Con la voluntad puesta en acotar los tiempos, las aerolíneas moverán hoy sus piezas y acercarán a las autoridades de la aviación civil en la Argentina una propuesta sanitaria que, de superar este primer filtro, luego pasará a ser discutida en la cartera nacional que define qué y quién se mueve en el país: el Ministerio de Salud. La intención de las empresas del negocio aéreo, con la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) como ariete, es adelantar a julio cuanto menos el reinicio de las operaciones de cabotaje y fijar para agosto la vuelta de los servicios internacionales.

En la cúpula de las compañías reconocen que esperar hasta septiembre para reiniciar el movimiento de las rutas podría volver inviable la presencia comercial de más de un actor. Y para desterrar la espera esta tarde, según pudo saber este medio, acercarán un protocolo ante los popes de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

Consultadas por iProfesional, fuentes ligadas a la ANAC indicaron que el protocolo se presentará esta tarde y que la intención de las aerolíneas es reducir el lapso para la venta de pasajes.

"Las empresas entienden que la evidencia científica viene modificando lo que se conocía respecto de las causas de contagio, por lo que ciertos criterios establecidos deben actualizarse. Hasta hace muy poco, por ejemplo, estaba consolidado que el contagio podía ser por aire, ahora eso está en revisión. Bueno, IATA propone un protocolo actualizado con todos esos aspectos para tratar de adelantar el regreso", señalaron las voces consultadas.

"Por supuesto que IATA entiende que las decisiones son sanitarias, corren por cuenta del Ministerio de Salud y no la ANAC. Pero la presentación del nuevo protocolo es un primer paso para retomar el pedido de que se anticipe la vuelta de los vuelos. IATA pretende que los servicios comiencen a retomarse en el mes de julio en lugar de esperar hasta septiembre", añadieron.

IATA pretende que las operaciones de cabotaje comiencen a reactivarse a partir del mes de julio.

Qué dice el protocolo

El esquema de pautas sanitarias que promueve IATA propone limitar los accesos a los aeropuertos a empleados y viajeros -a excepción de los acompañantes de personas con discapacidad o menores de edad-, concretar controles de temperatura en los puntos de acceso a las terminales, y fijar un distanciamiento físico a lo largo de todos los procesos de atención al pasajero.

Establece, también, el uso obligatorio de barbijos para pasajeros y empleados, y la habilitación de opciones de autoservicio para la facturación con el fin de reducir al máximo la confluencia de personas en los puntos de contacto y filas.

Ya en lo referente al embarque, el protocolo expone la necesidad de aplicar un rediseño de las puertas de acceso, fijar prioridades de embarque para reducir la congestión, y limitar el equipaje de mano.

El protocolo que promueve la industria limita el contacto y auspicia cambios tecnológicos en los aeropuertos.

Por otro lado, durante el vuelo deberán usarse protectores faciales para todos los pasajeros y mascarillas para la tripulación. Según IATA, el servicio de cabina tendrá que simplificarse y también habrá prohibiciones de colas junto a los baños. El catering: sólo productos preenvasados para reducir la interacción entre pasajeros y tripulación.

Por último, en los aeropuertos de destino habrá un control de temperatura por personal cualificado a requerimiento de las autoridades locales, control automatizado de los controles de aduana a través de aplicaciones para el teléfono y tecnología biométrica, y una redefinición de los criterios de entrega de equipajes para reducir filas y mantener la distancia social. También se implementará la declaración jurada de salud del viajero.