GUERRA A LOS PRIVADOS

La arremetida contra las SAS no cesa: esto pasa con las pyme y los emprendedores que usan esa figura para operar

El Gobierno continúa atacando a las SAS con sigilo. Las afectadas son las pymes. La ley que creó la figura permitió la creación de 30.000 empresas
TECNOLOGÍA - 13 de Enero, 2021

Los conflictos que, desde que cambió el Gobierno a finales de 2019, afectan a las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) parecen haber sumado un nuevo capítulo en la historia. En lo que se interpreta como una nueva embestida contra esta figura societaria, el Banco Nación le cerró la cuenta a uno de sus clientes por ser una empresa que opera como tal. Si bien la firma, una típica pyme argentina, fue sometida a inspecciones, y revisiones de todo tipo, la entidad decidió cerrarle la cuenta por tratarse de una SAS.

Durante todo 2020 el Gobierno buscó el modo de eliminar a las SAS, una figura creada a partir de un proyecto de ley elaborado en 2015 de la mano de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA) y que se presentó a todos los candidatos presidenciales de ese momento. La norma fue aprobada en 2017 y, de manera similar a lo que sucedió con otras iniciativas, contó con el aval mayoritario del Congreso. La ley 27.349 permitió que a partir de su sanción, en 2017, pudieran conformarse unas 30.000 empresas sin tanta burocracia y por internet, en una modalidad que se usa en todo el mundo y que es cada vez más extendida en la región.

Pese a una cautelar a favor de las SAS emitida en septiembre pasado, desde distintos espacios de decisión del oficialismo se sigue atacándolas: así se entiende la decisión de incluir en extraordinarias el proyecto que busca suspender su funcionamiento por 180 días, y así también se lo entiende cuando el Banco Nación, sin explicación ni notificación alguna, decidió cerrarle la cuenta a una de sus clientes, la empresa de tecnología ZMA.

"Nuestra operatoria es toda a través del Banco Nación. No tenemos posibilidad de hacer facturación en negro ni cosas raras. Somos importadores, trabajamos con empresas grandes y no tienen ningún motivo para tomar esta decisión", dijo a iProfesional, Juan Carlos Zampatti Maida, director de ZMA.

"Nos cerraron la cuenta porque dijeron que no aceptaban más SAS, y ni siquiera nos notificaron desde el Banco Nación. Vamos a protestar porque no hemos sido notificados con nada y, al cerrar de esa manera, parecemos delincuentes", siguió el directivo consultado.

Entre sus ventajas, las SAS permiten crear rápidamente empresas en tiempos en que se necesita generar trabajo

El empresario pyme expresó que, partir de esa determinación tomada por la sucursal donde la firma tenía concentrada su actividad,  se quedaron sin cuentas recaudadoras, sin cuentas corrientes, ni para comercio exterior, para nada. Es decir, tuvieron serios problemas operativos que, como en cualquier otro caso, pone en riesgo a la misma empresa.

Zampatti Maida también señaló que el cierre de cuentas se ejecutó sin más, de un día para el otro, y que la explicación dada para tomar esa decisión fue toda de palabra.

Antecedentes

No es la primera vez que un banco actúa en contra de las SAS. Ya en julio pasado, mientras el amparo elevado por ASEA esperaba que alguien en la justicia se dignara a tomar el asunto, los bancos invitaban a los clientes que operaban bajo esa figura a subsanar situaciones en función de las disposiciones que venía emitiendo la Inspección General de Justicia (IGJ). Este organismo, a cargo de Ricardo Nissen, se erigió como el principal detractor de las SAS.

El verano pasado, cuando el covid-19 era todavía una noticia lejana- la IGJ emitió una serie de resoluciones que impedían el uso de las SAS en la Ciudad de Buenos Aires. Desde ASEA presentaron un amparo que, después de idas y vueltas y tiempos de resolución que excedieron todos los límites, finalizó con la confirmación de la medida cautelar que suspendió las siete resoluciones generales de la IGJ para impedir su uso en la Capital Federal.

Pero la decisión de la Justicia no parece haber sido suficiente. A principios de diciembre, se incluyó el proyecto para suspender por 180 días la constitución e inscripción de las SAS entre los temas a tratar en las sesiones extraordinarias del Congreso.

"La verdad que el proyecto de ley genera un daño tremendo a todas las pymes y emprendedores, de todo el país, sobre todo a los del interior", señaló Alejandro Ramírez, responsable de políticas públicas de ASEA.

Mientras tanto, el caso expuesto por ZMA vuelve a poner el tema sobre la mesa. Al ser consultado por iProfesional, fuentes del Banco Nación aseguraron que  "no se dio de baja a ninguna empresa, no se tomó ninguna decisión en relación a esa figura".

Zampatti Maida aseguró en diálogo con este medio: "Hace 30 años que soy cliente del Banco Nación, vivo enfrente del banco. Cuando nos mudamos de la oficina que teníamos en Barrio Norte y nos vinimos al microcentro seguimos trabajando con ellos por la buena atención del personal. Primero lo hicimos bajo la figura de unipersonal, luego como sociedad de hecho y, finalmente, como SAS pero ese parece haber sido nuestro pecado. Desde el banco nos dijeron que podemos seguir operando en forma individual pero no como SAS".

ZMA es una pyme de tecnología que emplea a unas 30 personas. El 60% de los clientes que atiende operan en Bolsa, por lo que esta determinación del Banco Nación no sólo complicó a la empresa en sí misma sino también al resto de los clientes. "La cobranza la recibíamos a través de una cuenta recaudadora y los clientes no nos podían hacer una transferencia", lamentó el empresario.

La figura preferida en las provincias

 "La IGJ suprimió a las SAS de facto porque puso requisitos imposibles de cumplir y no certifica más firmas de socios, por lo que es inviable en la Ciudad de Buenos Aires", resaltó Alejandro Ramírez. Es decir, que más allá de la cautelar la entidad buscó otros modos para su eliminación.

Pese a que el mundo tomó el rumbo de moverse en digital, por eficiencia primero y por la pandemia después, entre las medidas que impuso la IGJ se encuentra la imposibilidad de utilizar la firma digital, y las SAS se constituyen sólo bajo firma digital.

Lo que sucede en la Ciudad de Buenos Aires se contrapone con lo que ocurre en Córdoba, Mendoza, Santiago del Estero, Chubut, y la provincia de Buenos Aires donde las SAS son el tipo societario más elegido por las pymes.

De hecho, el fin de semana pasado el diputado por Mendoza José Luis Ramón publicó una columna en la que, además de explicar por qué la figura de la SAS resulta en el mejor camino para la creación de pymes, señaló que se erige en un buen instrumento de fiscalización para el Estado. "Fue pensada para cumplir con los requerimientos de simplificación, bajos costos, utilización de la tecnología digital (Blockchain), y como consecuencia de esto último, para generar mejor y mayor control por parte de los organismos pertinentes. El COVID-19 nos ha demostrado que este es el único camino posible para poder continuar", aseveró en el diario La Nación.

Nissen ataca a las SAS por considerar que habilitan el fraude cuando en realidad el delito no respeta ningún tipo de sociedad

Lo concreto es que el tema volvería a entrar en discusión en extraordinarias. Asociaciones de distintos puntos del país, como la Cámara de Comercio de Córdoba, e inclusive legisladores  de fuerzas políticas no pertenecientes al bloque Cambiemos, han manifestado su apoyo a la figura de las SAS y a su conveniencia como instrumento para conformar empresas de manera ágil en tiempos donde la creación de trabajo es una urgencia.

El caso de ZMA y el Banco Nación, además de la intención de suspenderlas por la vía legislativa, expone una vez más que las SAS están en la mira del oficialismo porque, en la opinión de Nissen, "son el monumento a la opacidad", aunque en el mundo son recomendadas por la OEA, la ONU y el Banco Mundial. Y en la Argentina sea un instrumento de impulso a las pyme elegidas por provincias de las más variadas orientaciones políticas.

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