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Del fútbol a la oficina: el "ADN" de un lí­der y 9 tips para ser el mejor entrenador de un grupo

La unión de los jugadores de equipos como el Barcelona o el Real Madrid despiertan envidia en muchas organizaciones. ¿Qué se puede aprender de ellos?
01/09/2011 - 09:00hs
Del fútbol a la oficina: el "ADN" de un lí­der y 9 tips para ser el mejor entrenador de un grupo

La Selección española, el Fútbol Club Barcelona o el Real Madrid son los primeros nombres que suelen venir a la cabeza cuando se piensa en un equipo. La unión que consiguen los futbolistas dentro del campo es envidable para muchas organizaciones.

Pero lo cierto es que no es imposible trasladar ese sentido de unidad a la oficina. Todo depende de que un buen líder sepa guiarlos.

Cuando se habla de equipo, básicamente se está refiriendo a un conjunto de personas que trabajan por un mismo fin. Pero, muchas veces, remar hacia el mismo puerto no es fácil.

Por ello, contar con un guía que sea capaz de ilusionar a los integrantes, solucionar posibles conflictos y tener siempre presente el objetivo es la clave para conseguirlo.

Es entonces cuando el fútbol puede servir de guía. Aunque la mayoría de las personas esté acostumbrado a que el deporte sólo les brinde alegrías o decepciones, lo cierto es que si se analiza bien el funcionamiento de los equipos se pueden averiguar las pautas para convertirse en un buen líder.

Y eso fue lo que hizo Helena López-Casares en el libro Equipos 10, de la editorial Divalentis, a través de una serie de entrevistas a grandes profesionales del sector del fútbol, en las que ofrece las directrices para crear y liderar equipos ganadores.

Lo primero que se destaca en su investigación es que el entrenador es el centro emocional de cualquier proyecto, tanto en un club como en una gran organización. En esta figura es en la que recae la responsabilidad de trasladar la cultura empresarial, explicar los objetivos y motivar para alcanzarlos.

Cada miembro del equipo, desde el jugador titular hasta el que aún no ha tenido oportunidad de saltar al campo, es importante y hay que darle confianza, destaca la autora citada por Expansión.com. Y agrega que el respeto y la unidad también son dos factores que ha de explotar en su grupo.

El ADN de un líder Vicente del Bosque es un gran referente para miles de directivos que buscan llevar a su equipo a lo más alto. Y su secreto está al alcance de todos: muchas veces sólo se trata de utilizar el sentido común.

El entrenador de la selección española recuerda en el libro de López-Casares el discurso motivador que dio a los jugadores antes del partido contra Alemania en el Mundial del año pasado: "La clave para convencerlos y motivarlos fue ponerles enfrente la realidad. Pero ¿por qué tenemos dudas? Somos campeones de Europa, un equipo maduro y somos los mejores de la competición".

¿Pero quién puede ser líder? Según surge de la investigación de la autora, todas las personas pueden desarrollar la capacidad de liderazgo. Sólo hace falta explotar una serie de características para tener un estilo de dirección óptimo.

En este marco, López-Casares elaboró una lista con las principales claves:

  1. Ser estable desde el punto de vista emocional, saber controlar los impulsos y ser reflexivo ante las situaciones más difíciles.
  2. Tener capacidad de comunicación para transmitir los mensajes lo mejor posible.
  3. Ser ordenado, con capacidad de planificación y organización.
  4. Tener visión a corto y largo plazo: aunque es necesario ganar el partido de cada semana, no se debe perder el objetivo de conseguir "el campeonato" al final de la temporada.
  5. Ser abierto y comprensivo bajo la base de la autoridad: no se debe nunca perder el poder de mando, pero para conectar con el equipo es necesario que el líder sea capaz de convencer a los demás de lo que se está haciendo y el por qué.
  6. Desarrollar la capacidad de crítica constructiva: para poder sacar adelante el trabajo se deben corregir los fallos del grupo pero siempre aportando ideas positivas.
  7. Estar motivado con la actividad que desempaña.
  8. Trabajar la capacidad conciliadora para aprender a gestionar los posibles conflictos que puedan surgir.
  9. Mantener viva la curiosidad: es la única forma de conseguir llegar a conclusiones nuevas y aportar planteamientos originales.

Seguramente, concluye la nota de Expansión.com, quienes logren agregar estas características a su estilo de dirección encontrarán que se les allanará el camino para conseguir que su equipo sienta parte de la empresa y luche fielmente por sus colores.

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