Con los primeros resultados, el anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, sobre la recompra de deuda externa fortaleció un poco más su posición hacia el interior del Frente de Todos, en un contraste cada vez más visible con la situación política del presidente Alberto Fernández, que horas después encabezó un acto en Mendoza al que no asistieron figuras clave del kirchnerismo.

La medida que informó Massa y que consiste en recomprar bonos de la deuda externa argentina por más de u$s1.000 fue consensuada tanto con el Presidente como con la vicepresidenta Cristina Kirchner, según trascendió. Todos los sectores del Gobierno apoyaron al ministro y unificaron el discurso sobre la mejora de la imagen económica de la Argentina en el exterior, la baja del riesgo país y la posibilidad de mejorar con esto el acceso al mercado de capitales.

En la coalición oficialista no hubo ruido alguno. "Nadie va a criticar algo que, además de estar acordado, es positivo para la economía", deslizó ante iProfesional con tono de obviedad una fuente oficialista que descartó que pueda haber cuestionamientos en las filas kirchneristas, donde además de atravesar un buen momento en la relación con Massa saben que su suerte está atada a su gestión.

En ese sentido, los primeros efectos del anuncio, como el corte de la racha alcista de los dólares financieros y la suba de los bonos soberanos en dólares, dejaron al ministro de Economía un poco mejor parado en la interna y a los ojos de Cristina Kirchner, a la inversa de lo que viene ocurriendo con Alberto Fernández de cara a la campaña electoral.

La distancia entre Alberto Fernández y el kirchnerismo: ¿sin vuelta atrás?

El anuncio de Massa y el acto que encabezó el Presidente en el departamento de Lavalle, Mendoza, donde inauguró la ampliación de la planta depuradora de líquidos cloacales El Paramillo, fueron ciertamente dos hechos independientes entre sí.

Sin embargo, en la lectura política sobre la situación del Frente de Todos ante una campaña electoral que encuentra separados a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner, surge el contraste entre el grado de apoyo interno que viene cosechando la gestión del ministro y la distancia entre el Presidente y el ala kirchnerista de la alianza, que volvió a notarse en Mendoza.

Alberto Fernández y Cristina Kirchner siguen sin tener diálogo y los leales a la vicepresidenta marcan distancia

En el acto encabezado por Fernández no estuvo presente la senadora Anabel Fernández Sagasti, una de las dirigentes más allegadas a Cristina Kirchner y figura central del Frente de Todos en Mendoza y tampoco la presidenta del PJ mendocino, Flor Destéfanis. A pesar de que el oficialismo intentó minimizar el tema, hubo una tensión difícil de ocultar.

El intendente de Lavalle, Roberto Righi, que acompañó a Fernández durante el acto, lo atribuyó a la temporada de vacaciones y Destéfanis dio la misma explicación a través de Twitter, donde saludó la visita del Presidente y se excusó por estar esta semana "de licencia" junto a su familia. Sin embargo, Fernández Sagasti hizo silencio y ni siquiera mencionó el acto en sus redes sociales.

Las ausencias en el acto de Fernández fueron además puestas en relieve por la oposición, concretamente por el senador y referente de Juntos por el Cambio en Mendoza Alfredo Cornejo, que salió al cruce del Presidente por haber criticado que el gobernador radical, Rodolfo Suárez, no asistiera a la inauguración.

¿Qué dijo Alberto Fernández durante el acto?

"Hubiera sido muy bueno que el gobernador estuviera aquí. Tal vez alguien lo confundió. Yo no vengo acá a hacer campaña electoral. Yo recorro el país tratando de escuchar a los vecinos de mi patria y llevar soluciones a los que los necesitan", remarcó el Presidente, acompañado por Righi y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, entre otros funcionarios.

Además, resaltó que "el Gobierno Nacional destinó en Mendoza una inversión de 96 mil millones de pesos en obras públicas" y le reprochó a la administración nacional anterior no haber hecho las obras que ahora inauguró él para el tratamiento de aguas servidas que "contaminan las napas de la misma tierra que se quiere usar para producir".

Cornejo no tardó en responderle y, luego de destacar que Suárez "fue coherente al no recibir" a Fernández porque el mandatario laudó a favor de La Pampa en el prolongado conflicto entre ambas provincias por la obra Portezuelo del Viento, remarcó que "el principal alfil kirchnerista de la provincia Anabel Fernández Sagasti y la presidenta del partido, Flor Destéfanis tampoco estuvieron para recibir al Presidente".

Con su gestión Massa cosecha críticas de la oposición pero reúne apoyo interno incluso entre el kirchnerismo

Por otra parte, Fernández no hizo mención alguna durante el evento a la medida instrumentada por Massa. En efecto, ambos temas no tienen relación entre sí, pero el anuncio del ministro es, en definitiva, una decisión de su Gobierno.

Si bien distintas fuentes del oficialismo afirman que la relación entre el mandatario y su ministro es buena, hace tiempo que ambos mantienen agendas separadas. De hecho, días atrás Massa fue a Entre Ríos y se mostró junto al gobernador Gustavo Bordet, uno de los que le quitó apoyo al juicio político contra la Corte Suprema que impulsó el jefe de Estado.

Massa, mejor posicionado hacia adentro y ¿también hacia afuera?

Massa intenta en cada oportunidad despegar su gestión de las especulaciones sobre una eventual candidatura presidencial que, según se rumorea en el Frente de Todos, podría contar incluso con el apoyo de Cristina Kirchner. No obstante, casi todas las encuestas que empiezan circular de cara a la campaña lo muestran no solo bien posicionado, sino con amplia ventaja sobre Fernández.

La última encuesta que realizó la CB Consultora sobre más de 1.500 personas en la provincia de Buenos Aires mostró que, si Cristina Kirchner no fuera candidata, Massa lograría retener sus votos. El sondeo arrojó una intención de voto a favor del ministro del 19,3% contra un 6,9% del Presidente en una hipotética PASO del Frente de Todos.

En tanto, otro sondeo de Raúl Aragón & Asociados le dio a Massa una intención de voto de 24,8% y lo ubicó en el segundo lugar de las preferencias detrás del jefe de Gobierno porteño y referente de Juntos por el Cambio, Rodríguez Larreta, con 29,1%, mejor parado que Fernández y también que Cristina Kirchner.

En el estudio general, el ministro exhibió una intención de voto, entre seguro y posible, de 37,6% contra un 45,4% que nunca lo votaría, mientras que el Presidente obtuvo un 32,1% contra un 58,8% y la vicepresidenta un 30,1% contra un 60,9%. Datos que se van acumulando en medio de una interna en la que Massa y Fernández aparecen con un nivel de apoyo muy distinto.