Ante los constantes reclamos de distintos sectores productivos sobre los problemas de abastecimiento de materias primas, este jueves el directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso una nueva relajación al cepo importador que beneficia a sectores clave, como el de energía, el campo e industrias que fabrican para exportar.

El BCRA viene recibiendo constantes presiones, que incluyeron amenazas de dejar de producir hasta fin de año por parte de una automotriz y una empresa de cable, entre otras.

El primer caso es el de la empresa Agrale, una automotriz de origen brasileño que produce camiones livianos, minibuses y chasis de buses, e informó hace pocos días que suspendió toda su producción programada de su planta de Mercedes, provincia de Buenos Aires, hasta fin de año. 

En una nota enviada a sus proveedores, la empresa sostuvo que "en este contexto, la posibilidad de Agrale Argentina de realizar pagos al exterior se ha visto fuertemente impactada, incluso, para realizar pagos correspondientes a importaciones que ya han sido recibidas", lo que dificulta la continuidad de actividades.

Y el segundo caso es el de la empresa Cimet Optel, un proveedor de cables conductores que reclamó sobre problemas para importar cobre y advierte en un comunicado reciente que existe alto riesgo de interrupción de los servicios de distribución eléctrica y telecomunicaciones por suspensión de las actividades productivas de industria esencial nacional proveedora de esos sectores. El mismo está dirigido al presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y al ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli.

El cepo a los importadores afecta la producción de muchos sectores.

Cepo al dólar: esto dispuso el BCRA

Según las empresas, el problema para el ingreso de materias primas del exterior amenaza la posibilidad de garantizar la continuidad de fuentes laborales. La situación se vio agravada, señalan, luego de la emisión de la Comunicación "A" 7532 del Banco Central, del 27 de junio, que endureció las restricciones para el pago de importaciones hasta el 30 de septiembre.

Eso incrementó los reclamos y agravó la problemática de los sectores productivos En consecuencia, atendiendo estos reclamos, la entidad estableció las siguientes medidas que reducen las trabas: 

• Se dispuso una reducción en el período que deben esperar para acceder al mercado de cambios oficial para las empresas del sector energético (ya sea explotación, generación y distribución) para el pago del incremento de las importaciones respecto al año previo. Dicho plazo se acortó de 180 a 69 días a partir de ahora.
• En lo que respecta a la producción de productos para la exportación, se resolvió liberar el pago de los insumos básicos que ingresan al país en el marco de los subregímenes aduaneros específicos que son identificados como importaciones temporales para transformación y posterior exportación.
• En cuanto al agro, se estableció un plazo de 60 días corridos desde el registro de ingreso aduanero para el vencimiento de los anticipos y prefinanciaciones de exportaciones para la importación de fertilizantes, productos fitosanitarios y/o insumos para su elaboración en el país.
• Y, finalmente, en el caso de los fabricantes de automotores se les habilitó la posibilidad de trasladar a sus proveedores directos las "Certificaciones de exportación de insumos temporales en el marco del régimen de aduana en factoría (RAF)" para el pago de autopartes destinadas a la elaboración de unidades para la exportación.

La medida de este jueves se da en el marco de un recalibramiento del cepo al dólar que lleva adelante el nuevo equipo económico, que consiste en fortalecer trabas en el acceso al dólar para sectores que no son clave para el crecimiento económico y la exportación, como el turismo emisor y los consumos de servicios y productos en el exterior. 

Miguel Pesce busca limitar la pérdida de dólares por turismo y favorecer la producción.

Alivio a importadores: las nuevas medidas se suman a las de la semana pasada

En el marco de esta estrategia, la medida de este jueves se suma a las que se tomaron la semana pasada, cuando, por un lado restringieron más el acceso al dólar para el turismo con la prohibición a los bancos y otros proveedores de crédito de financiar en cuotas las compras en FreeShops y, por otro, el Central dispuso las siguientes modificaciones para importación de autopartes, fertilizantes y fitosanitarios (además de los insumos necesarios para su elaboración en el país).:

• Se implementó un acortamiento de 90 días a 60 días del plazo para el acceso al dólar oficial para la compra en el exterior de esos productos.
• Se redujo, llevándolo de 365 a 60 días, el plazo para acceder al mercado de cambios para pagar insumos que serán usados para la producción local de bienes a exportar, cuando simultáneamente se liquidan anticipos o prefinanciaciones de exportaciones.
• Estableció que podrán cursar pagos las empresas que recaudan en el país los fondos pagados por residentes a prestadores no residentes de servicios digitales.

Esto responde a que el BCRA ve una salida de dólares por el lado del turismo emergente y de los gastos en dólares con tarjeta que va en detrimento de la disponibilidad de moneda estadounidense para la producción, que es clave para garantizar el crecimiento económico. Las restricciones a las importaciones afectan a todo el sector productivo. El gran problema es que la falta de dólares está llevando al Gobierno a tomar medidas que traban el acceso a los dólares que ingresan por exportaciones para los importadores y esas disposiciones generan un impacto indeseado en la operatoria de ciertos sectores productivos en el desempeño de la economía nacional. 

Así, la medida de hoy y las del jueves pasado están en línea con el fin de "dirigir los dólares hacia el crecimiento", como dijo públicamente la ministra de Economía, Silvina Batakis, a pocos días de su nombramiento.