Todo cambia y nuestras prioridades también deben cambiar, adaptándose a la dinámica de los mercados, de las empresas y del avance de la innovación, que tanto valor nos agrega.

Necesitamos prepararnos para los cambios en el mercado de trabajo del futuro y la responsabilidad es de todos. En los próximos cinco años el mundo creará 150 millones de empleos basados en nuevas tecnologías.

Para 2030, el 77% de los empleos requerirán habilidades digitales, según el Foro Económico Mundial. Hoy en el mundo sólo el 33% de los puestos de trabajo en tecnología están ocupados por personas que poseen las calificaciones necesarias y en nuestra región no escapamos a esta realidad, encontrándonos aún con mayores desafíos.

Algunos ejemplos: en México se estancaron las contrataciones de puestos en tecnología por falta de recursos ya que estamos en un momento de mayor demanda que oferta de ciertos perfiles. De acuerdo con un análisis de la plataforma Get on Board, menos del 50% de las postulaciones a puestos digitales tuvieron una contratación exitosa el año pasado.

En Colombia, un informe de Global Opportunity Youth Network (GOYN) muestra que de cada 100 jóvenes que completan la educación secundaria solo 48 acceden a educación superior y 24 la completan.

En la Argentina, hay un déficit de 5.000 puestos sin cubrir según la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI). La cifra trepa a 15.000 en posiciones de tecnologías de la información en otros sectores de la economía.

Es fundamental comprender por qué la formación de recursos no avanza a la velocidad que el mercado necesita.

La ganancia no está al final del camino

En este contexto, es fundamental comprender por qué la formación de recursos no avanza a la velocidad que el mercado necesita. En América latina, creo que confluyen varios elementos y también se dan en etapas o momentos diferentes: en el caso de los más jóvenes, encontramos proyectos educativos que no están enfocados en lo que el mercado demanda hoy y va a demandar en el futuro cercano.

Vemos también, en ciertos segmentos, bajo acceso a nuevas tecnologías y también condiciones socioeconómicas adversas que muchas veces dificultan el acceso a las oportunidades.

Hay también quienes comienzan a estudiar y abandonan luego de entrar en las empresas en busca de salarios competitivos y mayores beneficios. Mucho foco en el corto plazo, dejando de lado la visión completa de las reales oportunidades de crecimiento que el conocimiento sobre las nuevas tecnologías puede traer en un período de tiempo más extenso.

A su vez, muchas personas que ya están activas laboralmente no se actualizan para estar "al día" con las demandas del mercado, a veces por falta de recursos económicos y otras por expectativas de resultados mucho más rápidos.

Con todo, ganar esta carrera por estos "nuevos trabajos" o "trabajos del futuro" - como a muchos les gusta llamarlos - no tiene que ver con un premio al final del camino. Sino que la ganancia está en el durante.

En consecuencia, se crean oportunidades y empleos que permiten a las personas formarse, crecer y proyectarse, no sólo profesional sino también personalmente. Esto también es una responsabilidad de todos nosotros, principalmente gracias a impulsar la democratización del acceso a estas nuevas tecnologías.

Adrián Durán.

En Oracle estamos comprometidos con este propósito. Por eso lanzamos Oracle SaaS Business Process Certifications, un programa para capacitar de manera gratuita a 50.000 profesionales en aplicaciones cloud y brindarles una credencial de impacto que les asegure una proyección de mercado para su futuro inmediato.

Afortunadamente, no estamos solos en nuestra misión. Es alentador ver tantas iniciativas educativas de otras empresas de tecnología y alianzas entre universidades que apuntan a proyectar para todos un futuro prometedor que siga acelerando la transformación a través del acceso al conocimiento.

(*) Vicepresidente senior de aplicaciones e industrias para Oracle América latina.