La balanza para la cuenca neuquina cerró de forma positiva un año cargado de récords de producción y con exportaciones de crudo que dejaron en claras el potencial de Vaca Muerta.

Con 5.000 millones de dólares en inversiones por parte de las empresas, en 2022 la cuenca neuquina alcanzó su máximo histórico de producción de gas en agosto con 91,59 millones de metros cúbicos diarios. Mientras que en noviembre logró alcanzar en materia de crudo la producción de 303.270 barriles diarios, la máxima marca en los últimos 25 años y una cifra que esperan superar en los registros de diciembre.

Las apuestas para un año con un mejor balance siguen en camino y por eso, las empresas comprometieron para este 2023 ampliar sus inversiones en un 26% y llevarlas a 7.500 millones de dólares.

"Hay que destacar los frutos que ha tenido Vaca Muerta porque 2022. Fue un año récord en su desarrollo", aseguró el ministro de Energía de Neuquén, Alejandro Monteiro.

"La provincia logró exportaciones de 20 millones de barriles desde Neuquén y el 6% de su producción de gas, sumando 2.500 millones de dólares al país, cuando hace dos años no exportábamos hidrocarburos", resaltó el titular de la cartera energética.

Tal como coinciden las productoras, la clave para alcanzar estas cifras fue la productividad que logró Vaca Muerta de la mano de la eficiencia en los métodos de hidrofractura. En este sentido, Monteiro destacó que este 2022 se logró llegar a los 400 pozos perforados, de los cuales 350 fueron de forma horizontal.

El ministro de Energía de Neuquén anticipó que la Provincia prevé un plan de inversiones por más de u$s56.000 millones.

"Este número no solo supera la cantidad de pozos no convencionales que se concretaban cuando el desarrollo de Vaca Muerta comenzaba y se hacían pozos verticales, esto demuestra las mejoras en la eficiencia que se han logrado porque con menos equipos que los que se usaban en 2013 o 2015 estemos haciendo más pozos y más horizontales", afirmó Monteiro.

Vaca Muerta alcanzó las 46 concesiones de áreas

Unos días antes de culminar el 2022 el gobierno de Neuquén firmó la concesión número 46 de Vaca Muerta. Se trata de Puesto Parada, un área ubicada en cercanías a la capital neuquina y que fue cedida por 35 años a la compañía Tecpetrol. Allí, la firma que por excelencia es productora de gas a través de Fortín de Piedra, se embarcará en la producción de crudo no convencional.

Tecpetrol comprometió para esto 500 millones de dólares, de los cuales los primeros 65 se desembolsarán para una prueba piloto que comprende la perforación de cinco pozos que ya están en ejecución. El resto de las inversiones le permitirán a la empresa alcanzar los 164 pozos con el fin de lograr sumar capacidad a los ductos de Oldelval, en el marco del proyecto Duplicar.

Para este oleoducto, la misma empresa a través de Tenaris aportó los caños, al igual que en paralelo es la encargada mediante una UTE entre Techint y Sacde de la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, otra de las obras clave para el desarrollo de Vaca Muerta.

Las obras de infraestructura que buscan destrabar el cuello de botella

Sin dudas que el aumento de la producción de Vaca Muerta fue en el 2022 lo que le permitió dar el salto y convertirse en la cuenca con mayor producción del país, dejando atrás al Golfo o la Austral. Con 46 concesiones en marcha, aún así la formación neuquina se encuentra en un 8% de desarrollo masivo industrial. Con un 30% de su superficie en uso en la actualidad, el futuro permite proyectar un potencial mucho mayor al actual.

Uno de los principales objetivos del gobierno neuquino es llevar a desarrollo masivo a un 30% de la superficie de Vaca Muerta 2030. Para esto, la provincia elaboró un Plan de Desarrollo a 2030 que estima que las principales operadoras desembolsarán inversiones por 56.000 millones de dólares hasta ese año.

Vaca Muerta cerró el año 2022 con récord en exportaciones de crudo.

Mientras tanto, el recupero de los niveles previos a la pandemia -cuando la actividad se paralizó totalmente- hizo necesaria la ejecución de obras para el midstream que permitieran transportar la creciente producción, un problema que se fue agravando desde 2020.

Por este motivo, en 2022 el anuncio de varias obras de transporte de gas y petróleo trajeron alivio, ya que son las que permitirán darle salida a la producción y en muchos casos, aumentar las exportaciones hacia otros mercados.

Entre ellas, se sumaron el proyecto Duplicar de Oldelval, un ducto que unirá Allen y Puerto Rosales en Bahía Blanca y cuya capacidad será de hasta 452 mil barriles diarios de crudo.

A esta obra se le sumaron la reactivación del oleoducto Otasa, que une Neuquén con Chile y que podría estar operativo en febrero de 2023 junto al ducto Vaca Muerta Norte construido por YPF desde la cabecera de La Amarga Chica hasta el yacimiento Puesto Hernández de Rincón de los Sauces. Ambos con capacidades de 115 mil y 160 mil barriles diarios respectivamente.

Vaca Muerta sur, otro de los oleoductos impulsados por YPF, sumará una disponibilidad de 260 mil barriles diarios. Mientras que una de las obras más esperadas par este invierno es el gasoducto Néstor Kirchner cuya primera etapa sumará al transporte 11 millones de metros cúbicos de gas para abastecimiento interno.