Tensión en Venezuela: el gobierno de Maduro le prohibió el ingreso al país a un equipo del canal C5N
Apenas arribaron al aeropuerto de Caracas, los tres integrantes del equipo periodístico enviado por C5N a Venezuela fueron separados del resto de los pasajeros y conducidos a un control diferenciado. Allí, de acuerdo con su propio relato, efectivos de la Policía de Migraciones los interrogaron mientras los filmaban y fotografiaban, antes de impedirles el ingreso al país gobernado por Nicolás Maduro y ordenar su traslado a Bolivia.
Los periodistas Adrián Salonia, Nicolás Munafó y el camarógrafo Sebastián Solís denunciaron además que fueron despojados de sus pasaportes argentinos y expulsados sin recibir ninguna explicación, según detallaron públicamente en sus redes sociales.
La señal denuncia censura y arbitrariedades
La señal televisiva difundió el hecho con el título "Maduro deportó a los periodistas del canal", afirmando que se trató de un episodio en el que "censuraron a C5N en Venezuela". El propio Salonia remarcó que "nunca nos devolvieron los pasaportes", al describir lo sucedido y calificar la situación como un momento de tensión que se extendió durante más de dos horas.
Según relató, todo comenzó cuando, al llegar al aeropuerto internacional Simón Bolívar, los policías "se dieron cuenta de que éramos periodistas". En ese instante, explicó, tanto él como Munafó fueron enviados a la fila destinada a extranjeros que no eran trabajadores de prensa, donde se iniciaron las preguntas a cargo de distintos funcionarios.
Detalles del interrogatorio en el aeropuerto
Salonia contó que les explicaron a los agentes que el objetivo del viaje era mostrar la vida cotidiana de los venezolanos y que en ningún momento plantearon temas vinculados a la relación entre Venezuela y Estados Unidos. Aun así, señaló que debieron brindar información adicional, como el hotel en el que iban a alojarse y hasta los datos del chofer contratado para trasladarlos por Caracas.
El periodista también relató que, superada la primera instancia, los condujeron a un área del aeropuerto que describió como "completamente vacía", donde había un importante número de policías. Desde allí fueron guiados por un pasillo y sometidos nuevamente a controles, incluidos los de un escáner, en el tramo final del procedimiento previo a su expulsión.
"Nuestros pasaportes todavía no pudimos recuperarlos", lamentó Salonia al detallar que nunca les aclararon los motivos de la medida. También sostuvo que fueron "expulsados sin ninguna explicación", y que finalmente terminaron embarcados con destino a Bolivia, desde donde emprendieron el regreso hacia Buenos Aires.
Más presión militar y tensiones crecientes
Las Fuerzas Armadas estadounidenses mantienen un despliegue reforzado en el Caribe y el Pacífico Oriental, el más amplio en años. De acuerdo con reportes de Bloomberg y Politico, ese operativo dejó más de veinte embarcaciones destruidas y al menos 87 tripulantes muertos en acciones contra el narcotráfico.
Caracas, por su parte, respondió con exhibiciones internas de músculo militar: el régimen convocó a la población a sumarse a milicias populares y realizó la jura de 5.600 nuevos efectivos, según declaraciones del propio Maduro difundidas en canales oficiales.
Las sanciones complica fuertemente la operatividad de PDVSA, aunque Chevron continúa en el país bajo una licencia especial otorgada por el Departamento del Tesoro estadounidense. Esa excepción habilita a la petrolera estadounidense a exportar crudo venezolano, un punto que suele generar fricciones políticas dentro y fuera del país.
La confiscación del petrolero aumenta el riesgo para los operadores marítimos que aún transportan crudo venezolano: los expertos creen que podría reducir aún más la disponibilidad de barcos dispuestos a operar en la zona, ante el temor de enfrentarse a sanciones o decomisos similares.