No es novedad que la pandemia introdujo nuevos hábitos en la sociedad y entre ellos marcadas tendencia de consumo que, a fuerza de ofrecer experiencias más agradables, logran expandirse y desarrollarse.

Entre ellas se cuenta la ampliación de los espacios gastronómicos hacia las veredas, que se inició como respuesta a la necesidad de salir de los lugares cerrados para evitar la concentración de personas y restringir la propagación de virus.

Bares y restaurantes encontraron en esta modalidad la forma de reactivarse con mayor celeridad y en muchos casos se realizaron fuertes inversiones para ampliar los locales con sofisticadas estructuras y pantallas calóricas para climatizar el lugar. El fenómeno se inició en las principales ciudades, pero es una práctica ya extendida a todo el país.

Mesas afuera: la decisión que divide comerciantes en Mar del Plata

Habida cuenta que esta expansión avanza sobre los lugares públicos, muchas jurisdicciones tuvieron que adecuar su normativa para evitar abusos y al mismo tiempo regular la convivencia entre los distintos comercios, armonizando la circulación en las calles.

Tal es el caso de la ciudad de Mar del Plata, que a la salida de la pandemia implementó el programa "Comemos Afuera" con el propósito de darle un marco legal a una modalidad que era incipiente pero que llegaba para quedarse. La celeridad con la que se aprobó el proyecto dejó algunas zonas grises sobre las que con el correr del tiempo se montaron situaciones conflictivas, especialmente con los comercios ajenos a la gastronomía.

Por estos días el Concejo Deliberante de la Ciudad de Mar del Plata debate los términos de una nueva ordenanza que busca tener especificaciones más precisas.

Para poder trabajar durante la pandemia, bares y restaurantes optaron por sacar las mesas a la calle.

"Comemos Afuera" beneficia a gastronómicos

El programa "Comemos Afuera" otorgaba permisos que se renovaban anualmente y la intención del oficialismo local es transformarlos en permanentes lo cual generó el rechazo de otros rubros comerciales.

El vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de Mar del Plata y zona (AEHG), Hernán Szkrohal, defendió la propuesta de instalar decks como espacio gastronómico pero reconoció la necesidad de adecuar la norma.

"Los decks se transformaron en una herramienta muy aceptada por el público y entonces el municipio implementa el programa ‘Comemos Afuera’, que renueva la habilitaciones anualmente, pero al mismo tiempo aparecen contradicciones en el formato y hay conflictos con otros comercios", comentó a IProfesional el directivo.

Al mismo tiempo, enfatizó que "la tendencia mundial es que la gente quiere ubicarse a cielo abierto y el deck es un muy buen mecanismo", aunque también admitió que hubo instalaciones "que se excedieron en el formato".

Szkrohal explicó que en "Mar del Plata hay paseos comerciales con veredas muy anchas y los decks son una herramienta muy valiosa para atender al público". Como ejemplo citó lo que sucede en la calle Güemes donde "la relación es 75% por ciento del espacio para los automóviles y sólo 25% para los peatones".

Pero lo que los gastronómicos ven como una excelente alternativa y los consumidores como un valor agregado en la propuesta del local, para las demás actividades es una desventaja sustantiva.

En Mar del Plata funcionan entre casi 2.500 locales gastronómicos. Fueron beneficiados con el programa "Comemos afuera".

Comerciantes exigen normativa

Por eso la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) de Mar del Plata manifestó que la permanencia de las estructuras en la vía pública genera "inequidad" con actividades ajenas a la gastronomía.

Szkrohal estimó que actualmente existen instalados en Mar del Plata aproximadamente unos 270 decks habilitados y graficó que "si sumamos los metros cuadrados entra en una sola manzana de Mar del Plata".

Entre los inconvenientes que denuncian quienes están en contra se subraya el estado de abandono en el que quedan estas estructuras cuando los locales cierran. Esta situación fue abordada por el municipio que en las últimas semanas se abocó a desmontarlos para garantizar la seguridad en la vía pública.

El vicepresidente de la AEGH detalló que en Mar del Plata funcionan entre 2.000 y 2.200 locales gastronómicos y destacó que después de la pandemia el segmento que más se expandió fue el de "café al paso", ya que es un formato que requiere menos personal y además es parte de un cambio de hábito por el "take away" que, por otra parte, es mucho más económico.

Ante el nivel de debate público que se instaló en la ciudad, la AEGH emitió un comunicado en el que afirmó que "la baja en las ventas y las dificultades que atraviesan hoy los comerciantes no son responsabilidad de los decks sino del contexto económico que nos afecta a todos y que nosotros también sufrimos".

En consecuencia sostuvo que se "impone la necesidad de resultar creativos en la oferta de nuestra ciudad toda vez que la afluencia de público beneficiará indefectiblemente a todos los sectores".

El resto de los rubros del comercio creen que los decks los perjudican en sus ventas.

Para la entidad "el programa ‘Comemos Afuera’ revaloriza Mar del Plata y ha contribuido en la creación de fuentes de trabajo", pero al mismo tiempo admitió que "requiere una rápida y clara regulación y control posterior que ordene su funcionamiento y contemple intereses diversos".

La polémica está instalada y merece un tratamiento especial por parte de cada jurisdicción para una armónica convivencia entre los distintos rubros comerciales.