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Ave Fénix: qué significa y por qué se relaciona con la resiliencia

El ave fénix es un símbolo de resiliencia, una capacidad que algunas personas tienen para renacer de situaciones adversas y salir adelante
09/09/2020 - 15:07hs
Ave Fénix: qué significa y por qué se relaciona con la resiliencia

El ave Fénix es conocido por ser esa criatura que supuestamente renace de sus propias cenizas. El mito, entonces, asocia a esta criatura con la capacidad de resiliencia que muchas personas tienen; esa habilidad para encontrar soluciones a situaciones adversas que les presenta la vida y, al igual que el ave Fénix, renacer de las cenizas que les dejó ese problema.

El ave Fénix es una emblemática criatura de fuego que, tal como se mencionó, es capaz de elevarse majestuosamente desde las cenizas de su propia destrucción. Por eso simboliza el ya descripto poder de la resiliencia para salir de los problemas fortalecido.

Actualmente hay pocas personas que desconocen la historia del ave Fénix. La mayoría ha escuchado alguna vez el mito de ese ave extraña, hecha de fuego y de figura impactante, que renace de sus propias cenizas luego de haber desaparecido. Quienes no conocen la historia seguramente han escuchado el mito o el dicho de "renació como el ave Fénix". En cualquier caso, es una historia conocida, pero también es cierto que se sabe poco acerca de su origen. 

El mito del ave Fénix es uno de los más conocidos en todas las culturas. A diferencia de otros, que son específicos de algunas naciones o religiones, este es casi mundial. En algún momento todas las culturas y raíces legendarias de países alrededor del planeta hacen referencia al ave Fénix, incluso con otras denominaciones. Se decía de él que sus lágrimas eran curativas, que tenía una gran resistencia física, control sobre el fuego y una sabiduría infinita. Era, en esencia, uno de los arquetipos más poderosos para Carl Jung, un reconocido psicoanalista, porque en su fuego se contenía tanto la creación como la destrucción, la vida y la muerte.

Asimismo, es interesante saber que se pueden hallar tempranas referencias a su mitología tanto en la poesía árabe, como en la cultura grecorromana e incluso en gran parte del legado histórico de oriente. En China, por ejemplo, el Fénix o el Feng Huang simboliza no solo la más alta virtud, el poder o la prosperidad, sino que además, también representa el yin y el yang, esa dualidad que conforma todo lo existente en el universo.

No obstante, cabe recordar que es en el Antiguo Egipto donde aparecen los primeros testimonios culturales y religiosos alrededor de esta figura. Es allí donde, a su vez, se da forma a esa imagen que se conoce en la actualidad sobre la resiliencia. Cada detalle, matiz y símbolo que perfila este mito ofrece sin duda un buen ejercicio sobre el que reflexionar para entender el proceso de resiliencia y cómo se debe continuar después de una situación adversa.

La leyenda del ave Fénix dice que es una ave que renace de sus propias cenizas
La leyenda del ave Fénix dice que es una ave que renace de sus propias cenizas

Cuál es el origen del mito del ave Fénix

Se dice que en el Edén originario, debajo del Árbol del Bien y del Mal, floreció un arbusto de rosas. Allí, junto a la primera rosa, nació un pájaro, de bello plumaje y un canto incomparable, y cuyos principios le convirtieron en el único ser que no quiso probar las frutas del Árbol. Cuando Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso, cayó sobre el nido una chispa de la espada de fuego de un Querubín, y el pájaro ardió al instante.

Pero, de las propias llamas, surgió una nueva ave, que fue el ave Fénix, con un plumaje inigualable, alas de color escarlata y cuerpo dorado. Algunas fábulas lo sitúan posteriormente en Arabia, donde habitaba cerca de un pozo de aguas frescas y se bañaba todos los días entonando una melodía tan bella, que hacía que el Dios Sol detuviera su carro para escucharlo

La inmortalidad, fue el premio a su fidelidad al precepto divino, junto a otras cualidades como el conocimiento, la capacidad curativa de sus lágrimas, o su increíble fuerza. A lo largo de sus múltiples vidas, su misión es transmitir el saber que atesora desde su origen al pie del Árbol del Bien y del Mal, y servir de inspiración en sus trabajos a los buscadores del conocimiento, tanto artistas como científicos.

Su tiempo de vida varía de acuerdo a la adaptación del mito y de la cultura de que se trate. Así, cada 100, 500, 540 (y en algunas leyendas, incluso 1461 ó 12994 años), construye una pira funeraria en su propio nido, lo llena de inciensos y plantas aromáticas, y al tiempo que entona la más bella de todas sus canciones, se prende a sí mismo hasta extinguirse. No existe más que una única ave, cuya forma de reproducción, es, precisamente, el renacimiento, del que también es símbolo.

El mito del ave Fénix se extendió ampliamente entre los griegos, que le dieron el nombre de Phoenicoperus (que significa alas rojas), apelativo que se extendió por toda la Europa romana. Los primeros cristianos, influidos por los cultos helénicos, hicieron de esta singular criatura un símbolo viviente de la inmortalidad y de la resurrección. En la mitología del antiguo Egipto, el Ave Fénix representaba al Sol, que muere por la noche y renace por la mañana. Otro símbolo vinculado al Ave Fénix es el de la esperanza, que representa un valor que nunca debe morir en el hombre.

Según Ovidio, " cuando el Fénix ve llegar su final, construye un nido especial con ramas de roble y lo rellena con canela, nardos y mirra, en lo alto de una palmera. Allí se sitúa y, entonando la más sublime de sus melodías, expira. A los 3 días, de sus propias cenizas, surge un nuevo Fénix y, cuando es lo suficientemente fuerte, lleva el nido a Heliópolis, en Egipto, y lo deposita en el Templo del Sol ". Como el nuevo Fénix acumula todo el saber obtenido desde sus orígenes, un nuevo ciclo de inspiración comienza.

El ave Fénix tiene sus representaciones en diferentes culturas, como la china (el Fêng-Huang), la japonesa (el Ho-oo), la rusa ( El Pájaro de Fuego, que inmortalizara musicalmente Stravinsky), la Egipcia (el Benu), la hindú (el Garuda). También se encuentra presente en las culturas de los indios del norte del continente americano (el Yel) y de culturas de América Latina, como los Aztecas, Mayas y Toltecas (el Quetzal). Fue citado por primera vez por Hesíodo en el siglo VIII A.C. y más tarde y con más detalle por el historiador Herodoto.

El ave fénix
El ave Fénix

El ave Fénix en Egipto

Ovidio explicaba en sus textos que en Egipto el ave Fénix moría y renacía una vez cada 500 años. Aunque no lo llamaban ave Fénix, para los egipcios esta garza majestuosa era Bennu, un ave asociada a las crecidas del Nilo, al Sol y a la muerte. De acuerdo a esta cultura ancestral, Bennu había nacido bajo el árbol del Bien y del Mal. Esta criatura fantástica entendía que era necesario renovarse cada cierto tiempo para adquirir mayor sabiduría y para ello, seguía un proceso muy peculiar.

Los egipcios creían que volaba por todo Egipto para construirse un nido con los elementos más bellos: ramas de canela, ramas de roble, nardos y mirra. Después, acomodado en su nido, entonaba una de las melodías más bellas que los egipcios habían escuchado jamás para seguidamente, dejar que las llamas lo consumieran por completo. Tres días más tarde, él renacía lleno de fuerza y poder. A continuación, el que actualmente se conoce como ave Fénix tomaba su nido y lo dejaba en Heliópolis, en el templo del Sol para iniciar así un nuevo ciclo con el que ofrecer inspiración al pueblo de Egipto.

La resiliencia y nuestro "nido" de transformación

Realmente es posible decir que la historia ancestral del ave Fénix es un mito muy lindo y con muchas aristas para analizar.

Una de las menos conocidas pero muy importantes para entender el origen de la historia del ave Fénix es cómo este ave hace y construye su nido. Para llegar a hacer ese nido el ave Fénix busca hasta encontrar las materias primas más ricas de su tierra. Todas ellas combinan a la vez delicadeza y fortaleza, algo muy simbólico para comprender la historia y el significado del ave Fénix. Encontrarlas y ponerlas en su nido le servirán para hacer su proceso de transformación y de su posterior ascensión.

Cuando se analiza detallada y minuciosamente, el proceso que hace el ave Fénix para construir su nido y luego renacer es muy similar al que conforma la dimensión psicológica de la resiliencia. Las personas, para poder llegar a esa resiliencia, también seleccionan elementos que podrían llamarse mágicos con los cuales construir un nido lo suficientemente resistente para utilizar a su favor todas sus fortalezas.

El ser humano, para atravesar ese proceso, también debe desplegar sus alas para sobrevolar su universo interior en busca de las ramas de su autoestima, la flor de su motivación, la resina de su dignidad, la tierra de sus ilusiones y el agua tibia de su amor propio. Todos esos elementos son los más ricos que cada persona tiene y son los que la ayudarán a salir de una situación adversa y salir fortalecida. 

Se dice que el ave Fénix renace más fortalecido y sabio
Se dice que el ave Fénix renace más fortalecido y sabio

Asimismo, al igual que sucede con el ave Fénix, esos elementos ayudarán en el proceso de ascenso, aunque no sin antes ser consciente de algo fundamental. Ese proceso tendrá un final, y en ese final una parte de la persona también se irá, quizás incluso se convierta en cenizas, y quedará dentro de un pasado que no volverá a ser. La situación actual, que se dio a raíz de la pandemia y de las medidas tomadas en consecuencia por los Gobiernos del mundo, hacen pensar en un renacimiento similar al del ave Fénix. A esta altura, con algunos meses de evolución de esa situación sanitaria a nivel global, la mayoría de las personas sabe que parte del pasado, de la normalidad que conocieron, ya no volverá a ser igual y que será necesario tomar los elementos más positivos de sí mismas y de la sociedad en la que viven para que el futuro sea mejor. No solo para que el porvenir sea más promisorio, sino también para evitar que situaciones como la que se vive actualmente vuelvan a repetirse.

Parte de renacer como el ave Fénix también es hacer ese proceso de aprendizaje de las situaciones pasadas, dejar que mucho se deshaga entre fuego y cenizas, y tomar todas esas experiencias para trabajar en un futuro mejor. 

Otro punto importante a tener en cuenta en el mito del ave Fénix es qué pasa con esas cenizas. Regularmente se pensaría que se las lleva el viento, tal como sucede cuando se apaga una fogata y al día siguiente ya casi no quedan rastros de las brasas que ardieron la noche anterior.

En la historia del ave Fénix es totalmente diferente. El viento no se lleva las cenizas, sino todo lo contrario. Quedan allí y formarán parte del nuevo ave Fénix que resurge, de modo que el fuego será mucho más fuerte, más grande, más sabio. Tal cual se mencionó anteriormente y al igual que el ave Fénix, para las personas es muy importante no perder el recuerdo de las experiencias pasadas. Mantener ese recuerdo, aunque siempre habiendo sanado las heridas, es esencial para poder aprender de las situaciones adversas que se enfrentaron en la vida y que, más adelante, podrían repetirse. No volver a cometer los mismos errores también es parte de ese proceso de renacimiento que hace el ave Fénix y que es perfectamente aplicable al día a día de muchas personas, cada una con su situación particular.

El ave Fénix y sus lágrimas curativas

Pero el ave Fénix no solo era una criatura que, según el mito, renacía de sus propias cenizar y podía salir fortalecida de esa adversidad. Además, al ave Fénix se le atribuían otras capacidades, que en verdad se podrían catalogar como dones. Entre ellas se encuentra la virtud de que sus lágrimas fueran curativas.

El ave Fénix también tiene el poder de transformarse en un pájaro de fuego, y es del tamaño de un águila. Por su muerte de manera diferente, por su renacimiento a partir de la destrucción, el ave Fénix se ha convertido en un símbolo de fuerza, de purificación, de inmortalidad y del renacer físico y espiritual. 

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