EN ESPERA DE DEFINICIONES

Inversores que apuestan por un Alberto "pragmático" creen que oferta por la deuda tendría una quita de hasta el 40 por ciento

Los ejecutivos de los fondos que están en Buenos Aires se llevan muy pocas novedades de los funcionarios locales. Sigue el misterio en torno a la deuda
FINANZAS - 05 de Marzo, 2020

En el mercado financiero, a pesar de la falta de información con respecto a lo que será la oferta oficial sobre la deuda pública, algunos se siguen ilusionando con una salida ordenada, tal como pregonó Alberto Fernández en su discurso ante el Congreso.

Los fondos de inversión que están por Buenos Aires buscando reunirse con alguien del equipo económico se llevan poco y nada. Algunos son recibidos por los segundos de Martín Guzmán, como el secretario de Finanzas, Diego Bastourre; o Lisandro Cleri, el titular de la Unidad Especial de Sustentabilidad de la Deuda Externa.

Los mismos emisarios de Guzmán se encargan de aclararle a los interlocutores que son charlas "off the record", lo que restalta la "informalidad" que le busca imponer el equipo económico a una reestructuración de la que se habla mucho y se conoce muy poco.

iProfesional ya había adelantado el malestar y fastidio de los principales acreedores de la deuda por la estrategia oficial de mantener silencio de radio y no despejar dudas. Lo que más preocupa es que no creen que Guzmán tenga un plan económico consistente y, por eso, no están dispuestos a aceptar una quita importante.

Sea como fuere, en el mercado financiero hay margen para que haya cierto optimismo. Las palabras de Alberto Fernández siempre fueron "conciliadoras" hacia los inversores. Incluso se sabe (y los saben los acreedores) que el Presidente no quiere un default de la deuda.

En la interna del Gobierno hay quienes no ven con tan malos ojos el desenlace menos deseado por Alberto. Es, obviamente, la línea más kirchnerista dura que encabeza la ex presidenta Cristina Fernández. Los funcionarios que le responden a ella deslizan por lo bajo que "el default es una posibilidad porque no se puede pagar". Pero en Wall Street le prenden una vela a que el Presidente siga siendo el "pragmático" que históricamente demostró ser. Los riesgos no son menores, pero -hasta ahora- pareciera que hay algo de esperanza.

En ese orden de ideas, en algunos bancos de inversión creen que si el Gobierno le reconoce entre el 60% y 70% del capital (lo que generaría una quita máxima del 40% en términos de valor presente neto), los acreedores se sumarán masivamente a la oferta. 

Para Alberto Bernal, jefe de estrategia de XP Investment, si el Gobierno ofrece a los inversores algo decente (léase, una transacción con una quita del 30-40% sin recorte nominal, alguna reducción de cupón, alguna extensión de vencimiento y un período de gracia), lo más probable es que se haga un acuerdo en los próximos meses.

Los acreedores verían tentador este deal ya que los bonos argentinos cotizan en torno al 40% de su valor. Esto es, creen que la quita podría llegar al 60%. Cualquier cosa mejor que eso, gatillaría una alta adhesión a la oferta oficial. 

"Pero si Argentina se vuelve codiciosa en aras de lograr una reducción efímera en el nivel de deuda/PIB, entonces los inversores lucharán. Y lo más probable es que luchen muy duro", advierte Bernal.

"Una vez más, el camino pragmático aquí es lograr una rápida finalización del proceso de reestructuración de la deuda. El camino ideológico implica horizontes de tiempo de negociación mucho más largos, tasas de crecimiento mucho más bajas y dificultades mucho más altas para la sociedad", alerta XP Investment.

Sin embargo, Bernal espera que el presidente Alberto Fernández "demuestre ser pragmático".

"Casi todo lo que estamos escuchando en Buenos Aires parece sugerir que el Ministro Guzmán y su equipo quieren solucionar este problema pronto. Continuamos creyendo que los precios de los bonos argentinos tienen un potencial de alza desde los niveles actuales", agregó.

Más allá de las especulaciones, hasta el momento se conoce muy poco de lo que será la oferta argentina. El "secretismo" que maneja Economía molesta a los inversores que buscan algún indicio para posicionarse.

Primeros pasos

Por lo pronto, se especula que la semana que viene se podría conocer la propuesta oficial para empezar a pulirla con los acreedores. Recién ahí comenzarán las reales negociaciones. Por ahora, recién se activó el proceso para poder saber quiénes tienen en su poder los bonos que serán reestructurados. Para eso se contrató a Morrow Sodali, que ya empezó con la tarea de recopilar esa información.

En el ida y vuelta que se espera que haya entre el equipo de Guzmán y los bonistas, los principales fondos ya avisaron que exigirán que el capital de la deuda no se toque. 

Además destacan que el plan fiscal que presentó el ministro, para nada ambicioso y en el que estima recién un equilibrio fiscal en 2023 y crecimiento del 2% en los próximos años, "no es consistente con una renegociación de buena fe".

Los fondos de inversión más grandes, que son los tenedores de la deuda más relevantes, creen que el sendero fiscal puede ser algo que ingrese en las negociaciones que empezarán a sucederse en las próximas semanas.

Dicen que dentro del "mix" que podría llegar a presentar Guzmán habría un mayor esfuerzo fiscal para lograr un nivel de adhesión alto en la reestructuración. "Lo que mostró en el Congreso no es un plan consistente en lo fiscal. Parece que los costos de los desequilibrios quieren que los pague el bonista, y eso no lo vamos a aceptar", repiten en Nueva York. En todo caso, los acreedores ven una "larga y tediosa" negociación con el equipo económico por la deuda. Ya es virtualmente imposible cumplir el cronograma oficial de tener resuelto el tema a finales de este mes. A no ser que la oferta de Guzmán sea muy atractiva para los bonistas, algo descartado, habrá un intercambio de posiciones intenso que extenderá los plazos.

"Seguramente, en esta primera ronda de negociaciones se irán conversando algunos aspectos de la oferta. Pero esto seguirá y habrá que esperar a ver si se ponen de acuerdo. Los acreedores llegan con una mirada 'racional' del tema, saben que les va a tocar ceder, pero esperan que el Gobierno también ponga lo suyo para evitar un default", remarcaban desde un banco de inversión con llegada a los acreedores.

La pulseada entre el Gobierno y los acreedores recién comienza. El desenlace se desconoce pero lo que sí se sabe es el tinte. "En el tema de la deuda hay muchos intereses en juego. Hay gente con intereses distintos a los del país, que no duda en jugar fuerte", deslizó Alberto Fernández el domingo al inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso.

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