo, posiblemente promovida por sectores cercanos al propio Moyano.
El distanciamiento entre Hugo y Pablo Moyano
Pablo Moyano, quien sigue ocupando formalmente el cargo de secretario adjunto, pero mantiene una relación rota con su padre, ya no participa de la vida cotidiana del sindicato. Se lo ve principalmente en el club Camioneros, desde donde conserva su estructura de apoyo. Tanto él como Aparicio mantienen influencia sobre ramas clave como Logística, Recolección y Remolque.
En los últimos días, aparecieron pintadas y banderas en apoyo a ambos, tanto en sedes del gremio como en plantas de recolección de residuos en Lanús, Caseros y San Martín. Incluso, en la cancha de Boca se desplegó una bandera con el mensaje: "Feucho, Camioneros de Boca Juniors estamos con vos".
La falta de conducción política de Hugo Moyano, debilitado por su edad y por problemas de salud, es vista como la principal causa del desorden interno. "Ya no existe el moyanismo como corriente sindical", señalaron dirigentes del propio gremio al diario Clarín.
La estructura, que alguna vez fue el corazón del poder sindical y una pieza clave en las negociaciones con distintos gobiernos, hoy parece fragmentada entre distintas lealtades.
A los conflictos políticos se suman los problemas financieros: atrasos en los pagos a empleados, reducción de prestaciones médicas y sospechas sobre negocios paralelos vinculados a dirigentes del sindicato, como plantas de reventa de bebidas.
El mandato de la actual conducción vence en 2027, pero muchos en el gremio creen que la crisis podría estallar mucho antes. Camioneros, que antes fue una organización con enorme poder político y económico, hoy enfrenta una tormenta interna que amenaza con desintegrarla desde adentro.