Reforma laboral: vacaciones, indemnización y otros cuatro cambios claves para los empleados
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Con el arranque de las sesiones extraordinarias en el Congreso a la vuelta de la esquina, el Gobierno nacional buscará aprobar uno de los capítulos más delicados de su agenda parlamentaria: la Reforma Laboral.
El borrador final quedó listo en los últimos días y está siendo resguardado por un círculo mínimo dentro del oficialismo: el jefe de Gabinete, Manuel Adorni; el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y la titular del bloque libertario en el Senado, Patricia Bullrich.
Mientras tanto, la Casa Rosada aceleró el operativo político para asegurarse los votos que permitan aprobar el proyecto antes de fin de año. Una fuente con acceso directo al texto lo sintetizó sin ambigüedades: "El proyecto de modernización laboral ya está terminado. Lo tienen sólo Manuel Adorni, Martín Menem y Patricia Bullrich".
La iniciativa llega después de varias semanas de tensión con la CGT y con sectores empresariales, que habían cuestionado distintos borradores. El Ejecutivo, finalmente, avanzó con su propio esquema.
La versión definitiva se cerró tras la última reunión del Consejo de Mayo, donde el representante de la UOCRA, Gerardo Martínez, rechazó de plano el documento porque, según dijo, "atentaba contra los derechos de los trabajadores". Del otro lado del mostrador, el presidente de la UIA, Martín Rappallini, reclamaba una reforma todavía más profunda.
Reforma laboral: 6 cambios clave para los empleados
Si bien no trascendieron detalles del borrador que ya tiene redactado el Gobierno y que está guardado bajo siete llaves, sí hay algunas pistas de los cambios más trascendentales que podría incluir para los empleados.
Entre otros puntos, habría cambios en la manera de calcular indemnizaciones, modificaciones para las jornadas laborales y podría habilitar el regreso de los tickets canasta, entre otros.
1. Indemnizaciones
El proyecto plantería fijar un tope para las indemnizaciones por despido sin causa. En el oficialismo se menciona la posibilidad de que sea equivalente a 10 salarios, aunque ese número no figura explícitamente en el texto que circula. También queda abierta la discusión sobre el modo de calcular la antigüedad.
Este punto implica una modificación central: el artículo 245 de la Ley 20.744 hoy no establece límites para las indemnizaciones.
Además, las pymes podrían tener la alternativa de pagar en hasta 12 cuotas las indemnizaciones y los montos derivados de juicios laborales.
2. Aguinaldo
El cálculo de la indemnización dejaría de contemplar el Sueldo Anual Complementario. Tampoco se incluirían bonos anuales, adicionales específicos ni beneficios como tickets canasta o vales alimentarios.
3. Tickets canasta
En este punto hay un principio de acuerdo: se habilitarían nuevamente los tickets canasta. La CGT advierte que, al ser no remunerativos y no generar aportes sociales, podrían abrir la puerta a un nuevo mercado paralelo de vales aceptados en supermercados.
4. Salarios dinámicos
El concepto fue planteado por el secretario de Empleo, Julio Cordero, en el Coloquio de IDEA y se vincula con la "cultura del mérito" que impulsa el Gobierno.
Se trata de componentes salariales variables, adicionales, que permitirían otorgar aumentos diferenciados según mérito individual, productividad, situación del sector o de la empresa. Aún no se definieron los criterios de aplicación.
5. Jornada laboral y banco de horas
El texto permitiría extender la jornada diaria bajo esquemas flexibles, siempre respetando 12 horas de descanso entre turnos.
El Gobierno negó que esté evaluando imponer turnos de 12 horas, aunque el proyecto incorpora el concepto de "banco de horas": se podrán compensar días con mayor carga laboral con otros de menor duración, sin superar el tope semanal de 45 horas.
6. Vacaciones
La reforma habilita a fraccionar el período de vacaciones mediante acuerdo entre empleador y trabajador, con la condición de que cada tramo no sea inferior a una semana.
Además, al menos siete días deberán otorgarse en verano.
También se permite fijar períodos distintos al tradicional (del 1° de octubre al 30 de abril) si lo requiere la actividad.
Cambios estructurales que impactan en los gremios
Además, hay varios puntos que impactarían directamente en el rol de los gremios y que serían los que generarían mayor rechazo de parte de los sindicatos.
Uno de los puntos más sensibles del proyecto es la eliminación de la ultraactividad de los convenios colectivos.
Los convenios mantendrán vigencia sólo en lo relativo a condiciones de trabajo, hasta que se firme uno nuevo. Cualquier otra cláusula seguirá activa únicamente por acuerdo entre partes o mediante una prórroga explícita del Poder Ejecutivo.
Por otra parte, la iniciativa establece que los acuerdos por empresa tendrán jerarquía superior a los convenios de actividad, contemplando además la situación regional de cada firma.
En tanto, uno de los cambios más resistidos por la CGT es que el texto dispondría que los aportes y descuentos sindicales sólo podrán realizarse si el empleado firma un consentimiento expreso.
Por otra parte, los convenios colectivos podrán fijar contribuciones especiales a favor del gremio, pero solo para los afiliados. Se elimina, así, la obligación para trabajadores no sindicalizados.
Y, finalmente, para los días de paro, se exigirá una cobertura mínima del 75% en servicios esenciales: salud, educación, telecomunicaciones, aeronáutica, control aéreo, transporte marítimo y fluvial, y combustibles, entre otros.
Además, en la reforma laboral habrá una categoría intermedia denominada "actividades o servicios de importancia trascendental", que deberán garantizar un 50% de funcionamiento. Allí se incluyen sectores como transporte, industria, bancos, gastronomía, alimentos y medios audiovisuales.