Lo exponen actores de la comercialización y también la industria en general. La expansión de los contagios con Covid-19, con su efecto en términos de parálisis productiva, sumado al freno en el ingreso de componentes importados y las complicaciones de flete y logística en general, derivó en un faltante cada vez más pronunciado de electrodomésticos, artículos de telefonía y muebles en general.

Este desabastecimiento, cada vez más visible sobre todo en el interior de la Argentina, surge del freno total o el funcionamiento al mínimo que ostenta la cadena de producción sobre todo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La zona concentra a más del 60 por ciento de los proveedores nacionales.

"Desde el Sur no están entregando 'leds' porque no hay kits para el armado. Televisores de 32 pulgadas no hay, de 40 tampoco. Se pronostica que recién se normalizaría a fines de agosto, mediados de septiembre. Esto también es aplicable a notebooks y celulares. Ese es el panorama que tenemos en las empresas, tampoco hay importados", comentó a iProfesional José Lilino, presidente de la Federación Argentina del Comercio de Artefactos para el Hogar.

"En línea blanca, en lavarropas la producción está disminuida un 60 por ciento. Lo mismo que en heladeras. A los comercios nos están entregando la mitad. En cocinas, muchas fábricas hacen entregas ralentizadas. Las demoras son de 60 a 90 días. Es caótico todo en general debido a esta pandemia", agregó el directivo, integrante clave de FECOBA.

Sendos representantes de entidades del comercio en San Juan, Córdoba, e incluso Mendoza, indicaron a iProfesional que los faltantes comenzaron a hacerse pronunciados sobre todo a partir de julio. Desde el ámbito de los proveedores reconocen que, salvo excepciones, las fábricas que integran por ejemplo lavarropas o cocinas hoy operan al 30 por ciento de sus respectivas capacidades.

Semejante merma ya se hace sentir en términos de desabastecimiento en el conurbano y territorios del interior como la región de Cuyo y la Mesopotamia.

"No se están consiguiendo cocinas y lavarropas. Un gran proveedor de lavarropas a nivel nacional, que tiene cerrada la planta por algunos casos de coronavirus, tomó algunos pedidos y luego confirmó que recién habrá entrega para noviembre", expresó un comerciante de Misiones.

En ese distrito se registran hasta faltantes de colchones de resortes, resultante de la parálisis de la producción de acero que ostenta la provincia de Córdoba y los inconvenientes para el traslado interprovincial de la mercadería.

También es creciente el desabastecimiento en lo que hace a televisores de 32 pulgadas, notebooks e incluso celulares.

En San Juan, desde la Cámara de Comercio local su titular, Hermes Rodríguez, señaló que la provincia enfrenta una falta cada vez más importante de televisores y heladeras. "La dificultad radica en los rigurosos controles que deben atravesar los camioneros que transportan mercaderías en los límites de cada provincia y el cierre de algunas fábricas", expuso.

En el seno de comercializadores locales como Dismar reconocieron la falta de "televisores, teléfonos, audio y video. Y calefactores eléctricos, que tienen mucha demanda pero prácticamente hay cero existencias". En la firma también destacan demoras en la entrega de lavarropas, termotanques, cocinas, heladeras y calefactores a gas.

"Hay una faltante de diversos productos sobre todo lo que es tecnología y electrónica porque tienen componentes importados y por la pandemia, no han ingresado al país", añadió Luis Méndez, de la Cámara de Comerciantes en Artículos del Hogar y Electrónica de Córdoba.

En Mendoza, en tanto, predomina el faltante de celulares y notebooks. En ese territorio señalan que la demanda creció de forma superlativa a partir de la suspensión de las clases en las aulas y el cambio por modalidades de educación virtuales.

La expansión del teletrabajo y la educación virtual expandió la demanda de computadoras portátiles y celulares.

Inconvenientes en toda la cadena

En diálogo con iProfesional, Fabián Castillo, presidente de FECOBA, la federación que integra comerciantes e industrias en esta parte del país, reconoció los inconvenientes en términos de faltantes de mercaderías en general por efecto de complicaciones para acceder a insumos, la menor productividad dado el contexto sanitario, y las dificultades financieras para promover la mayor fabricación.

"Hay faltante de stock, es evidente. En textil, muebles, tecnología. Las fábricas están cerradas en gran mayoría, hay que pensar que el grueso de la producción se concentra justamente en Buenos Aires y el conurbano. También se complica por la falta de insumos y el encarecimiento de muchos componentes, también por maniobras especulativas", aseguró.

"Muchas fábricas no retomaron la producción fuerte a partir de los protocolos vigentes. Producen al 20 por ciento de sus capacidades. Pensemos que la mayoría de los trabajadores debería moverse en transporte público, con todo el riesgo que eso implica en términos de riesgo de contagio. De ahí que no se volvió con todos los turnos", añadió.

Lavarropas, heladeras, termotanques, televisores, encabezan la nómina de productos con faltante cada vez más pronunciado.

Por otro lado, Castillo comentó que la incertidumbre respecto del escenario sanitario también juega en contra de la comercialización en tanto los empresarios de la venta tampoco saben por cuánto tiempo podrán mantener abiertos los locales.

"Muchos no están comprando mercadería porque no saben si mañana el Gobierno no decidirá cerrar todo otra vez. Ante la complicación financiera que enfrentan, y la duda respecto de si podrán seguir con las persianas levantadas, eligen frenar los pedidos de productos. Eso también pega de lleno en la fabricación y genera cuellos de botellas cuando sube la demanda", explicó.