Tras la ola de denuncias por abuso sexual contra dirigentes de La Cámpora, el líder de la agrupación Máximo Kirchner pidió perdón y advirtió que la militancia "no puede ser un calvario para las compañeras".

"Pido perdón por todos los errores y nos vamos a tener que poner al frente de la lucha", dijo en un acto en La Plata.

"Tenemos que ser mejores. No puede ser un calvario para las compañeras militar en una organización sindical y política. Deben tener todos los resguardos necesarios", afirmó el hijo de la expresidenta Cristina Kirchner.

"Que los que mercantilizaron a la mujer no nos vengan a correr con la vaina de la moralina y la ética", enfatizó.

El caso que adquirió más relevancia es el de Jorge Romero, senador bonaerense de Unidad Ciudadana-Frente Para la Victoria, quien ya anunció que renunciará a su banca.

El lunes, Stephanie Calo la joven que lo denunció por abuso sexual apuntó al estrecho vínculo del dirigente con Máximo Kirchner, y advirtió que los casos de acoso y violaciones eran conocidos dentro de La Cámpora, pero silenciados puertas afuera de la organización.

"Todos sabían lo que estaba pasando. Yo creo que Máximo lo sabía. Máximo lo tiene que saber", sostuvo Calo en diálogo con Radio con Vos. 

"Todos sabían que 'el Loco' era un violento, un acosador, un violador, pero nadie hacía nada", señaló Calo. También relató que tras el episodio en que Romero la encerró en un baño e intentó obligarla a practicarle sexo oral, ella acudió a otros referentes de La Cámpora, como la diputada nacional Mayra Mendoza, sin obtener respuesta. Y que lo mismo le sucedió a otras mujeres. La denuncia al legislador provincial llegó luego de la acusación de violación de la actriz Thelma Fardín contra Juan Darthés que sirvió como la punta de lanza para que varias mujeres denunciaran los abusos que sufrieron mediante el hashtag #MiráCómoNosPonemos y #MeTooArgentino.