Enrique Zulelta Puceiro es uno de los analistas más escuchados en cada elección. A diferencia de sus colegas, no cree que el tema de las vacunas vaya a ser el predominante sobre la economía. Y, aunque reconoce que el oficialismo tendrá un retroceso, cree que todavía tiene margen como para imponerse, en el marco de una elección muy pareja.

El siguiente es el resumen de su charla con iProfesional:

-Es una campaña electoral un poco rara, donde se mezclan temas sanitarios con económicos y donde vemos, por ejemplo, a sectores que siempre pregonaron el ajuste fiscal, que ahora acusan al kirchnerismo por bajarle los haberes a los jubilados. ¿Qué saldrá de todo esto?

-A lo que hay que acostumbrarse es a ver a la sociedad argentina como muy diversa, muy distinta, muy heterogénea. Y los partidos políticos no están gastando un gramo de autoridad ni de esfuerzo de comunicación ni de poner dinero para la campaña en hablarle a gente que no sea propia. Cada gobernador gobierna para su gente, el Frente de Todos lo hace para su gente, Macri le habla a su electorado.

Se ha perdido el eje tradicional de la política, que es ir a buscar los independientes. Ahora no ocurre. Se está buscando prioritariamente consolidar lo más duro del propio electorado.

Para Zuleta Puceiro, el Gobierno todavía tiene margen de mejorar su chance e imponerse en las legislativas

-Desde ese punto de vista uno podría pensar que al gobierno no le preocupan tanto los jubilados porque la gente de mayor edad es la que más se abstiene de votar, y encima mayoritariamente apoyaron a Macri…

-Pero esta no es una elección normal, porque no solamente va a incidir el tema ingresos sino también la campaña vacunatoria. Y lo que estamos viendo es que la persona vacunada es una persona que cambia de visión de las cosas, tiende a mejorar su visión del gobierno.

Es difícil predecir qué va a ocurrir, porque es cierto que entre los adultos mayores suele haber mayor abstención como regla general, pero ahora estamos en un momento en que la abstención se ha exacerbado en todo el mundo. Lo acabamos de ver en Chile, por ejemplo, donde la abstención fue masiva.

De todas formas, me parece claro que el gobierno va a compensar la caída de las jubilaciones en el segundo semestre mediante el pago de bonos extraordinarios. Pero eso tiene un límite y un condicionamiento, y es que el gobierno tiene otro gran elector al cual satisfacer, y se llama Fondo Monetario Internacional.

-¿Usted cree que eso llevará a que, en plena campaña electoral, eso llevará a que las jubilaciones vuelvan a ser la variable del ajuste fiscal como pasó en el arranque del año?

-No creo que se repita la misma situación. El superávit fiscal que lograron en el primer cuatrimestre se hizo sobre la base de una estrategia muy difícil de sostener en el tiempo: no se les pagó a proveedores, se les congeló a los jubilados y se retrasaron sueldos.

Es claro que eso va a cambiar, porque ese superávit es artificial. Pero van a intentar algún equilibrio. El ministro Guzmán necesita lo que de hecho está logrando, que es ir al Fondo Monetario con los números fiscales más ordenados.

Y en la búsqueda de ese equilibrio, ellos saben dónde pueden presionar y dónde no. No pueden meterse en las negociaciones laborales, implica enfrentarse con Moyano, se hace más complicados. En ese contexto, uno ve que el pago a jubilados es el eslabón más débil. ¿Perderán votos por eso? Bueno, depende. Desde el punto de vista del peronismo, puede ser una situación manejable mientras consiguen alguna concesión de parte del FMI que les permita llegar con cierto margen hasta la elección.

Según Zuleta, la campaña vacunatoria no será el elemento central en la definición de voto, sino la economía

-Sus colegas discuten sobre si pesará más el tema de la vacunación o de la reactivación del consumo y el nivel de empleo. ¿Cuál es su punto de vista?

-No tengo dudas que prevalecerá lo económico. De hecho, en todas las encuestas, cuando se suman todos los ítems económicos que la gente señala como preocupaciones, como la inflación, el empleo y la pobreza, esa sumatoria da por encima del 50 por ciento. Mientras que la temática de la salud ronda el 25 por ciento.

-Y en ese marco, ¿cree que iniciativas que apuntan a la clase media-alta, como el alivio en el Impuesto a las Ganancias, ayudarán al peronismo? ¿O, como dicen algunos kirchneristas, se está apoyando a un sector social que no los va a votar?

-Los que se quejan de esa iniciativa están pensando en la experiencia de las legislativas de 2013, cuando Cristina decretó un alivio en Ganancias y perdió igual. Pero hay una diferencia fundamental: en aquel momento Sergio Massa jugaba en la oposición y captó ese voto de clase media.

Ahora ese peronismo está dentro de la coalición y todavía aspira a imponerse y desplazar a La Cámpora como centro de poder. Es algo que hemos visto en el apoyo que tuvo Massa desde todos los sectores y en su gira por Estados Unidos. Es el típico exponente de un peronismo que aspira a seducir a la clase media.

-Pero hoy, con Massa jugando un rol oficialista, ¿cree que el Frente de Todos retiene a ese votante?

-Hay una parte a la que ya perdió, que equivale a un 10 por ciento del electorado. Y no está tan claro si van a votar al macrismo o a un peronismo disidente como el que está armando Florencio Randazzo.

La verdad es que los macristas que se ilusionan conque Randazzo puede debilitar al kirchnerismo se equivocan. Los sondeos muestran que le puede robar votos también al macrismo. Porque para la opinión pública Randazzo nunca fue registrado como dentro del peronismo. Siempre rompió. Lo hizo con Cristina en 2015, luego cuando se presentó en las legislativas de 2017. Y se dirigió a votantes independientes, que en 2019 votaron al macrismo y ahora no quieren votar al macrismo porque la oposición luce dividida.

Allí puede encontrar un espacio en el cual les saca votos a los dos en partes iguales.

-Hay colegas suyos que están hablando de un debilitamiento del kirchnerismo en zonas del conurbano que históricamente fueron sus bastiones electorales, como La Matanza…

-No, realmente no es un fenómeno que yo esté percibiendo hoy.

-¿Qué cree que pasaría si se votara ahora?

-Para mí, en este momento la elección está dada con una leve ventaja del gobierno. Me consta que otros ven una leve ventaja de la oposición. Pero tengamos en cuenta que una legislativa es especial, porque en realidad está compuesta de 24 elecciones e influyen las situaciones locales.

Lo que es claro es que el gobierno no podrá repetir lo de 2019. En los grandes centros del electorado el oficialismo activa más pero ahora va a perder mucho más fuerte. En lugares como Capital, Mendoza, Corrientes, se va a notar más.

El tema es que elecciones extraordinarias que ha hecho el peronismo en Santiago del Estero, Formosa, provincias patagónicas, ya no se van a volver a producir.

Es una cosa muy inestable. Una especie de empate con una leve tendencia a favor del Gobierno si es que logra vacunar, evitar una devaluación apurar y hacer algo con la economía, porque todavía les queda tiempo, para utilizar los recursos que puedan mejorar el ingreso.