Rumores en el mercado sugieren que Bessent se habría desprendido de los pesos comprados antes de las elecciones
Estados Unidos ya habría recomprado los dólares que vendió durante la turbulencia preelectoral y se habría activado una parte del swap de monedas anunciado, según sugiere el diario La Nación, datos que se desprenderían de diferentes informes que publicó el Banco Central. Las semanas previas a la elección del 26 de octubre, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, intervino en el mercado cambiario local vendiendo cerca de u$s2.200 millones para evitar que se dispare el precio de la divisa.
Los pesos que recibió los invirtió en una Letra que con cláusulas secretas diseñó el Banco Central exclusivamente para el Tesoro americano y que quedó depositada en la entidad que dirige Santiago Bausili.
Toda la operatoria fue descripta por consultoras privadas que siguen la evolución de las cuentas del Banco Central, las que ahora detectaron que Bessent habría desarmado esa posición y, todo hace pensar, que recuperó los dólares. Las transacciones no fueron informadas en forma oficial por ninguno de los dos gobiernos.
La hipótesis: ganancia y activación del swap
Con datos al 31 de octubre, se detectó que la cantidad de Letras emitidas por el BCRA cayó en $2,75 billones, cifra similar a la que días antes había aparecido bajo el capítulo "otras inversiones".
En caso de haberse concretado en los términos que establecieron los analistas, el Tesoro de los Estados Unidos habría obtenido una ganancia debido a que recompró los dólares por debajo del precio al que los había vendido.
Pero los analistas dudan que la recompra se haya realizado contra dólares en el mercado local porque eso hubiese significado una fuerte presión alcista de la divisa. De allí que evalúan la posibilidad que la operación se haya concretado activando un tramo del swap por u$s20.000 millones anunciado.
El dólar sin red: la jugada secreta entre el BCRA y el Tesoro de EE.UU. que reconfigura el mercado
El desarme de las inversiones del Tesoro de Estados Unidos en letras del Banco Central argentino desató una oleada de interpretaciones entre economistas y operadores. Lo que parecía un ajuste contable terminó revelando una maniobra mucho más profunda: la posible activación de un tramo del swap con Estados Unidos, un mecanismo de asistencia que reordena el mapa cambiario.
Hasta ahora, esos fondos del Tesoro norteamericano actuaban como una suerte de colchón dentro del balance del BCRA, limitando la presión sobre el dólar. Su retiro significó liberar pesos que estaban "estacionados" y al mismo tiempo generar un nuevo pasivo en dólares, según interpretan distintos analistas del mercado.
En lenguaje simple: se retiró una muleta externa que ayudaba a sostener la estabilidad y, a cambio, apareció una obligación en divisa extranjera. El dólar quedó más expuesto a los movimientos domésticos y a la confianza que inspire la política económica.
Este cambio de tablero ocurre justo cuando el mercado venía mostrando una tregua cambiaria, con brechas controladas y un BCRA que parecía cómodo. Pero la salida del Tesoro norteamericano reabrió interrogantes sobre cuán sólida es esa calma.