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¿El precio actual del dólar es el correcto para la economía?: este es el veredicto de un experto

La profesora de Macroeconomía de Universidad de Belgrano (UB), Mariana Barreña, habló con iProfesional y analizó qué puede pasar con el dólar e inflación
07/12/2020 - 14:16hs
¿El precio actual del dólar es el correcto para la economía?: este es el veredicto de un experto

La economía es un hervidero, más allá de la tensa calma del mercado de las últimas semanas, debido a que deben decidirse cuestiones fundamentales como la suerte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

A nivel local, es sumamente importante lo que ocurra con el tipo de cambio y los precios de la economía que se han recalentado.

En este sentido, iProfesional dialogó con Mariana Barreña, profesora asociada a cargo de Macroeconomía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Belgrano (UB).

-¿Qué análisis realiza de la economía?

-Complicada en el corto plazo, pero tratando de reacomodarse. Si la autoridad económica logra sostener el éxito logrado en el mercado cambiario en los últimos días de octubre hasta la fecha, podría ser el inicio de un cambio de expectativas necesario para comenzar a resolver otras complicaciones, tanto generadas por la pandemia de Covid-19 como anteriores. No olvidemos que la economía argentina ya venía atravesando una década de estancamiento, con niveles de pobreza alarmantes e inflación elevada.

-¿Las mayores medidas restrictivas pueden afectar la reactivación?

-Vayamos un poquito hacia atrás. Si hubo autoridad económica que no concuerda con la aplicación de este tipo de medidas restrictivas, esa es la anterior. Sin embargo, volver al control de cambios dio alivio en ese momento, por la significativa formación de activos externos. La profundización en esta gestión era lo esperable.

Pero las regulaciones aplicadas para operar con bonos generaron una volatilidad cambiaria altamente peligrosa. Y fue positivo, los resultados están a la vista, que el ministro de Economía diera un giro de timón. Más allá de gustar o no gustar las restricciones, enfocándonos en lo pragmático, en la coyuntura actual no parecen estar dadas las condiciones para desarticular rápidamente las restricciones en el mercado cambiario.

Es decir, pagar los costos de una devaluación es admisible si, a cambio, se obtienen mayores beneficios, y no veo que ésa sea la situación actual, cuando el tipo de cambio oficial es competitivo, pese a que las cotizaciones en los mercados libres estén inexplicablemente altas.

Creo que la autoridad económica es consciente de que hoy no sirve una devaluación, y tomó la decisión firme de evitarla. Y el mercado también cree esto. Lo percibe, porque ve una posición unificada en ese sentido.

Las restricciones cambiarias, para Barreña, son inevitables en este contexto.
Las restricciones cambiarias, para Barreña, son inevitables en este contexto.

-Hoy se percibe cierta calma cambiaria, ¿qué cree que puede pasar con el dólar?

-Eso depende del éxito en sostener el alivio logrado recientemente en el mercado cambiario. Allí vieron una decisión firme con las colocaciones de bonos y respondieron favorablemente. Fue una estrategia audaz la de emitir bonos del Tesoro vinculados con la cotización oficial del dólar y a la tasa de inflación, en un contexto de deuda soberana cotizando a bajo precio y elevado rendimiento.

Fue una movida muy jugada, que dio resultado. Ahora hay que sostenerlo. Y entonces, empieza a jugar otro elemento: la negociación con el FMI. En otros países se están cerrando negociaciones que hoy le dan esperanza a la Argentina.

-Entonces, ¿cómo se puede controlar al dólar y generar divisas en épocas de pocas reservas y desincentivos para liquidar?

-Lo veo al revés, en este punto: la cuestión es generar divisas, y eso va a controlar el dólar. Por eso es importante continuar la negociación con el FMI. Se deberían revisar los incentivos al campo, ya que las exportaciones vienen cayendo de manera sostenida.

Es lo ideológico versus lo pragmático, donde debería imperar lo pragmático. La clave pasa por las expectativas, y en Argentina son una cuestión delicada. Pero hubo coyunturas en las que se las pudo revertir en un sentido favorable. Y hoy parece que empiezan a responder en ese sentido.

Lo que pasa es que se trata de un proceso largo, que hay que construir paso a paso, evitando errores. Es clave que el Gobierno muestre firmeza en las decisiones que toma, y que es uno solo el que, al final del día, corta el bacalao. Hoy parece haber tomado ese camino.

El acuerdo con el FMI puede abrirle al país el acceso a divisas y estabilizar al mercado, según la economista.
El acuerdo con el FMI puede abrirle al país el acceso a divisas y estabilizar al mercado, según la economista.

-¿Y cuál es la solución de corto plazo que puede dar el acuerdo con el FMI y el propio Gobierno para no perder más reservas?

-El Fondo puede ayudar a fortalecer las reservas internacionales del Banco Central en el nuevo acuerdo. Recientemente, firmó ampliaciones con Ucrania y Colombia, ambas con elevado déficit fiscal, en el marco de la emergencia sanitaria. Y con el alivio que se está logrando en el mercado de divisas, revirtiendo expectativas a la suba de la paridad, podría ser suficiente.

También está el swap con China, que parece una vía más complicada, pero existe. Y todavía el Central tiene oro, que puede convertirse en dólares muy rápidamente. En un plazo mayor, el tipo de cambio hoy es competitivo, así que las divisas van a llegar.

Dejar de ver en el futuro inmediato un tipo de cambio más elevado va a repercutir en la mejora del saldo comercial, así como esperar una devaluación determinó recientemente la caída de exportaciones y el adelanto de importaciones.

-También debería haber señales al mercado…

-Para consolidar la victoria en el mercado de divisas, y revertir la expectativa al alza de su cotización, el mercado requiere percibir un plan de estabilización y crecimiento como sostenible. Ya se perdió esa oportunidad en agosto, en el momento de la reestructuración de la deuda externa. Y los plazos son cortos, porque los costos son altos.

La confianza es la base de la economía en todos sus plazos. En el más corto, rige al flujo de riqueza financiera, especulativa. En el mediano, determina la colocación de inversión para la esfera productiva. Y en el largo, transforma a un país en el lugar donde todos queremos vivir. Hay que empezar a generarla, porque lleva tiempo. Después, los resultados llegan.

Para Barreña, una fuerte devaluación no solucionaría los problemas actuales de Argentina.
Para Barreña, una fuerte devaluación no solucionaría los problemas actuales de Argentina.

-En este contexto, ¿qué puede pasar con la inflación?

-Es otro tema delicado. Por eso, nuevamente, la devaluación no es un camino que hoy convenga, ni es requerido para la competitividad. La Argentina tiene un pass-through (un traspaso) de tipo de cambio a precios inexplicablemente elevado. En el 2002 se lo pudo reducir con la confluencia de algunas medidas, en el marco de una fuerte depresión de la actividad. Hoy, la abrupta contracción económica es lo que, por ahora, está reprimiendo los precios.

Necesitamos que la actividad se recupere rápidamente. Las hiperinflaciones se dieron en contextos de déficits fiscales pronunciados, elevada emisión, un Banco Central sin reservas internacionales y brecha cambiaria significativa. Es cierto que varias condiciones hoy se cumplen, pero no todas.

Las tasas mensuales de inflación del presente están lejos de las de 1989-1990 y el Ministerio de Economía se comprometió fuertemente con el tipo de cambio oficial. Si bien la brecha cambiaria es alta, e históricamente se resolvió al alza, el tipo de cambio oficial hoy es competitivo, cuando históricamente estaba atrasado.

El Gobierno dio señales de que no va a seguir emitiendo: el Tesoro le devolvió adelantos transitorios al Central. También hay señales de reducción de la expansión fiscal de emergencia, ya que en el Presupuesto 2021 no están incluidas partidas para IFE y ATP. Creo que debe seguir en ese camino.

-¿Qué está necesitando Argentina?

-La Argentina necesita reestructurar sus cuentas públicas para que sean sostenibles. La gestión anterior las dejó casi equilibradas, pero con reformas de corto plazo. Se requieren debates y reformulaciones de largo plazo, hacia la sostenibilidad fiscal, reformas previsionales, tributarias y en la relación nación-provincia.

En este sentido, se desandaron pasos dados en la gestión anterior. Estos elementos son requeridos para la generación de confianza. Pero son distintos plazos.

La reactivación es otro desafío. Hoy parece transitarse con poca fuerza, lo que es bueno respecto de la estabilidad de precios, pero perjudicial respecto de los indicadores de pobreza.

Además, la segunda ola de Covid-19 en el mundo, las dudas sobre la capacidad de recuperación del consumo local y, en consecuencia, incentivos a la inversión traen incertidumbre. Vayamos paso a paso, pero con pasos firmes que mejoren la confianza y borren ese halo de incertidumbre que no nos deja crecer.-