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Súper tasa del BCRA, arma de doble filo: riesgos colaterales en la lucha contra la inflación

Se esperaba la suba de tasa y llegó con cifras récord. Sin embargo, expertos del mercado advierten que puede ser insuficiente y tener efectos colaterales
Por Pilar Wolffelt
FINANZAS - 19 de Agosto, 2022

El jueves pasado, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) subió la tasa del plazo fijo tradicional en 8,5 puntos porcentuales y la fijó en 69,5%, lo que equivale a una tasa efectiva anual (TEA) del 96,5%. El objetivo de esta medida, según el BCRA, es "aumentar el incentivo al ahorro en pesos". Pero, en un contexto en el que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio se ubicó en el 7,4%, el peor dato de inflación mensual desde abril de 2002, los economistas consideran que no es suficiente y advierten sobre algunos efectos colaterales.

"El Banco Central corre de atrás a la inflación con la suba de tasas porque siempre es una reacción al índice del mes previo y, en realidad, debería aplicarse un alza teniendo en cuenta la inflación futura y no la pasada", observa el economista experto en mercado de capitales Christian Buteler.

Cabe mencionar que, con la nueva tasa fijada por el Gobierno, los plazos fijos de personas humanas a 30 días de hasta $10 millones pasaron a tener un rendimiento mensual de 5,79% (en base a la TNA).

Con estos datos, el economista y director de CyT Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, observa que, si bien "la suba de tasas fue muy fuerte y representó una buena señal para el mercado porque los rendimientos de los instrumentos en pesos se acercan un poco más a los niveles de inflación proyectados", aún son bajos teniendo en cuenta el índice de precios de julio del 7,4% y el previsto para agosto, que espera que esté por encima del 6%.

"Si la inflación bajara un poco en los próximos meses, la relación empezaría a ser más positiva y todo indicaría que el Gobierno está apostando a que el índice de precios tienda a descender", anticipa Tiscornia. Y es que, advierte, con los niveles actuales todavía es muy justa la equivalencia entre tasa en inflación.

Así, su razonamiento coincide con el de Buteler cuando opina que está bien que se aplique un incremento en la tasa, pero cree que debería ser un poco más agresivo para evitar que siga subiendo el índice de precios. Y argumenta: "Hemos visto durante todo el año que, a los 30 días, la suba de tasas termina siendo negativa aunque haya sido positiva en un inicio".

El nivel de inflación hace que los rendimientos de las inversiones en pesos nunca alcancen.

Pero esa no es la única advertencia que realizan los analistas sobre la suba de tasas. Otro de los elementos que señalan es que, si bien es necesaria en este momento, tiende a tener sus consecuencias en la economía, que son las siguientes:

Tasas altas y encarecimiento del crédito

"La tasa no solo premia a quien se queda en pesos, sino que también se le encarece la toma de crédito a quien necesita financiarse", comienza diciendo Buteler. Y explica que eso es, en parte, lo que quiere el Gobierno: que haya menos dinero circulando y eso permita bajar los precios y el dólar.

Pero eso trae, por un lado, un efecto contractivo en la actividad económica porque a muchos empresarios no les dan los costos para pagar gastos financieros tan altos a la hora de financiarse a través de un crédito y se limita la inversión.

Es cierto que muchos pueden recurrir a la venta de dólares o a financiarse con la tasa de un plazo fijo. Pero, por otro lado, el analista plantea que eso lleva a que la persona que tiene dólares guardados y necesita realizar alguna compra o inversión analice qué le conviene, si vender dólares para comprar o financiarse en pesos.

"Con costos financieros tan altos, el inversor lo piensa dos veces y evalúa también lo que puede pasar con el tipo de cambio", dice Buteler. Si cree que el dólar pueda tender al alza en los próximos meses, obviamente, puede considerar no vender y esperar a ver qué pasa.

Mientras que, por otra parte, con una tasa que no le llega a ganar a la inflación de manera contundente, el mecanismo de invertir en un plazo fijo para financiarse con la tasa puede resultar poco viable también.

Al BCRA se le hace muy difícil ganarle a la inflación con la tasa.

Crecimiento del déficit cuasifiscal por mayores tasas

Tiscornia menciona que otro gran problema colateral de la suba de tasas es que se incrementa también el costo de los intereses de las LELIQ para el BCRA. Recordemos que el rendimiento de ese instrumento de absorción de liquidez se elevó 9,5 puntos porcentuales para alcazar el mismo nivel de la tasa del plazo fijo, del 69,5%.

Y el economista apunta que, por un lado, sube el costo que el BCRA debe pagar por estos instrumentos a los bancos y,  por otro, "eso es también perjudicial para el proceso de colocación de deuda del Tesoro, que tiene que ofrecer cada vez una tasa mejor por sus instrumentos de deuda para que sean atractivos".

Así, plantea que, en este momento en el que está todo tan volátil, esta consecuencia de la mejora de rendimientos que aplicó el Central puede ser perjudicial porque puede afectar el déficit fiscal.

Presión sobre la evolución del dólar oficial

Finalmente, teniendo en cuenta que la suba de tasas busca calmar la evolución de los tipos de cambio y reducir la brecha entre el oficial y los alternativos quitándoles pesos a esos mercados y llevándolos hacia inversiones en moneda local, Tiscornia señala que hay que tener en cuenta cuál es la relación entre el nivel de tasa y el crawling-peg.

"El tema es que el 5,8% actual está en línea con el ritmo al que se está moviendo el tipo de cambio mensualmente. Eso hace que a los ahorristas que quieran cubrirse ante una eventual devaluación, les pueda resultar conveniente la nueva tasa respecto de la evolución del dólar oficial, pero es muy justa la relación también con esta variable", dice al respecto el analista.

Así, explica que, si la proyección devaluatoria del dólar oficial se mantiene tan pegada a la tasa mensual, ésta no resulta tan eficiente para protegerse de la evolución futura del tipo de cambio, como sí podría hacerlo un interés más alto que garantice una mayor cobertura.

La política de tasa del BCRA debe ir acompañada de otras medidas económicas.

Por eso, hay consenso entre los analistas en que, si no se acompaña esta suba de tasas con una política fiscal fuerte, no termina de ser eficiente en el cumplimiento de sus objetivos.

"Esta suba de tasas debería redundar una menor inflación y quitar presión sobre el tipo de cambio, pero debe lograrse a través de la complementariedad con otras medidas", conjetura Buteler. 

Una menor emisión monetaria y una reducción concreta del déficit fiscal son los primeros elementos que mencionan los economistas como acciones esenciales en ese sentido. Y destacan que un punto clave en ese camino será ver qué se hace en concreto en materia de subsidios, que fue una medida que anunció el ministro de Economía Sergio Massa apenas asumido pero que todavía debe cumplirse en los hechos.

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