Sigue la euforia inversora en el mercado: TGS emitió bono internacional por u$s500 millones a 10 años
La transportista de gas TGS concretó este jueves la emisión de un bono internacional por u$s500 millones, a un costo financiero del 8% (cupón del 7,75%) y un plazo de 10 años, con vencimiento en 2035, informó la compañía.
La operación recibió ofertas por hasta u$s1300 millones, reflejando el alto interés de los inversores, lo que en el mercado se analiza como efecto de la reducción de exposición de bonos soberanos para pasarse a corporativos y bancas privadas o inversores del exterior en general que participan de estas colocaciones.
Para la compañía, el resultado "reafirma la confianza de los mercados globales en TGS y su solidez financiera", así como la capacidad para llevar adelante proyectos de gran magnitud que contribuyen al desarrollo energético del país.
Oscar Sardi, CEO de TGS, afirmó que "este logro confirma que la empresa es reconocida por su solidez y por la capacidad técnica y de gestión que le permite encarar proyectos estratégicos para el desarrollo energético."
TGS y el desarrollo de infraestructura energética
La colocación se enmarca en la estrategia de la principal transportista de gas del país de continuar impulsando iniciativas que fortalecen la infraestructura energética, por lo que requiere un importante fondeo del mercado para obras.
Semanas atrás, la empresa se adjudicó el proyecto de ampliación del Gasoducto Perito Moreno (GPM) mediante licitación pública, considerad una obra de infraestructura crítica para incrementar la evacuación del gas de Vaca Muerta hacia el Gran Buenos Aires y el Litoral.
La iniciativa, que implica una inversión que supera los u$s700 millones de dólares, correrá íntegramente por cuenta de la empresa, sin comprometer fondos públicos, y busca incrementar un flujo de gas desde Tratayén (Neuquén) hasta Salliqueló (Buenos Aires), donde se interconecta con la red troncal de consumo.
El objetivo central de la ampliación es añadir 14 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/día) a la capacidad de transporte, elevando el caudal total del GPM a 35 MMm³/día. Este volumen adicional no solo garantiza un mayor abastecimiento a los principales centros de consumo, sino que también genera un impacto económico directo en la balanza comercial.
Las proyecciones oficiales y de TGS estiman un ahorro de divisas superior a los u$s700 millones anuales, ya que el gas nacional sustituye la necesidad de importar costoso Gas Natural Licuado (GNL) y combustibles líquidos, especialmente durante los picos de demanda invernal.
Financiamiento millonario para Vaca Muerta
La colocación de hoy tuvo como antecedente inmediato esta semana la salida de Pampa Energía, la empresa de Marcelo Mindlin, que colocó u$s450 millones en el mercado internacional, con un cupón de 7,75% y un rendimiento de 8,125%.
La empresa energética recibió ofertas por más de u$s1.500 millones, con una demanda que incluyó a importantes fondos de inversión internacionales y que alcanzó un plazo récord de 12 años, ya que fue presentado como el más extenso obtenido por una empresa privada local.
Dos semanas atrás habían hecho lo propio dos de las mayores petroleras locales, tras las elecciones de medio término que dieron un fuerte aval al sendero económico y político del Gobierno nacional. Casi en simultáneo YPF ofreció la reapertura de una ON por la cual colocó u$s500 millones y Tecpetrol hizo lo propio con otro bono por hasta u$s750 millones
El panorama financiero del sector energético de la Argentina venía dinámico en los últimos meses con colocaciones concretadas por empresas como Vista, Oldelval, Pan American Energy y Pluspetrol, todas con grandes proyectos de inversión en marcha como parte del desarrollo de los recursos de Vaca Muerta y los planes de infraestructura de transporte.
YPF y Tecpetrol salieron a buscar financiamiento en dólares a largo plazo, aprovechando el interés de los inversores por instrumentos de renta fija que ofrecen rendimientos robustos, generalmente por encima del 7 y el 8% anual.
Este tipo de operaciones no solo permite a las empresas energéticas mejorar su perfil de deuda, alargar los plazos de vencimiento y cancelar compromisos de corto plazo, sino que también sirve para fondear inversiones estratégicas en proyectos clave que lleva adelante cada una.