A todos les gusta figurar en rankings y subir al podio, pero seguramente nadie quiere formar parte de las listas que toman en cuenta las evaluaciones negativas.

Por eso, generan tanta expectativa los informes de RepRisk que justamente ponen el foco en temas controversiales ligados a las políticas de sustentabilidad, el cambio climático, los derechos humanos y las condiciones laborales.

La consultora tomó en cuenta los derechos que promueven las Naciones Unidas por lo cual sus reportes tienen alta relevancia.

Así, RepRisk realizó un relevamiento global de estas cuestiones y elaboró un informe y un ranking donde justamente nadie quiere figurar.

Una primera conclusión fue que las compañías más controvertidas, en términos de su reputación ambiental y social, son las ligadas al negocio petrolero. El derrame de crudo en el Golfo de México dejó secuelas casi irreparables.

Por otra parte, no se trata de firmas pertenecientes a países marginales sino que, en su gran mayoría, son de las denominadas potencias de las principales economías del mundo.

Un rol protagónicoLa conciencia ambiental y social ya son un tema clave de la gestión empresaria. Este abordaje fue claramente planteado en un artículo anterior donde un ejecutivo de Interbrand analiza la importancia de la sustentabilidad.

El comportamiento empresario hoy tiene nuevos parámetros de evaluación. La responsabilidad social ya tiene sus parámetros y sus definiciones tienen alta relevancia. Según indica el ranking realizado por la consultora RepRisk detallan que British Petroleum y Transocean encabezan la lista de empresas más criticadas por sus políticas ambientales y sociales.

Efecto reboteSin duda, el desastre ecológico causado por el derrame de petróleo en el Golfo de México tuvo sus consecuencias y eso se puso en evidencia en el "clipping" de noticias negativas.

Las diez compañías que se incluyen en el ranking fueron muy criticadas por la prensa internacional, por los gobiernos y por las organizaciones no gubernamentales en cuanto a incumplimiento de normas de derechos humanos, corrupción o normativas laborales.

Así se logra el Reputational Risk Index (RRI) , o sea un Indice de Riesgo de Reputación, que condensa la incidencia de estas variables negativas de juicio o imagen de las empresas.

En un video adjunto, en su versión original en inglés, se puede ver gráficamente cómo funciona el sistema de relevamiento del RRI.

http://www.youtube.com/watch?v=iUceFA-4s6I

El Top Ten donde nadie quiere figurar

Transocean, de Suiza, es la empresa más complicada en su evaluación negativa. Es que es la dueña de la base marina del Golfo de México donde se produjo el desastre ecológico por el derrame de petróleo. Pero también estuvo en problemas por cuestiones de derechos humanos en Myanmar. Se le consignan lazos con Irán y Siria y consiguientes vinculaciones con el terrorismo internacional. A su vez, no faltan las denuncias por fraudes impositivos en Noruega, Brasil y EE.UU.

BP British Petroleum, de Inglaterra, es sin duda una compañía que resultó muy golpeada por la explosión del pozo petrolero en el Golfo de México en abril del 2010 pero ya tenía un historial poco feliz en la materia. Se le cuestiona persecución laboral a empleados sindicalizados en Colombia o actitudes abusivas de derechos humanos en Angola.

Vedanta Resources, de Inglaterra, como empresa minera se le cuestiona violar políticas de forestación en la India y además se le critica por incumplir normas internacionales de contaminación, biodiversidad y los derechos de los pueblos originarios.

ExxonMobil, la petrolera de EE.UU. revivió su derrame de petróleo de 1989 y algunos reflotaron el desastre de hacía dos décadas. Actualmente se la critica por sus operaciones en Nigeria donde una de sus subsidiarias quería evitar el pago de una compensación por un derrame de petróleo ocurrido en mayo del 2010.

Foxconn Electronics, de Taiwan, se le critica una política militarista y pagar salarios bajos a sus empleados. A su vez en China se suicidaron 10 empleados de la compañía.

Chevron, de EE.UU., la petrolera fue criticada duramente por su operaciones en Ecuador, eso le valió una buena dosis de prensa negativa. Pero también se le cuestiona por su presencia en Nigeria y Myanmar.BG Group, de Inglaterra, la compañía de gas natural recibió críticas en varios flancos. Contaminación y residuos fueron un tema clave. Pero además se le criticó hasta su política de recompensas a los ejecutivos más importantes de la compañía. En Bolivia se le complicó la explotación de una de sus bases en Tarija.

Shell, de Inglaterra, estuvo en la mira por evasión de impuestos. Se la criticó también por no respetar a las comunidades guaraníes en Brasil, por contaminar aguas en Antofagasta y por destruir bosques y ecosistemas en Argentina.

Sinar Mas Group, de Indonesia, es una compañía de amplio espectro de operaciones y se involucra tanto en negocios de papeleras como real state, pasando por minería, agricultura y forestación. Fue recriminada por la destrucción de selvas tropicales en Sumatra y eso puso en juego la supervivencia de especies animales originarias. A esta situación se le sumó una intensa campaña de Greenpeace y un efecto en cadena que llevó a grandes empresas, como HSBC, Tesco, Nestlé, Kraft, Unilever y Burger King dejaron de comprarle insumos.

Magyar Aluminium, de Hungria, no era una empresa muy conocida internacionalmente hasta que se produjo una fuga de líquidos tóxicos de sus depósitos de una de sus plantas de aluminio. Esto no solo provocó su hostigamiento en la prensa internacional sino que provocó la muerte de nueve personas y una multa para la empresa de no menos de 73 millones de euros.

Se puede acceder al informe original en este link.