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Inflación y política: la primera quincena de marzo fue caliente y en el Gobierno trazan durísimo pronóstico para el mes

En las primeras dos semanas hubo alzas en servicios regulados y se aceleran las subas en alimentos, a pesar de los acuerdos de precios
15/03/2023 - 07:00hs
Inflación y política: la primera quincena de marzo fue caliente y en el Gobierno trazan durísimo pronóstico para el mes

La progresión luce muy preocupante. Lo es. La inflación que en noviembre empezaba con "4" (4,9%); que saltó al "5" (5,1%) en diciembre; al "6" (6,0%) en enero y que en febrero quedó más cerca del "7" (6,6%), tiende a agravarse a medida que pasan las semanas. Ni en el Gobierno ni en las empresas líderes quieren hablar de desborde inflacionario, pero la dinámica es muy grave.

En el gabinete económico manda la desolación. Hace apenas seis semanas, Sergio Massa se mostraba esperanzado en lograr una desaceleración marcada del IPC y prometía empezar con "3" en el mes de abril.

Semana tras semana, los indicadores empeoran. En el monitoreo cotidiano que realizan tanto en Economía como en el Banco Central se observa un deterioro adicional.

La primera quincena de marzo fue, en términos inflacionarios, la peor del año. Los aumentos superan a los registrados en las semanas previas. 

La estimación de los funcionarios es que la inflación de este mes comenzará con "7". La cuestión, en todo caso, es qué número acompañará después de la "coma". Las proyecciones en los despachos oficiales van desde un 7,1% al 7,5%. 

Todo depende de los ajustes en los precios de los alimentos en estas dos semanas que faltan para completar marzo.

Los precios, en un nivel muy superior a lo proyectado por el Gobierno.
Los precios, en un nivel muy superior a lo proyectado por el Gobierno.

A diferencia del mes pasado, donde hubo un shock de aumentos en las carnes y -en menor medida- en otros alimentos y productos de la canasta básica, en este marzo las subas más fuertes se están dando en el rubro de los servicios.

El viceministro Gabriel Rubinstein dijo que el dato de inflación de febrero "fue, sin duda, muy malo". Responsabilizó a la sequía en general y al impacto en el precio de la carne por el salto inflacionario. 

A la vez, mencionó, en un tuit, que el Gobierno trabaja en políticas fiscales y monetarias "que sean consistentes con una inflación mucho más baja junto a políticas de ingresos (acuerdos con empresas) que coadyuven a frenar los aspectos inerciales de las altas tasas de inflación".

Inflación: el "efecto carne"

El aumento de la carne fue en febrero de un 21% en promedio. Las subas, que ya habían comenzado en enero, habían sido tomadas sólo en una pequeña magnitud por el INDEC aquel mes. En febrero pegó con toda la potencia.

El precio de la carne tiene un peso de 9% en el índice de precios del INDEC.

De hecho, la consultora Eco Go estimó que el índice "descarnado" (quitando a la carne de la medición de febrero) hubiese dado un 5,5% (1,1 punto menos que el informado), mientras que el rubro alimentos mostraría un alza del 5,6% (4,2 puntos menos que el 9,8% medido por el Indec). La carne tiene un peso cercano al 27% en el rubro alimenticio. 

El aumento de la carne impactó fuertemente en el IPC de febrero.
El aumento de la carne impactó fuertemente en el IPC de febrero.

Una economía sin anclas para los precios

A medida que pasaron los años de elevada inflación, la economía argentina se fue quedando sin anclas. Las distorsiones que se acumularon en distintos momentos -el congelamiento de las tarifas fue una de esas- hizo que se quemen una tras otra.

La brecha cambiaria hizo explotar la posibilidad de anclar la inflación con el tipo de cambio. Con una diferencia del 100% entre el oficial y los dólares financieros, las grandes empresas fueron moldeando sus costos a una paridad intermedia. No fue algo de golpe pero ante la falta de soluciones, los formadores de precios tomaron ese camino.

El bloqueo a las importaciones fue el golpe decisivo. Sin tener perspectivas del momento en que les autorizarán las entradas de insumos o productos terminados, las compañías fueron "a lo seguro": cubrirse con sucesivos aumentos de precios, cada vez más elevados.

La sequía agravó este drama sin atenuantes: la escasez de u$s20.000 millones es un mazazo a cualquier expectativa de enfriamiento inflacionario. No hay forma de compensar semejante falta de divisas: el único ajuste a la vista tiene como protagonista a las importaciones. Una "solución" que traerá aparejada un enfriamiento de la actividad económica y más inflación.

En este contexto, el FMI reclama que el Banco Central acelere las minidevaluaciones diarias. Un punto resistido por el tándem Massa-Pesce: el ministro y el titular del BCRA evalúan que una mayor devaluación le pondría un piso más alto a la inflación.

El impacto político de la inflación de febrero

Ni siquiera en la intimidad, Massa se muestra optimista respecto de lo que viene. Funcionarios de su círculo admiten la preocupación extrema porque las medidas no rinden. De hecho, iProfesional viene contando en exclusiva el vínculo cada vez más tensionante entre el Gobierno y las empresas formadoras de precios.

Massa encabeza la lucha contra la inflación, que evoluciona de manera no prevista.
Massa encabeza la lucha contra la inflación, que evoluciona de manera no prevista.

A esta realidad se suma el fuerte impacto de la suba de los alimentos en el conurbano bonaerense, bastión del peronismo y del kirchnerismo, en particular. En ese distrito, el aumento de la comida fue un impactante 10,2%, cuatro décimas por encima del promedio.

Son todos registros que tendrán un efecto en la próxima campaña electoral, en la cual al oficialismo le resultará muy difícil "vender futuro" en el actual contexto de empeoramiento del escenario social.

¿Podría ser Massa un candidato presidencial en un contexto como el actual? Nadie lo sabe en su entorno. Sin embargo, cerca del ministro dicen que Massa es uno de los pocos oficialistas que podría salir de caravana prometiendo un futuro mejor en base a que logró mantener la estabilidad a pesar de las prédicas negativas de los referentes de la oposición.

A priori, parece poco para aspirar a lograr un triunfo en las presidenciales. Aunque en la Argentina que ya lleva más de una década de crisis económica -en distintas fases e impactos-, el resultado de las elecciones no puede arriesgarse.

¿Recesión a la vista?

En el quinto piso del Palacio de Hacienda, se desataron los fantasmas. La posibilidad de que la economía ingrese en un ciclo recesivo está a la vista. La cuestión, ahora, será esperar que sea lo más leve posible.

La mayor suba de los precios provocará seguramente mayores tensiones entre el Gobierno y las empresas que hace un mes acordaron el relanzamiento del programa "Precios Justos", con un tope de incrementos mensual del 3,2%. Como viene contando iProfesional, ese acuerdo ya empezó a crujir.

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