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El precio del dólar blue explota y todas las miradas apuntan al Banco Central: ¿cuánta espalda tiene realmente?

Las reservas de dólares disponibles por el Banco Central vienen en baja, por eso economistas consultados por iProfesional indican cuántas hay y qué pasará
23/10/2020 - 16:25hs
El precio del dólar blue explota y todas las miradas apuntan al Banco Central: ¿cuánta espalda tiene realmente?

Los intentos del Gobierno por dejar de perder reservas parecen inocuos en medio de un clima inestable e incierto.

Por lo tanto, en un escenario en que el Banco Central cuenta con escasos dólares líquidos, la pregunta que surge en la City es qué puede ocurrir con la cotización del tipo de cambio ante esta situación.La regla básica y clara en la economía es que a menor oferta y mayor demanda, el precio del producto (en este caso, los dólares) tiende a subir.

Y en una plaza cambiaria limitada por el cepo, el reflejo a estos desequilibrios es el mercado informal.

De hecho, se observó como el dólar libre escaló sin pausa y con prisa desde los $132 que valía en septiembre hasta alcanzar los $190 actuales. Es decir, en apenas un mes avanzó más de 40%.

Y la brecha cambiaria entre el informal y el tipo de cambio mayorista es muy alta, debido a que ya sobrepasó un 130%. De esta manera, las distorsiones en la economía comienzan a ser complicadas, debido a que empiezan a presionar sobre los precios. Por ende, sobre la inflación.

En medio de esta situación planteada que impacta de forma concadenada en las distintas variables, las reservas brutas del Banco Central hoy se ubican en torno a los u$s40.700 millones.

En problema acá son las tenencias netas disponibles (lo que no es encajes y préstamos) por la autoridad monetaria, para hacer frente a importaciones y pagos necesarios al exterior, que, según los distintos economistas consultados por iProfesional, se encuentran en torno a los u$s6.000 millones. Y la tendencia es a la baja.

Peor aún es el nivel de dólares líquidos disponibles "en mano", dentro esas reservas disponibles, para afrontar compromisos urgentes, ya que serían de apenas u$s700 millones.

Mientras tanto, los exportadores no tienen ningún tipo de incentivos para liquidar sus dólares, ya que, por ejemplo, a los del sector agrícola se les abona un valor de dólar oficial que, descontadas retenciones e impuestos, es de un equivalente a $57. Muy por debajo de los $190 que se necesita en la plaza libre para comprar cada billete estadounidense.

Las reservas disponibles por el Banco Central se encuentran en un nivel
Las reservas disponibles por el Banco Central se encuentran en un nivel "peligroso". Datos al 20 de octubre de 2020.

Sin reservas, golpe al dólar

Para entender el constante goteo de las reservas del Banco Central y las tensiones que genera esto en la City, basta con observar la consecuente suba continua del precio del dólar informal y la falta de efecto que existe de las numerosas pero inocuas medidas oficiales.

"Las medidas del Gobierno para trata de contener la brecha cambiaria y pérdida de reservas, hasta el momento, se mostraron insuficientes", sentencia Roberto Geretto, economista jefe del banco mayorista CMF.

Así, con la brecha ya muy instalada encima del 130% y reservas en caída, se reaviva el debate sobre cuál es la forma "correcta" de medir las tenencias del Banco Central.

"Sin dudas, la alta brecha está causando el drenaje de reservas, al otorgar incentivos a no liquidar exportaciones en el mercado oficial. Y, por el contrario, incentiva todo lo que sea importaciones y cancelaciones de obligaciones financieras con el exterior. Así, preguntarse por las bajas reservas es la contracara de preguntarse por la alta brecha", completa Geretto.

Por su parte, Lorena Giorgio, economista principal de Econviews, también considera que, a pesar del reciente paquete de medidas tomadas en tándem por el Central, Economía y la CNV, el drenaje de reservas no frena y "ya están en niveles alarmantes".

A su entender, las reservas netas que dispone el Gobierno, es decir, descontados los pasivos de corto plazo, se ubican en torno a los u$s6.500 millones, mientras que las líquidas (sin contar oro, Derechos Especiales de Giros contra el FMI (DEGs) y aportes netos de organismos internacionales), ya están por debajo de los mil millones.

"Algunos analistas, incluso, las consideran negativas a las reservas líquidas, al tomar los DEGs brutos", acota Giorgio.

Más allá de estas estimaciones, lo concreto que considera esta economista es que el Banco Central está "enfrentando dificultades" para hacer frente a algunos pagos externos.

"Si esta entidad no logra torcer el rumbo pronto, deberá hacer extensivo el uso transitorio de encajes (hoy en casi u$s12 mil millones, con depósitos en dólares por u$s18 mil millones), o bien hacer líquidas sus tenencias de oro, por ejemplo", alerta Giorgio.

En resumen, su sensación es que el tiempo "se está agotando" y el Gobierno está luchando por encontrar una respuesta eficaz para hacer frente al problema de escasez de dólares, pero "está fallando en el diagnóstico: el problema no es el dólar, el problema son los pesos", sentencia.

Desde la visión de Iván Cachanosky, economista de la Fundación Libertad y Progreso, también el nivel de las reservas internacionales netas, en torno a las cifras mencionadas, se encuentra en "niveles críticos y preocupantes".

"Sólo u$s5.300 millones son genuinos y propios del Banco Central, pero esto no es lo más grave. El problema se agrava porque descontando las tenencias en oro y los DEGs, las reservas internacionales netas serían incluso negativas", enfatiza este experto.

En otras palabras, alerta que el saldo de reservas de libre disponibilidad para intervenir rápidamente es negativo y, por lo tanto, "no hay poder de fuego en el mercado cambiario".

"Como el problema es de confianza, difícilmente las medidas sean una solución sostenible. En el mejor de los casos, se podrá generar cierto aire en el corto plazo", concluye Cachanosky.

Ante este nivel bajo de reservas, y dada la fungibilidad del dinero, para Geretto el BCRA podría, por ejemplo, "usar dólares de los encajes para vender en el mercado de cambios, pasando así las reservas netas a niveles negativos, como ya ha ocurrido en la anterior gestión de Cristina Kirchner".

Claro, agrega que esto va a agregar más presión a las reservas y nerviosismo al mercado, donde los ahorristas ante el temor que se genera "acentuarán el retiro de depósitos en dólares de los bancos".

Con cada vez menos dólares en las reservas del Banco Central, el Gobierno se ve acorralado por el precio del tipo de cambio.
Con cada vez menos dólares en las reservas del Banco Central, el Gobierno se ve acorralado por el precio del tipo de cambio.

El dólar en el centro de escena

El problema que el país tiene cada vez menos reservas se traslada al tipo de cambio, debido a que el dólar se transforma en un bien cada vez más escaso y, por ende, aumenta su demanda, disminuye su oferta y el precio sufre presiones al alza. Asimismo, con pocas "defensas verdes", el Gobierno debe profundizar cada vez más el cepo y las restricciones a la venta de divisas.

"Argentina tuvo más de 20 controles cambiarios y ninguno funcionó. Difícilmente este caso sea la excepción", remarca Cachanosky.

Al respecto, sostiene que las últimas medidas oficiales buscarán reducir la brecha cambiaria, intentando que los dólares paralelos se reduzcan, pero "eso es algo que sólo puede lograrse transitoriamente vendiendo bonos en dólares. No es una estrategia que el BCRA pueda utilizar por mucho tiempo", completa.

De esta manera, con restricciones de acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), la profundización de las limitaciones para acceder a la plaza oficial demostró que una brecha cambiaria tan elevada "espanta a los oferentes de divisas, pero constituye un imán imposible de resistir para aquellos demandantes que acceden al MULC", afirma Andrés Méndez de AMF Economía.

Así, el mercado cambiario vuelve a quedar a merced de la falta de confianza, algo que se ve en la escalada de las últimas semanas del dólar blue como escape al peso.

La mejor manera de intentar recuperar la confianza, para Cachanosky, implicaría un "acuerdo con el FMI en donde se realicen reformas estructurales, pero el Gobierno no parece estar dispuesto a ir por ese camino".

Por lo tanto, considera que de no concretarse un plan económico que muestre un sendero decreciente del déficit fiscal que sea creíble, la incertidumbre seguirá reinando en el mercado cambiario y, ante la ausencia de reservas netas, "tarde o temprano el dólar oficial tenderá a devaluarse, porque no quedan muchas más herramientas para combatirlo".

En resumen, el problema de confianza está depositada en el peso, ya que las personas sienten que al quedarse en moneda nacional pierden poder adquisitivo. Por eso sube el apetito dolarizador.

Para Giorgio, la solución no se debe centrar simplemente en restringir el acceso al mercado de cambios oficial, sino en enviar señales fiscales y monetarias consistentes.

"Las municiones del Banco Central y la ANSES para intervenir en los mercados de dólar financieros se van reduciendo, y para domar la brecha es imprescindible reducir el exceso de pesos, moderar expectativas sobre la inflación futura y restaurar la confianza. No es un combo para nada fácil", resume Giorgio.

Desde la visión de Geretto, dada la alta brecha cambiaria y las bajas reservas, el Gobierno sigue en la "disyuntiva de devaluar, desdoblar o reprimir".

"Hasta el momento, la alternativa de devaluar ha sido desechada por los costos sociales que tiene, como inflación, caída de la actividad y pobreza", afirma el economista.

Sin reservas y con menos cintura para realizar maniobras, surgen las escasas medidas que puede tomar el Banco Central.
Sin reservas y con menos cintura para realizar maniobras, surgen las escasas medidas que puede tomar el Banco Central.

En tanto, por el lado de desdoblar, el experto indica que, actualmente, hay un desdoblamiento "de facto", ya que existe el canal comercial por el mercado oficial y el canal financiero por el contado con liquidación, MEP o blue.

"Desdoblar no reduce la brecha sino que la oficializa. Así, se ha elegido hasta el momento el camino de reprimir, aunque es difícil que quede mucho más por recorrer", dice Geretto.

De hecho, acota que ahora se trabó más las importaciones, lo cual conlleva el riesgo de limitar el rebote económico post-pandemia y crear inflación cambiaria al valuar los importadores la reposición de mercadería a tipos de cambio alternativos.

"Dada la circunstancia actual, se puede afirmar que una devaluación muy posiblemente no se podrá evitar, pero sí administrar, donde un plan con consistencia fiscal y monetaria ayudaría a que el salto del tipo de cambio sea menor y no tan violento", detalla Geretto.

La coincidencia general del mercado es que mientras más se posterguen las soluciones de fondo, menos grado de libertad habrá para acotar y administrar la devaluación.-