Causa Cuadernos: nuevos testimonios ponen a Cristina en la "cúspide de la pirámide" de recolección de dinero
"Me hacía esperar entre 45 minutos y una hora; después me hacía pasar a su oficina y me decía: ‘Vos sabés lo que tenés que hacer’, ‘te voy a hacer cagar’, ‘te voy a hacer fundir’, ‘me voy a quedar con tu empresa, voy a ir por vos y por tu familia’".
El testimonio pertenece a Patricio Gerbi, uno de los empresarios arrepentidos, y fue leído al inicio de una nueva audiencia del juicio de los Cuadernos de las Coimas. En el marco de las declaraciones de los imputados colaboradores de la causa conocida como "La Camarita", se expusieron detalles sobre los pagos realizados y las amenazas que habrían recibido distintos ejecutivos para concretarlos.
Causa Cuadernos: un sistema de presión y pagos forzados
Los dichos anteriormente mencionados fueron atribuidos por Gerbi a Claudio Uberti, exfuncionario del kirchnerismo desplazado tras el estallido del caso de la valija de Antonini Wilson. Según su declaración, Uberti habría sido una de las piezas clave del presunto esquema de extorsión y recaudación ilegal.
"Su trato era violento, humillante, maltratador y soberbio. La presión que viví era emocionalmente destructiva", afirmó Gerbi al describir el vínculo con el exfuncionario. La declaración de Gerbi, al igual que la de otros empresarios, presentó a los ejecutivos como víctimas de un sistema de extorsión, que incluía amenazas directas, multas a las compañías y demoras en los pagos de concesiones ya adjudicadas.
Finalmente, relató, él y otros integrantes de su empresa aceptaron realizar los pagos exigidos. "Las entregas eran tres entregas por año aproximadamente; eran en pesos y equivalentes a entre 15.000, 20.000 o 25.000 dólares cada una de ellas; pero Uberti nunca estaba satisfecho, continuaba amenazándonos", describió.
Los aprietes no se habrían limitado a funcionarios del kirchnerismo. Gerbi contó que, durante una reunión en Vialidad Nacional, una persona —a quien en ese momento no conocía— le dijo de forma directa: "Bajate de esta licitación porque esto no es para vos".
Luego supo que se trataba de Fabián de Sousa. Ante la consulta sobre quién era, Gerbi aseguró que recibió esta respuesta: "Yo soy el que va a hacer que te dejen de pagar, que te revisen todos los contratos y que te quiebren la empresa".
El testimonio de José Chediack
Tras la declaración de Gerbi, se leyó el testimonio del fallecido José Chediack. Según su relato, Julio De Vido le habría dicho en su primer encuentro: "Si querés seguir trabajando, tenés que pagar".
"Realmente me sentí amedrentado con esta situación; nunca me había pasado algo similar", afirmó Chediack. Contó que intentó explicar el contexto posterior a la crisis de 2001, pero que fue descalificado. "Me trató de llorón; me dijo que teníamos que entender que eso era así. Entendí el mensaje muy claramente", relató.
Chediack detalló que durante un período realizó entregas mensuales en pesos, la mayoría en el living de la casa de De Vido, junto a unos árboles bonsái, aunque en ocasiones dejaba el dinero en un baño del Ministerio de Planificación.
En 2004, el mecanismo cambió tras una reunión en la Cámara Argentina de Empresas Viales, ubicada sobre la calle Piedras. Allí, según declaró, Ernesto Clarens se presentó como el financista de los Kirchner. "Si quieren trabajar, van a tener que pagar. Acá se es amigo o se es enemigo; no hay estados neutros. Me van a tener que pagar a mí", habría dicho Clarens.
Chediack agregó que Clarens repartió tarjetas con la dirección de una oficina en el pasaje Carabellas, en pleno microcentro porteño. "Ustedes me llaman y me traen la plata acá", les indicó. Ante la falta de pagos, las amenazas se intensificaron. "Escuchame, nene, te quiero el lunes con los 250.000 pesos, no seas el chivo expiatorio, no seas el primer pelotudo que hacemos cagar", afirmó que le dijo Clarens.
"A Clarens le pagué entre tres y cinco veces por año. El último pago debe haber sido a principios de 2015", declaró. José Chediack falleció el 18 de septiembre de 2023, tras sufrir un accidente aéreo en la provincia de San Luis. Su testimonio forma parte de las declaraciones incorporadas al juicio como prueba en la causa.
El rol que se le atribuye a Cristina Kirchner en el presunto esquema de corrupción
En tanto, Ernesto Clarens, identificado como el financista vinculado al kirchnerismo, proporcionó ejemplos concretos sobre "cómo actuaba la entonces Presidenta al momento de impartir órdenes y coordinar los distintos eslabones para que luego le rindieran cuentas acerca del producto derivado de sus decisiones".
Según las declaraciones de Clarens leídas en el tribunal, en 2011 "López le informó que por orden de Cristina Fernández debería darle apoyo a Gotti Hnos y que como la empresa no tenía buenos antecedentes iba a trabajar como subcontratista de firmas que tuvieran obras adjudicadas, a las que aportaría su capacidad de construcción (equipos y personal)".
El mismo testimonio incluyó que había recibido instrucciones de José López, "por parte de Cristina Fernández, para que asignara a Cristóbal López la obra correspondiente a la Ruta Nacional 40, tramo Perito Moreno-Bajo Caracoles, en el cual resultó adjudicatario la firma CPC SA, conforme la información aportada por la Dirección Nacional de Vialidad".
Durante la lectura del requerimiento de elevación a juicio, se escuchó en la sala: "Cristina Kirchner se encontraba en la cúspide de la pirámide esquemática destinada a recolectar la mayor cantidad de dinero posible, de forma tal que todos los eslabones que se encontraron debajo, fueron instaurados, en cierto punto, a través de su aprobación".
Según el documento judicial, figuras relevantes como Julio Miguel De Vido, Ernesto Clarens y José Francisco López –todos señalados como integrantes de la misma asociación– "cumplieron el rol que ella misma les otorgó, y en base a los cuales debían impartir de las directivas con el propósito de obtener aportes por parte de los referentes de la compañía".