Internet está en plena transición de un formato donde predominaba el texto hacia otro donde crece la influencia del audio y el video. Durante años, esta versión multimedia de la Red ganó terreno contra la Internet basado en texto. Sin embargo, entre 2017 y 2018 ese proceso se aceleró y ahora el audio y el video son imparables.

iProfesional entrevistó a Luis Parker, jefe de Diseño de Producto y Experiencia de Usuario de Inter-Cultura, una de las compañías pioneras en América latina en innovación y diseño centrado en la persona, sobre este proceso y sus consecuencias en las personas y las organizaciones.

- Durante años, la Internet multimedia ganó terreno sobre la Red basado en texto. Sin embargo, entre 2017 y 2018 este proceso se aceleró en forma dramática y ahora el audio y el video son imparables. ¿Cuáles son las causas de este proceso?

- Por un lado, la evolución de estas tecnologías llegó a un punto de madurez que permite su aplicación práctica y cotidiana, más allá de entornos de laboratorio o de nichos muy pequeños.

El reconocimiento de voz, por ejemplo, comenzó a desarrollarse hace más de medio siglo, pero solo recientemente se logró un nivel de precisión suficiente para su adopción por el público general. El ancho de banda también es un factor técnico clave: El contenido multimedia demanda tanto que no podría haberse popularizado con las conexiones de hace unos años.

Por el otro y de manera complementaria, comenzaron a diseñarse aplicaciones concretas de esas tecnologías que producen un valor real para los usuarios. La invención tecnológica no sirve de nada por sí misma, pero su disponibilización masiva permite que diseñadores, programadores y creadores en general comiencen a buscar formas de emplearlas.

La posibilidad de descargar audio desde Internet no es nueva, pero pasaron muchos años hasta que surgió el concepto del podcast. Cuando la factibilidad técnica y económica se cruza con las necesidades y deseos de las personas es que surge el verdadero valor de la innovación.

- ¿Puedes poner un ejemplo de este proceso con alguno de los clientes de tu empresa o dentro de tu organización? Me refiero a interfaces basadas en multimedia en lugar de texto, tanto en aplicaciones como páginas web u otras herramientas tecnológicas.

- En Inter-Cultura trabajamos mucho con el sector bancario y financiero. Una tendencia muy fuerte en el último tiempo es la de utilizar el reconomiento facial para el ingreso a sus aplicaciones, complementado con la lectura de los datos del DNI con la cámara del móvil para el alta inicial o la contratación de productos.

Esto resuelve uno de los puntos de fricción más incómodos para los usuarios, que es ingresar manualmente con el teclado del móvil sus datos o su contraseña. Es un buen ejemplo de cómo tecnologías que ya existían (básicamente la cámara) se aprovechan para nuevos usos que tienen un impacto positivo concreto.

- Asistentes de voz, celulares que detectan el rostro del usuario, la inteligencia artificial para buscar fotografías o traducir la lengua hablada, y la realidad aumentada son avances que se basan en las cámaras, los micrófonos, la voz, los oídos y los ojos. ¿Estos desarrollos provocarán la muerte del texto como interfaz del usuario?

- Rotundamente no, el texto es y seguirá siendo nuestro medio de comunicación remota primordial y por eso nunca podrá morir como elemento principal de una interfaz de usuario.

En todo caso podrá ser reemplazado en ciertos contextos y para ciertos usos específicos, pero para la mayoría de los casos seguirá siendo imprescindible, de la misma manera que la televisión no mató a los libros, diarios o revistas (a pesar de los augurios). Además, el texto tiene ciertas ventajas muy difíciles de igualar con otros soportes. Como mínimo:

* Reduce la ambigüedad. Un icono, por poner un ejemplo sencillo y salvo contadas excepciones, puede ser interpretado de diferentes maneras por diferentes personas, o directamente no comprendido por la mayoría. El texto es mucho más preciso.

* Es escaneable visualmente. Al mirar una interfaz basada en texto, mis ojos recorren rápidamente los distintos elementos y eso me permite darme cuenta rápidamente de cuáles son las posibilidades que me ofrece el sistema. Una interfaz de voz, por ejemplo, es opaca en ese sentido. Si no aprendo los comandos de alguna forma (probablemente mediante un texto) no se lo que puedo hacer y, una vez aprendidos, estoy obligado a memorizarlos.

* Es fácil, rápido y barato de desarrollar. Este no es un punto para nada menor, porque es necesario calibrar muy bien el costo-beneficio de utilizar tecnologías novedosas si es que se puede lograr lo mismo con los recursos ya conocidos. El valor para el usuario y el beneficio para la organización tienen que, como mínimo, compensar el mayor costo y esfuerzo de implementación.

Realmente no creo que el texto quede en el fondo, ni en un lenguaje universal basado en imágenes y sonidos. No sucedió con la radio, con la televisión, con el boom del concepto de multimedia a fines de los 90 y no creo que vaya a suceder ahora. Sí creo que esta tendencia implica un enriquecimiento de las posibilidades y la apertura de otras nuevas que antes no existían, sin que eso implique el reemplazo del texto por otra cosa.

- ¿Ahora es más fácil comunicarse con las máquinas a través de imágenes y sonidos que mediante texto? ¿Quiénes usan más estas interfaces multimedia? Por ejemplo, ¿los millennials?

- Sobre la primera parte de la pregunta: Depende. La facilidad de uso no está determinada tanto por el recurso técnico que se utiliza, sino por la medida en que el comportamiento del sistema calza con el modelo mental, las posibilidades y conocimientos de quien lo usa.

Así como hay interfaces muy usables e interfaces muy inusables construídas con texto, lo mismo sucede con las multimedia y quizás aun más, porque hay menos experiencia y camino recorrido en esos campos.

La tecnología como tal abre posibilidades pero es el diseño y la implementación de las soluciones lo que hace que termine resultando más fácil o difícil utilizar una máquina. Dicho eso, la multiplicidad de opciones disponibles es un campo fértil para que diseñadores y programadores puedan buscar el canal más adecuado para cada caso. Ahí reside un enorme potencial a aprovechar.

Sobre la segunda parte: No lo sé a ciencia cierta, me parece que hace falta estudiarlo mejor. Existe una idea generalizada de que las nuevas generaciones son "más visuales", sea lo que fuere que eso signifique, y eso puede llevar a pensar que tienden a preferir más las interfaces basadas en multimedia que en texto.

Sin embargo, podemos observar que utlizan el chat como canal de comunicación principal, que es texto, en lugar de videoconferencia o llamada telefónica. ¿Cómo se compatibilizan ambas cosas? Sospecho que es un tema más complejo de lo que parece.

- La confusión de la desinformación que pesa sobre la vida en línea, ¿empeorará con este mundo multimedia?

- Sí y de una manera para la que no estamos preparados como sociedad. Aunque casi todos sabemos que un texto puede decir mentiras y una foto puede estar photoshopeada, el valor de verdad de un video o de un audio en el que se reconoce claramente a quien habla es mucho más difícil de poner en cuestión.

Pero también se pueden falsificar y cada vez será más y más fácil hacerlo (ver por ejemplo los experimentos de Nvidia creando caras humanas falsas indistinguibles de las reales), lo que no solo dificultará identificar lo cierto y lo falso sino, creo yo aun más grave, llevará a una desconfianza generalizada sobre todo lo que vemos y oímos. Es uno de los grandes desafíos comunicacionales para los próximos años, quizás el mayor.

- ¿Las fotos y los sonidos alteran nuestra manera de pensar? ¿Un sistema de información dominado por las imágenes y los sonidos da prioridad a las emociones por encima de la racionalidad?

- Imagino que algún impacto habrá pero no puedo responderlo con certeza porque no es mi campo. Lo que no creo es que el medio o soporte por sí solo genere ese impacto, sino que dependerá del contenido.