La industria frigorífica ya empezó a sentir el impacto del paro nacional iniciado este lunes por el gremio de la carne. Al menos 12 plantas ubicadas en la Ciudad se encuentran paralizadas y se espera que otros establecimientos se vean afectados por la tarde a raíz de las medidas dispuestas por la Federación de Trabajadores de la Carne (Fesitcara) en reclamo por el cierre del frigorífico bonaerense Penta y la falta de pago de los salarios a 250 trabajadores del establecimiento. El Ministerio de Trabajo recibirá a las 14 al gremio encabezado por Gabriel Vallejos, con representación en 16 frigoríficos de la Ciudad, La Plata y Gran Buenos Aires, además de otros establecimientos en Entre Ríos y Santa Fé. La medida alcanzará a unos 12.600 empleados en plantas dedicadas al consumo interno como a la exportación. "En este momento tenemos 12 plantas paradas en Capital y ahora más tarde se trasladará a otras plantas", confirmó Vallejos a iProfesional.

En tanto, desde la Cámara de la Industria de la Carne aseguraron que el paro "no va a afectar el abastecimiento", pero los carniceros advierten que hacia finales de la semana podría haber un faltante de ciertos cortes, una vez agotado el stock. Sucede que muchas carnicerías reciben el grueso de los pedidos de los frigoríficos de Buenos Aires, donde se encuentran las plantas bajo el convenio de Fesitcara. 

El gremio anunció la huelga tras la represión policial del jueves pasado en las instalaciones de Penta, en el partido de Quilmes, donde hubo 20 manifestantes heridos y cinco hospitalizados. Los incidentes se produjeron durante una protesta de los empleados para exigir el pago de la segunda quincena de marzo y el ingreso a la planta, cerrada desde hace más de 15 días, aunque por ahora no recibieron telegramas de despido.

A raíz del operativo, el gobierno bonaerense de Axel Kicillof apartó a policías involucrados en la represión y el ministro de Seguridad, Sergio Berni, reconoció que el accionar estuvo "mal diseñado".

La industria de la carne es una de las actividades consideradas esenciales y en funcionamiento desde el inicio de la cuarentena el 19 de marzo pasado. El dueño del Frigorífico es Ricardo Bruzzese, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (CADIF) y un empresario de buen diálogo con el Gobierno. Bruzzese fue un empresario cercano al exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno, y es uno de los impulsores del programa oficial "Argentina contra el Hambre".

Las tensiones en su planta comenzaron cuando la nueva comisión interna elegida en diciembre empezó a reclamar por la falta de pago de aportes previsionales y a la obra social. Los delegados denunciaron que la empresa no hacía la declaración jurada a la AFIP, por lo que los trabajadores tampoco cobraban el salario familiar y la ayuda escolar. Y en respuesta la firma pidió la renuncia tres de los nuevos representantes gremiales, amenazando con cerrar sus instalaciones.

Frente al peligro de cierre, la comisión interna presentó una denuncia ante el Ministerio de Trabajo y las autoridades dictaron la conciliación obligatoria. Pero la empresa no la acató y cerró sus puertas, trasladado la hacienda a otros dos frigoríficos de su propiedad. Luego, dejó de pagar los salarios y los obreros iniciaron una olla popular frente al establecimiento, que el jueves pasado culminó con la represión a cargo de la policía bonaerense.

En un comunicado reciente, la empresa denunció "extorsiones" por parte de los delegados y negó que haya un "lock out". "Penta jamás cerró sus puertas ni despidió a trabajador alguno. Todo personal administrativo y de mantenimiento está trabajando normalmente, con las restricciones indicadas por la emergencia sanitaria", señaló la compañía y agregó: "Por lo tanto, afirmamos que Penta jamás despidió a trabajador alguno, ni realiza lock out patronal, no pidió a las fuerzas de seguridad desalojo de la protesta". 

El otro convenio que rige en la actividad frigorífica es el de la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne, encabezado por Alberto Fantini. En este caso, el gremio se abstuvo de lanzar un paro, luego de declararse a principios de abril en "estado de alerta y movilización" por la negativa de la cámara del sector a abonar un plus por trabajo de riesgo por la pandemia. "De no revertirse la situación analizamos para los próximos días medidas de fuerza en plantas y el corte de la comercialización", señaló el sindicato