Producción récord de petróleo y gas en Argentina: Vaca Muerta aporta cerca del 70%
La producción hidrocarburífera en Argentina alcanzó en los últimos registros niveles considerados récord para la industria local. Según datos oficiales, la producción total de petróleo llegó a 857,7 mil barriles diarios, mientras que la de gas natural alcanzó los 122,3 millones de metros cúbicos por día.
Estas cifras se inscriben en un proceso de expansión sostenida del desarrollo no convencional, especialmente en la formación Vaca Muerta, que ya explica cerca del 70% del petróleo y el gas que se produce en el país.
Vaca Muerta y el cambio en la matriz productiva
El peso creciente del shale consolidó una modificación estructural en la matriz energética. La participación del no convencional sobre la producción total de hidrocarburos se incrementó de manera consistente en los últimos años, hasta alcanzar actualmente una proporción predominante. Este proceso posiciona a Vaca Muerta como el principal polo de desarrollo energético del país, tanto en petróleo como en gas natural.
En el caso del petróleo, la producción no convencional alcanzó los 579,8 mil barriles diarios, lo que representa el 67,6% del total nacional. Frente al mes anterior registró un incremento del 1,3%, mientras que en la comparación interanual la suba llegó al 32,1%. En términos históricos, la producción actual es 360% superior a la de febrero de 2020 y más que triplica los niveles observados en 2021, lo que muestra la magnitud del cambio en la estructura productiva.
En gas natural, el shale también concentra la mayor parte del suministro. La producción no convencional fue de 76,6 millones de metros cúbicos por día, equivalente al 62,6% del total nacional. Si bien la producción mensual se mantuvo estable, se ubica muy por encima de los promedios históricos de la industria, lo que consolida una meseta elevada de extracción asociada al desarrollo de Vaca Muerta.
Comportamiento productivo de petróleo y gas
En petróleo, los registros muestran una leve caída mensual del 0,2%, aunque la comparación interanual marca un crecimiento del 13,6%. En la mirada de largo plazo, los niveles actuales se ubican 62,8% por encima de los de febrero de 2020. A su vez, la producción supera los promedios anuales recientes, que pasaron de 523,2 mil barriles diarios en 2021 a 709,3 mil en 2024.
En gas natural, la producción mostró un retroceso mensual del 1,4% y una baja interanual del 3,9%. Sin embargo, los volúmenes continúan dentro de rangos considerados elevados para la serie histórica, debido al aporte del segmento no convencional.
Actividad de perforación y expansión operativa
El incremento productivo está asociado a un aumento de la actividad de perforación. En noviembre se registraron 96 pozos en perforación de explotación, cifra que representa un aumento del 26,3% respecto del mismo mes del año anterior. El nivel actual se ubica 50% por encima del observado en febrero de 2020 y supera de manera sostenida los promedios anuales de los últimos cuatro años.
Este conjunto de indicadores evidencia una operación con mayor escala y continuidad, que permitió sostener el crecimiento de la producción no convencional y su incidencia sobre el total del sistema energético.
Neuquén como eje del desarrollo no convencional
La provincia de Neuquén concentra el núcleo principal de la actividad. En petróleo, la producción provincial alcanzó los 590.339 barriles diarios, con una participación cercana al 97% del no convencional sobre el total provincial. Entre las áreas que aportan la mayor parte del volumen figuran Loma Campana, Bandurria Sur y Bajada del Palo Este.
En gas natural, Neuquén produjo 81,22 millones de metros cúbicos diarios, de los cuales aproximadamente el 90% corresponde al shale. Este desempeño sostiene tanto el abastecimiento interno como el crecimiento de la disponibilidad exportable en determinados períodos del año, en función de la demanda interna y las condiciones de infraestructura.
Tendencias y perspectivas del sector
Los datos correspondientes a noviembre permiten observar una tendencia de continuidad en la expansión de la producción no convencional, con fuerte protagonismo de Vaca Muerta en la estructura energética nacional. La combinación de altos niveles de perforación, incremento sostenido del shale y participación creciente de Neuquén como centro operativo configura un escenario de previsibilidad productiva.
En este contexto, el sector hidrocarburífero se encamina hacia un cierre de 2025 con participación mayoritaria del no convencional en petróleo y gas, niveles de actividad elevados y una matriz productiva centrada en el desarrollo de Vaca Muerta. Este proceso aparece como parte de un ciclo de largo plazo, asociado tanto al abastecimiento interno como a la ampliación de la capacidad exportadora de energía.