¿Se puede adelgazar con sólo unas pastillas?: esta es la gran alternativa a Ozempic
A pesar de la efectividad demostrada por medicamentos inyectables como Ozempic o Wegovy, una parte de los pacientes sigue rechazando la administración mediante inyecciones. En respuesta, las farmacéuticas desarrollan versiones orales basadas en el receptor GLP-1. Los primeros resultados de estos ensayos plantean interrogantes sobre la aceptación de estas alternativas y el equilibrio entre comodidad y eficacia.
Eli Lilly presentó los resultados de su ensayo clínico con orforglipron, una píldora diaria diseñada para inducir pérdida de peso. Según datos publicados por The Washington Post, los participantes que recibieron la dosis más alta registraron una reducción promedio del 12,4 % de su peso corporal tras 72 semanas, equivalente a aproximadamente 12 kilos. En el grupo placebo, la disminución fue inferior al 1 %.
Este resultado, aunque clínicamente relevante, es menor al alcanzado con la tirzepatida inyectable —comercializada como Mounjaro o Zepbound— que en un ensayo previo mostró una reducción de peso del 22,5 % en el mismo período. Eli Lilly anunció que solicitará aprobación regulatoria antes de fin de año, y considera que la comodidad de la pastilla podría compensar su menor potencia.
La carrera por los GLP-1 orales
Pfizer se sumó a la competencia con danuglipron, un agonista del receptor GLP-1 que se administraría por vía oral. La compañía indicó que el medicamento se encuentra en ensayos clínicos destinados a evaluar su seguridad y farmacocinética, y que ya ha sido probado en 1.400 adultos sanos mediante un estudio abierto y aleatorizado.
Los resultados preliminares generaron un aumento del 2 % en las acciones de Pfizer. Sin embargo, analistas citados por Xataka, como Umer Raffat para Fortune, señalaron que los avances son "tentativos" y estiman que la llegada al mercado podría producirse en 2028.
Novo Nordisk desarrolla su versión oral de semaglutida y espera una decisión de la FDA antes de finales de 2025. Además, su candidato Cagrisema, que combina semaglutida y cagrilintida, mostró en ensayos clínicos una reducción media de peso del 22,7 %, ligeramente inferior al 25 % que la empresa había anunciado como objetivo. Esto evidencia que incluso la nueva generación de tratamientos orales puede ofrecer resultados inferiores a los de los inyectables.
Comodidad versus eficacia
Los fármacos GLP-1 han demostrado resultados significativos en el manejo de la obesidad, pero la vía de administración genera diferencias en la eficacia. La inyección semanal permite mantener niveles estables del medicamento en sangre, lo que se traduce en mayores reducciones de peso. La vía oral requiere fórmulas resistentes a la digestión y de absorción eficiente, lo que limita su potencia.
En el caso de orforglipron, la pérdida de peso promedio fue menor que con sus equivalentes inyectables. Esto plantea la cuestión de si médicos y pacientes priorizarán la comodidad de la pastilla frente a la mayor eficacia de las inyecciones. Para algunos, una reducción del 12 % aún representa un beneficio relevante para la salud cardiovascular y metabólica.
El interés por los tratamientos GLP-1 responde también a su potencial económico. Se estima que el mercado global de medicamentos para la obesidad podría superar los 100.000 millones de dólares anuales hacia 2030. Además de la pérdida de peso, estos fármacos contribuyen al control glucémico y a la reducción del riesgo cardiovascular.
El costo sigue siendo un factor limitante. En Estados Unidos, Ozempic tiene un precio aproximado de 600 dólares al mes, mientras que en Alemania el mismo medicamento cuesta 59 euros. Esto plantea interrogantes sobre la accesibilidad de las futuras versiones orales y sobre cómo se definirán los precios en distintos mercados.
Expectativas y próximos pasos
Con Lilly, Pfizer y Novo Nordisk avanzando en sus lanzamientos, las píldoras GLP-1 podrían ampliar el alcance de los tratamientos para pacientes que evitan las inyecciones. Sin embargo, la transición no será inmediata. La comparación entre comodidad y eficacia será un factor clave en la decisión de adopción de los medicamentos, tanto para profesionales de la salud como para pacientes.
La pregunta que permanece es cómo equilibrar la conveniencia de la administración oral con la efectividad observada en los tratamientos inyectables. La evolución de estos fármacos y su aceptación determinará en gran medida la configuración futura del mercado de terapias para la obesidad y su impacto en la salud pública.