Transición energética: las mineras van por otro "boom" para competir con el litio
La decisión oficial de acentuar el extractivismo minero en un contexto de demanda global de materiales críticos para la transición energética reavivó el interés de las empresas por un producto en particular: el cobre. El metal en cuestión es clave para la movilidad eléctrica y tanto tecnológicas como automotrices aceleraron el paso en distintos puntos del mundo para garantizarse el aprovisionamiento del mineral. Argentina dejó de exportar cobre tras el cierre reciente de Bajo de La Alumbrera, pero en los últimos meses el repunte de la demanda internacional redundó en la aceleración de seis proyectos de extracción que entrarían en funcionamiento en el corto y mediano plazo. Entre los popes de la minería predomina la idea de que el país podría promover exportaciones de cobre por hasta u$s9.000 millones en el transcurso de 6 años.
En una reciente actividad promovida como antesala de la Expo San Juan Minera 2024, un panel integrado por representantes de cuatro mineras que intervienen en el negocio del cobre sostuvieron que, dado el espacio común cordillerano que Argentina comparte con Chile, las empresas cupríferas tienen garantizada una oportunidad inédita.
Y destacaron la intención del presidente Javier Milei de incentivar la extracción de cobre y otros minerales a partir del Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI) incluido en la Ley de Bases.
El apartado en cuestión flexibiliza por completo las condiciones de arribo para compañías trasnacionales y apunta a profundizar la ampliación de negocios extractivistas como la mega minería de productos ligados a la transición energética.
El régimen de inversiones y la minería
El mencionado RIGI se propone como un régimen al cual pueden adherir aquellas compañías que aseguran inversiones por un mínimo de 200 millones de dólares. Al mismo tiempo, los capitales que propongan desembolsos del orden de los 1.000 millones podrán integrarse al apartado Exportación Estratégica de Largo Plazo. En ambas instancias, los beneficios que incluye el capítulo se extenderían por el plazo de tres décadas
Asimismo, el RIGI que propone el gobierno, elimina el pago de importaciones, el impuesto PAIS, establece la libre disponibilidad de divisas y el manejo de dividendos, y exceptúa a las empresas de obligaciones como el abono de impuestos y tasas incluso municipales.
El interés por reavivar este negocio es tal que la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) motorizó la creación de una "Mesa del Cobre" integrada por San Juan, Salta y Catamarca, y a la que también adherirá Mendoza. La alianza será presentada formalmente, también, durante la Expo San Juan Minera 2024 que se desarrollará a fines de este mes.
Los proyectos más avanzados de cobre, pero que aún no se encuentran en fase de explotación, corresponden a Los Azules (minera canadiense McEwen), Pachón (de la suiza Glencore) y Josémaría (de la canadiense Lundin Mining), en la provincia de San Juan, MARA (Glencore), en Catamarca, Taca Taca (propiedad de la canadiense First Quantum Minerals), en Salta, y San Jorge (de la firma rusa Aterra), en Mendoza.
Se estima que estas minas comenzarían a funcionar entre 2024 y 2027.
Se multiplican los pedidos de exploración
El interés por acentuar otros yacimientos es tal que la firma china Hanaq acaba de solicitar 20 permisos de exploración para minería de cobre en territorio mendocino. Las labores de cateo se realizarían sobre una superficie cercana a los 20.000 kilómetros cuadrados.
Otra empresa minera que evalúa desembarcar en ese rubro también en Mendoza es la canadiense Mancal Group. En este caso, el foco estaría puesto en activar proyectos en el departamento de Malargüe. Tal como ocurre con el litio, las propuestas en torno a la explotación del cobre son impulsadas en su totalidad por empresas extranjeras.
En San Juan, en tanto, la australiana Fortescue impulsa los emprendimientos Rincones de Araya, Calderón-Calderoncito, Vanesa, Susana, y el Proyecto Nacimiento.
En el ámbito minero señalan que los proyectos en carpeta implicarían inversiones por u$s20.000 millones en el transcurso de una década. Y en torno a la "Mesa del Cobre" sostienen que, combinadas, las futuras exportaciones de ese metal y el litio podrían garantizarles u$s12.000 millones anuales a las arcas provinciales y nacionales.