Una vez que la Ley ómnibus del presidente Javier Milei se apruebe en general el debate del Congreso se centrará en la votación particular, es decir, artículo por artículo. Allí, la oposición dialoguista busca acotar el alcance de las privatizaciones de empresas públicas, pero sin entrar en un choque con el Gobierno, al tiempo que plantea una discusión fiscal muy delicada.

La votación en particular llevará varias horas más de debate por la extensión que tienen el proyecto de casi 400 artículos y porque el acuerdo entre La Libertad Avanza y los bloques de la UCR, Hacemos Coalición Federal y los provinciales para la aprobación en general del proyecto, dejó varios temas pendientes de resolución.

Uno de ellos es la cantidad de empresas públicas que el Gobierno podrá privatizar. De las 41 que existen, el oficialismo excluyó a YPF y aceptó un esquema de venta parcial para Banco Nación y ARSAT, pero en los bloques de la oposición discuten la posibilidad de acotar todavía más el esquema, con diferencias internas.

No obstante, en los distintos sectores remarcan que hay una voluntad mayoritaria de dejar avanzar las privatizaciones de una manera u otra. Mas complejo es el interés de una parte de la oposición en volver a introducir temas fiscales que habían sido eliminados por el Gobierno en medio de la áspera negociación con los gobernadores. Y es que temen que, de ser así, el Presidente lo vete y recrudezca su pelea con el Congreso.

Ley ómnibus: por qué la cuestión fiscal puede ser clave

El oficialismo decidió excluir del proyecto el artículo que aclaraba que el Impuesto PAIS sobre la compra de dólar oficial rige hasta diciembre de 2024. De esta manera, el Gobierno intentó bloquear la idea de los gobernadores de coparticiparlo. Sin embargo, el tema quedó en una especie de limbo que se resolvería en la votación particular.

"Al eliminarse ese artículo, ponés la cuestion de nuevo en debate", explicó ante iProfesional uno de los diputados de la oposición dialoguista. El bloque Hacemos Coalición Federal, donde tallan los gobernadores, estaría "buscando los votos para coparticiparlo", según una de las fuentes consultadas, en contra de la voluntad del Gobierno. A pesar del apoyo que le dan al proyecto en general en ese espacio, hay malestar con la Rosada.

Mientras la Ley ómnibus se debate para la votación en general, siguen las negociaciones sobre el articulado.

Pero, además, este espacio que integran Miguel Ángel Pichetto y los ex PRO Emilio Monzó y Nicolás Massot, planteó en el recinto la posibilidad de volver a introducir en el proyecto la moratoria fiscal y el blanqueo de capitales. El argumento fue que el ministro de Economía, Luis Caputo, los eliminó junto con todo el capítulo fiscal original del proyecto, a pesar de que esos dos temas tenían apoyo de la oposición.

Lo que hizo Caputo fue parte de la pulseada con los gobernadores. Como se oponían a la suba de retenciones, el ministro decidió con la venia de Milei eliminar todo: los derechos de exportación que eran rechazados y el blanqueo, que se había acordado coparticipar con las provincias.

"Fue como el chico que se enoja y se lleva la pelota", graficó un diputado radical que, por esa misma razón, el miércoles por la noche puso en duda la conveniencia política de reinstaurar estos temas del capítulo fiscal.

¿Milei puede vetar los cambios de la oposición?

En la bancada de la UCR reconocían que la quita de decenas de artículos del proyecto original que envió Milei debe ser leída, con los códigos de la política, como una "muestra de buena voluntad parlamentaria", a pesar de que haya sido parte del tironeo con los gobernadores.

"Es cierto que a los gobernadores cada vez que les mencionamos el Impuesto PAIS les brillan los ojos, pero hay que pensar en el resultado general del debate y en el clima político entre el Presidente y el Congreso", abundó uno de los diputados más involucrado en la negociación sobre los detalles finos de la iniciativa.

Al respecto, algunos diputados de la oposición dialoguista advertían el viernes por la noche el riesgo de que, si la oposición impusiera por la fuerza la coparticipación de ese tributo y reimplantara temas como el blanqueo y la moratoria fiscal, Milei lo leyera "como una declaración de guerra".

Parte de la oposición teme que Milei vete los cambios que piensan impusar en materia fiscal.

En ese contexto, algunos de ellos decían tener la "certeza" de que el Presidente vetaría esos artículos en caso de que la Ley resulte finalmente aprobada por Diputados y el Senado. "De hacerlo, lo ideal sería que fuera mediante un consenso entre las provincias y la Nación", señalaban. En Hacemos Coalición Federal, según supo iProfesional, buscaban seguir con la negociación, precisamente, para evitar un choque en la votación particular.

¿Qué pasará con las privatizaciones que figuran en el proyecto?

"Las privatizaciones, la delegación de facultades y lo fiscal ,son los temas que abren el riesgo de que el Gobierno cuestone al Congreso de forma irremediable", afirmaban el miércoles por la noche en uno de los despachos de la oposición dialogista.

En ese sentido, en Hacemos Coalición Federal evaluaban que, de una u otra forma, las privatizaciones tienen que quedar en el proyecto porque forman parte del plan original del Gobierno y sería una muestra de reconocimiento a los numerosos cambios que ya concedió el oficialismo. Parte de la UCR coincidía con esta lectura.

Ocurre que en el bloque radical "hay algunos más privatizadores y otros menos". Un sector de esa bancada, consideraba que la venta de cada empresa estatal debe discutirse por separado. "Ley por ley", afiman. Sin embargo, en otro sector, coincidían con Hacemos Coalición Federal en que ese formato "suena a impedimento" a los oídos del Gobierno.

En tanto, la Coalición Cívica, que forma parte de Hacemos Coalición Federal, propuso un listado de 18 empresas públicas sobre las que aceptarían la privatización, algo mucho más acotado que las 40 que propone el Gobierno. "Es probable que, al final, le demos al oficialismo las empresas que 'pasan' el filtro y ellos resuelvan", indicó a este medio un diputado de ese bloque.

¿Habrá acuerdo sobre las empresas públicas? 

El tema era uno de los más difíciles de resolver, según reconocían en la oposición dialoguista, porque requiere que primero se zanjen las diferencias internas y se alcance una postura, sino unánime, al menos mayoritaria entre ellos para luego llevar la propuesta al oficialismo, ante de la votación en particular.

El debate del proyecto avanza y la oposición busca consenso interno para nuevos cambios pero también acuerdo con el oficialismo.  

"Todos entendemos que el tema privatizaciones tiene que salir, ni como quiere el Gobierno ni como queremos nosotros, pero tiene que estar. Vamos a tratar de encontrar la forma y hacer la política que el oficialismo no hace", aseguró otro de los diputados que trabajaba en el tema.

En ese aspecto, una fuente de la UCR señaló a iProfesional que en La Libertad Avanza había "voluntad" de encontrar un punto intermedio y consensuar el tema de las privatizaciones para que junte la mayoría necesaria. El Gobierno quiere que sí o sí el tema figure en la Ley ómnibus. Incluso, había corrido la versión de que Caputo amenazó con retirar todo el proyecto y hacerle pagar el costo político al Congreso si esto quedaba afuera.

Así, el clima entre el Gobierno y los legisladores no es el mejor a pesar de que la Ley ómnibus se apruebe en general. Por esa razón, la oposición dialoguista buscaba la forma de que la votación en particular no eliminara por completo los temas importantes para Milei y, de esta manera, bajar la tensión. Y es que, después de todo, el proyecto todavía deberá pasar el filtro del Senado.