El CEO de Pfizer, Albert Bourla, vendió una participación por valor de 5,56 millones de dólares,  según un documento enviado al supervisor de los mercados de Estados Unidos, la SEC, que demostró que la venta se realizó el lunes, el mismo día en que el fabricante de medicamentos informó de datos positivos sobre su vacuna experimental contra el Covid-19.

La compañía, por su parte, aseguró el miércoles que la venta era parte de un plan comercial preanunciado, adoptado por Bourla el 19 de agosto. El CEO de la farmacéutica vendió 132.508 acciones a 41,94 dólares por acción.

"La venta de estas acciones forma parte de la planificación financiera personal del doctor Bourla y de un plan preestablecido, que permite, según las normas de la SEC, a los principales accionistas y a los iniciados de las empresas que cotizan en Bolsa negociar un número determinado de acciones en un momento predeterminado", dijo Pfizer.

"A través de nuestro administrador del plan de acciones, el doctor Bourla autorizó la venta de estas acciones el 19 de agosto de 2020, siempre que las acciones estuvieran al menos a un cierto precio". Pfizer anunció el lunes que su vacuna experimental contra la pandemia tenía una eficacia superior al 90% según los resultados de los ensayos iniciales, lo que hizo que sus acciones subieran  un 7,7% y provocó en el Ibex la mayor subida diaria en una década.

Pfizer y su socio alemán BioNTech SE han dicho que hasta ahora no se han encontrado serias preocupaciones de seguridad y esperan buscar la autorización de uso de emergencia de los EE.UU. este mes, aumentando la posibilidad de una decisión regulatoria tan pronto como en diciembre.

CEO de Pfizer vendió acciones el día en que anunció el avance de la vacuna

3 preguntas que nadie puede responder sobre la vacuna de Pfizer

La carrera por encontrar una vacuna contra el Covid-19 comenzó desde el primer día en que el coronavirus apareció en el mundo. Laboratorios, farmacéuticas y científicos de todo el planeta comenzaron a investigar este área con el objetivo de llegar a un resultado en el menor tiempo posible.

Una de ellas fue Pfizer, que se unió al laboratorio BioNTech, y juntos desarrollaron una vacuna que actualmente se encuentra en fase 3 de investigación y que ya ha sido probada en 43.500 voluntarios de diversos países.

Este lunes, la gigante estadounidense anunció que su vacuna es eficaz en un 90%, algo que la posiciona muy bien de cara al futuro cercano. No obstante, todavía faltan los resultados precisos de la fase 3, que estarán a finales de noviembre, y todos los procesos de aprobación necesarios.

El camino es largo y todavía falta, pero la meta ya no está tan lejos como lo estaba en febrero o marzo.

Aunque los resultados preliminares son alentadores, todavía es temprano para celebrar y para decir que es una vacuna que funcionará en la población general. Desde antes de los anuncios de Pfizer y después de ellos también, varios expertos aseguraron que todavía no es posible pensar hacia adelante con esta vacuna de la mano. 

Según publicó Business Insider, Jesse Goodman, profesor de enfermedades infecciosas de la Universidad de Georgetown, criticó a la farmacéutica estadounidense por haber comunicado los resultados de manera informal en lugar de hacerlo directamente a través de un estudio o trabajo. "Necesitamos ver los datos reales y necesitaremos resultados a más largo plazo", afirmó.

En este sentido, es interesante tener en cuenta que hay muchos aspectos de esa vacuna -al igual que sucede con otros desarrollos también- que se desconocen y que sería necesario responder antes de avanzar hacia la vacunación. 

Preguntas sin responder sobre la vacuna de Pfizer

1. Eficacia en subgrupos

Esta es una de las grandes dudas que muchos expertos tienen acerca de todas las vacunas, no solo sobre la de Pfizer. La importancia de este punto radica en el nivel de afectación que los subgrupos etarios han demostrado tener frente al coronavirus. Mientras que los más chicos y los jóvenes han atravesado, en su mayoría, la enfermedad sin severas complicaciones, los adultos mayoes han manifestado trastornos graves y son el grupo de mayor mortalidad.

Es por eso que resulta necesario cuál será el nivel de efectividad, por un lado, y de riesgo que representa, por otro, en los distintos subgrupos de la población. 

Hasta el momento los resultados que ha mostrado Pfizer, tanto los formales como los informales, no tienen información precisa acerca del impacto de la vacuna en los subgrupos y, puntualmente, en los grupos vulnerables frente al virus. Cabe mencionar que por el momengo ninguna de las otras vacunas que se encuentran en fase 3 de investigación han difundido datos acerca de este aspecto del desarrollo. 

Los adultos mayores son los más afectados por el coronavirus y aún se desconoce el efecto de la vacuna en su cuerpo

2. ¿Cuánto dura la inmunidad?

En diversas ocasiones se ha hablado de este aspecto de la vacuna. Los cortos y acelerados tiempos de investigación y desarrollo no han permitido hacer trabajos a largo plazo, algo de lo que se conocerán los resultados más adelante.

La realidad es que por el momento ninguna de las vacunas que se encuentra en carrera, inclusive la de Pfizer han demostrado tener una inmunidad durable. Esto significa que se desconoce el tiempo que los anticuerpos permanecen activos en el organismo y pueden defenderlo de un posible contagio de coronavirus. 

Sin esta información es imposible aseverar que la vacuna funcione y, mucho más imposible, volver a la "vieja normalidad". 

Cabe mencionar que todas las vacunas que actualmente se dan a nivel mundial tienen un período de duración en el organismo. Esto significa que al momento de vacunarse se le indica al paciente cuándo debe reforzar la inmunidad, en los casos en que hay que hacerlo. 

3. ¿Cuál será la estrategia para garantizar refrigración en los traslados?

Otro punto clave. Trasladar una vacuna es muy distinto a distribuir medicamentos comunes u otros productos médicos. Las vacunas en general, y las desarrolladas contra el coronavirus particularmente, requieren una refrigeración muy específica, controlada y rigurosa. Esto significa que la temperatura no puede subir de ciertos grados centígrados -que varían en cada caso- porque si eso sucede el producto pierde su conservación y ya no sirve. 

Hay países o regiones que tienen una mayor probabilidad de que este proceso se respete, pero hay otras zonas del mundo donde será todo un desafío poder distribuir la vacuna en caso de que llegue, ya sea la de Pfizer u otras. 

La rerigeración de las vacunas es un elemento clave

Pfizer, la vacuna de la tecnología innovadora

Es importante mencionar, por último, que la vacuna fue desarrollada con una tecnología que hasta el momento no ha sido probada en seres humanos, sino que solo se ha utilizado en animales. 

El ARN mensajero es una técnica que ya se ha empleado en ciertos animales, pero nunca en personas ni tampoco contra una enfermedad tan contagiosa como ha demostrado ser el coronavirus. 

Es por eso que hay expertos que tienen dudas acerca de su efectividad, a pesar que para Pfizer el uso de esta técnica es algo positivo que tiene su vacuna y que la posiciona con ventaja sobre las demás. 

Muchos profesionales señalan, además, que el uso del ARN mensajero supondría, además, un monitoreo todavía más cercano de quienes se vacunen con el desarrollo de Pfizer.