La CGT critica la reforma Laboral, pero para Milei hay más acuerdos que desacuerdos

Tras las declaraciones del titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, quien cuestionó la Reforma Laboral que impulsa el Ejecutivo, en la Casa Rosada evitaron dramatizar el contrapunto.

Fuentes cercanas al Gobierno señalaron que su advertencia era "esperable" y remarcaron que, más allá del tono público, "hay más acuerdos porque el sindicalismo y este Gobierno tiene los mismos intereses".

Según explican, ambas partes coinciden en un objetivo central: combatir el empleo informal.

La CGT, en el centro de la escena: cruces en el Consejo de Mayo y contactos reservados

Martínez participó esta semana del Consejo de Mayo y mantuvo una reunión con el asesor presidencial Santiago Caputo en el primer piso de la Casa Rosada, según reveló Noticias Argentinas. Tras ese encuentro, el gremialista advirtió: "No nos vamos a quedar de brazos cruzados".

Dentro del oficialismo interpretan ese mensaje como parte del posicionamiento natural de la central obrera. A su vez, voceros libertarios reforzaron que su meta es avanzar hacia "nuestra visión de cuáles son las condiciones para generar mayor formalización laboral y generar empleo privado".

Diego Santilli y Luis Caputo, las llaves de la interlocución

En el Ejecutivo destacan que la relación con la CGT se sostiene mediante distintos canales. El ministro del Interior, Diego "El Colo" Santilli, busca concretar un encuentro formal con el nuevo triunvirato de la central.

En paralelo, Santiago Caputo mantiene un diálogo más informal, pero fluido con dirigentes sindicales, lo que ayuda a evitar un quiebre abrupto.

Una reforma laboral que aún genera dudas

En Balcarce 50 admiten que persisten puntos sensibles en el borrador de la reforma, descripta internamente como un proceso de "modernización" laboral. "Nosotros hablamos de una modernización laboral que atienda sin perder derechos", había señalado Martínez antes de la reunión en el Consejo de Mayo.

La falta de un texto final complica las negociaciones, aunque el Gobierno insiste en que continuará avanzando.

Medidas de fuerza en el horizonte, sin alarma oficial

En los despachos oficiales consideran probable que la CGT adopte acciones de protesta para sostener su postura hacia las bases. Pese a ello, sostienen que la relación no está en riesgo.

La conducción libertaria sostiene que escuchará a todos los actores, pero mantiene su línea: "Escuchamos a todos, pero el diseño final es nuestro".

Se viene la pelea: los puntos más conflictivos de la reforma que amenazan con trabar el proyecto

Uno de los temas que más conflicto genera con los sindicatos tiene que ver con la llamada "ultraactividad" de los convenios colectivos. Es lo que permite que sigan vigentes de forma automática más allá de su vencimiento. El Gobierno quiere suprimirla para favorecer una actualización de esos acuerdos, a la vez que promueve las negociaciones por empresa.

Desde la perspectiva de los sindicatos, el cambio amenaza con dejarlos con un pie afuera de toda negociación. No obstante, Martínez planteó críticas más allá de las cuestiones sindicales, molesto por las filtraciones de las últimas semanas sobre puntos que favorecerían más a los empresarios que a los empleados. Por ejemplo, el llamado "banco de horas".

Por eso el líder de la UOCRA (construcción) y referente de la CGT tuvo declaraciones duras antes de entrar, cuando dijo que "nadie vota a un Gobierno para perder derechos", y también a la salida, al señalar que "no hubo precisiones" pero ve "una exposición más ideológica que objetiva, que atienda a las necesidades de generar puestos de trabajo".

Sin embargo las objeciones también empiezan a salir de algunas empresas. Por ejemplo, en el sector de los bancos se empiezan a escuchar quejas sobre la posibilidad de que la reforma habilite el pago de sueldos a través de billeteras virtuales y que haya alguna exención para esas plataformas.

Otros sectores, en tanto, también plantean reparos al reemplazo de la indemnización por el fondo de cese laboral, porque entienden que lejos de bajar los costos de la empresa podría subirlos, dado que los obliga a realizar el aporte mensual incluso por aquellos empleados a los que no piensan despedir.

Este punto impactaría principalmente en las pymes y según los especialistas, en algunos casos la indemnización podría ser incluso menos costosa para el empleador que el fondo de cese. Además, remarcan que su aplicación no parece tan práctica en todas las empresas como lo es en el sector de la construcción —de donde se tomó este sistema— porque allí hay una rotación casi permanente de empleados.