iProfesional

¿Qué es un hematoma subdural y qué tratamiento requiere?

El hematoma subdural es una acumulación de sangre que se produce en una de las cubiertas del cerebro y puede causar una serie de síntomas característicos
27/05/2020 - 16:22hs
¿Qué es un hematoma subdural y qué tratamiento requiere?

En las últimas horas se conoció la noticia de que el ministro de Salud, Ginés González García, habría sido diagnosticado con un hematoma subdural en el Sanatorio Otamendi y Miroli. Más allá de la información que trascendió en diversos medios, todavía se espera una comunicación oficial sobre el estado de salud del titular de la cartera.

Ahora bien, ¿qué es un hematoma subdural?

Un hematoma subdural es una estructura formada por sangre coagulada que se aloja entre dos de las capas que recubren el cerebro, en un espacio que se conoce como espacio subdural. Esa zona se encuentra entre dos capas, que suelen estar juntas, pero que se expanden con facilidad cuando algo las separa -en este caso, el hematoma-.

Cuando esto sucede el hematoma comienza a hacer presión sobre el cerebro, que es un tejido blando y, además, es el único lugar hacia donde el hematoma se puede expandir. Esa presión suele provocar una serie de síntomas característicos, mientras que si se prolonga en el tiempo puede generar daños permanentes y severos.

¿Por qué puede aparecer un hematoma subdural?

Las causas de esta patología son diversas. Esto significa que no existe un único motivo por el que se pueda desencadenar un hematoma de estas características, sino que hay varias razones que pueden hacerlo.

En la mayoría de los casos, un hematoma subdural aparece como resultado de un traumatismo craneal grave -un golpe causado por una caída, por ejemplo-sobre todo en personas jóvenes. A partir de ese golpe el tejido sangra y llena la zona cerebral rápidamente, lo cual comprime el tejido cerebral. Es esa última situación la que puede generar el mayor daño, dado que puede ejercer presión sobre el cerebro y dañar el tejido que controla algunas funciones centrales del cuerpo. 

Los hematomas subdurales también se pueden presentar después de un traumatismo craneal menor, es decir, no tiene que haber sido un golpe muy fuerte para desencadenar el sangrado. En esos casos la cantidad de sangre es menor y la acumulación se produce más lentamente, por lo que los síntomas suelen aparecer más adelante. Esto significa que pueden pasar desapercibidos por varios días a semanas y se denominan hematomas subdurales crónicos. Este es el tipo que se observa con mayor frecuencia en adultos mayores.

Es importante tener en cuenta que hay algunos hematomas de este grupo que se producen de manera espontánea, es decir, sin causa aparente y sin haber tenido un traumatismo o un golpe reciente.

¿Hay factores de riesgo?

Al igual que sucede con otras enfermedades, hay algunos factores que pueden predisponer a que una persona padezca un hematoma subdural. En estos casos es importante conocer esa situación para poder comunicarla a un especialista si se presentan los síntomas característicos de la enfermedad.

La toma de medicamentos anticoagulantes, el consumo de alcohol sostenido en el tiempo, cualquier afección que cause problemas de coagulación, un traumatismo cerebral repetitivo o la avanzada edad, son algunos de los factores de riesgo más frecuentes en relación a esta patología.

La toma de algunos medicamentos puede predisponer a desarrollar un hematoma subdural
La toma de algunos medicamentos puede predisponer a desarrollar un hematoma subdural

¿Cuáles son los síntomas?

Como todo trastorno, el hematoma subdural tiene una serie de síntomas característicos y frecuentes que pueden afectar al paciente y ayudar a su diagnóstico. Conocerlos es importante para poder reportarlos específicamente a un profesional de la salud y contribuir a que la detección y el potencial tratamiento sean lo más ágiles posible.

Las manifestaciones más frecuentes de los hematomas de estas características son:

  • Lenguaje confuso o mal pronunciado
  • Dificultad con el equilibrio o la marcha
  • Dolor de cabeza
  • Falta de energía o confusión
  • Convulsiones o pérdida del conocimiento
  • Náuseas y vómitos
  • Debilidad o entumecimiento
  • Problemas visuales

Cabe destacar que la presencia e intensidad de estos síntomas varían en función del tamaño del hematoma y el lugar donde ejerce la presión. Es por eso que las personas pueden presentar sólo algunas de estas manifestaciones, no necesariamente tienen que estar todas presentes para poder sospechar un diagnóstico de hematoma subdural.

En los bebés los síntomas de esta afección son algo diferentes. En este grupo etario pueden incluir:

  • Fontanelas abultadas -los puntos blandos en el cráneo del bebé-
  • Suturas separadas (las áreas en donde se unen los huesos del cráneo a medida que crecen)
  • Dificultades en la alimentación
  • Convulsiones
  • Llanto agudo, irritabilidad
  • Aumento del tamaño de la cabeza (circunferencia)
  • Aumento de la somnolencia o letargo
  • Vómito persistente

¿Cómo se diagnostica?

Es importante mencionar que la única forma de diagnosticar esta patología es la consulta médica. Esto significa que en la medida de que el paciente subestime los síntomas y se quede en su casa no habrá forma de saber qué tiene ni de iniciar el tratamiento necesario.

Ante la presencia de alguna de las manifestaciones mencionadas, entonces, es fundamental concurrir a un servicio de emergencias de manera rápida, independientemente de que no haya tenido una caída recientemente o que no se encuentre dentro de los grupos de mayor riesgo. Allí, los médicos podrán hacer una evaluación integral de la persona y así llegar a un diagnóstico certero.

Es probable que el profesional le indique un estudio de imágenes del cerebro, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética, para tener una certeza acerca del estado de salud de la persona que consulta.

¿Cómo se trata un hematoma subdural?

Tal como se mencionó, el hematoma subdural es una estructura formada por sangre coagulada que ejerce presión sobre el cerebro. Esto puede ocasionar severas consecuencias en la salud del paciente, tanto en el momento como a futuro, por lo que la descompresión del cerebro es urgente.

Así, para reducir esa presión es probable que la persona requiere una cirugía. De acuerdo al tamaño del hematoma se podrá extraer con incisiones más pequeñas o más amplias, pero el denominador común es la cirugía para la descompresión del cerebro.

En este sentido es importante aclarar que no todos los hematomas subdurales requieren de un tratamiento quirírguco. El criterio para determinarlo es el tamaño del hematoma, la compresión que haga sobre el cerebro del paciente y los síntomas que provoque. En algunos casos, cuando los hematomas son pequeños, crónicos y no provocan presión sobre el cerebro ni tampoco síntomas puede ser que no requieran tratamiento quirúrgico, pero sí control frecuente.